ION TELLERIA
DONOSTIA

La depresión de ‘la marca España’

En tan solo 24 horas han asomado todos los síntomas de una posible depresión que padece el Estado español. El domingo el Camp Nou gritó «independència» al unísono, Gallardón respondió algo parecido a un ‘no puedo vivir sin ti’ y Rajoy tildó de «disparate» la aspiración independentista. La ‘puntilla’, el anuncio de la «visita» del FMI a Madrid.

Depresión, según la RAE: «1. Acción y efecto de deprimir o deprimirse. 3. Período de baja actividad económica general, caracterizado por desempleo masivo, deflación, decreciente uso de recursos y bajo nivel de inversiones. 4. Síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos».

La definición de la palabra depresión, en casi todas sus acepciones, le viene como un guante a la situación, y a las declaraciones derivadas, del Estado español. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se mostró preocupado ayer tras la petición masiva de independencia protagonizada el domingo por los aficionados del Barça. Dijo que «perjudica a ‘la marca España’» y que «ofrece una imagen de división interna».

Lo cierto es que más allá de «imágenes» lo que se vivió el domingo en el Camp Nou fue una demostración de grandes dimensiones con gran predominio de las independentistas ‘esteladas’ ante las ‘senyeras’ y un clamor a favor de la independencia. Reivindicación que ha pasado a otro estadio tras la Diada histórica de este año.

Es tal la preocupación en el Gobierno español que el ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, lanzó un mensaje que se asemejaba a un ‘no puedo vivir sin ti’ al declarar que «la propia España no podría sobrevivir» ante una eventual independencia de Catalunya.

El jefe del Gabinete español, Mariano Rajoy, aprovechó su visita electoral a Donostia para tildar de «disparate de dimensiones colosales» las aspiraciones independentistas y aseguró que «no las aceptará de ninguna manera».

La incertidumbre económica

Además de las protestas populares por la secesión que se multiplican, la prensa internacional tampoco da demasiados ánimos al Ejecutivo español, aunque ninguno de los responsables del Gobierno de Rajoy se refiere a estas informaciones.

Ayer mismo Rajoy obvió la información de ‘The Economist’ que se centraba en la falta de decisión del presidente español y su «ambigüedad sin límite». En días anteriores reportajes fotográficos como el publicado por el New York Times mostraban una imagen bastante perjudicada de ‘la marca España’.

En la reunión del Eurogrupo de este lunes el ministro alemán de Economía daba un espaldarazo al Gobierno español al afirmar que «confía» en el Ejecutivo de Rajoy. Pero tras la reunión la directora general del FMI, Christine Lagarde, anunciaba una «visita» del Fondo en octubre, mientras el propio ente financiero anunciaba en Tokio el empeoramiento de las previsiones de deuda del Estado español.

Respuesta eclesiástica y clima electoral

Todos los estamentos estatales han salido en defensa de ‘la unidad de España’. Entre ellos, la Conferencia Episcopal española, a la que respondían ayer los curas de Bizkaia, y la presencia de la ultraderecha, que ha venido protagonizada por diferentes pronunciamientos militares. El último caso hoy, en Oiartzun, con carteles que anuncian que «pasarán» por barrios de Euskal Herria.

Todo esto en vísperas del 12 de octubre, día de la Hispanidad, donde el Reino de España recuerda sus gloriosos años de conquista, del «imperio donde no se ponía el sol», y las elecciones autonómicas en la Comunidad Autónoma Vasca, donde todas las encuestas apuntan a un descalabro del tándem constitucionalista PP-PSE.