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Bogotá

Varios estados sudamericanos aseguran que no reconocerán al nuevo jefe de Estado paraguayo

Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Venezuela consideran la destitución de Fernando Lugo un «golpe de Estado» y han asegurado que no reconocerán al nuevo jefe de Estado de Paraguay, Federico Franco.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha sido el primero en anunciar que no aceptará otro presidente que no sea Lugo.

Tras él, la argentina Cristina Fernández ha afirmado que no va a «convalidar el golpe»; el venezolano Hugo Chávez, ha dicho que no reconoce «al írrito e ilegal» Gobierno de Franco, y el boliviano Evo Morales que no acepta «un Gobierno que no surja de las urnas y del mandato del pueblo».

El presidente dominicano, Leonel Fernández, ha pedido que se convoque «inmediatamente» una reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) para «suspender al país sudamericano de los organismos regionales» y ha planteado, además, «una acción colectiva de la comunidad internacional» para restituir a Lugo.

Por su parte, EEUU ha realizado un llamamiento a la calma.

«Transición Constitucional»

En su primer discurso como jefe de Estado, Franco ha sostenido que la «transición» que comienza en el país «se realiza dentro del orden constitucional» y «de ninguna manera pone en riesgo la vigencia y principios democráticos universales».

Franco ha pedido a los líderes de los países vecinos, en particular los socios del Mercosur, que «entiendan» la situación y acepten que hará «el mayor de los esfuerzos para que esto se normalice».

La Constitución paraguaya prevé la posibilidad de un «juicio político» al presidente y también que si es destituido por el Senado, que actúa como tribunal, el vicepresidente asuma la jefatura del Estado hasta las siguientes elecciones presidenciales previstas, en este caso en abril de 2013.

Lugo, que había dicho que iba a afrontar el juicio «con todas las consecuencias», ha acatado la decisión pese a que, según ha dicho, la ley se había «torcido» y ha abandonado el Palacio Presidencial.

En San José, el canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, ha señalado que su país, «que históricamente ha sido un tradicional territorio de refugio y asilo, expresa la mejor disposición de considerar (otorgarlo) al presidente Fernando Lugo o a algún miembro de su gabinete, si lo tienen a bien formular una petición en ese sentido».