Aunque convocada oficialmente para presionar a todas las fuerzas independentistas a favor de un acuerdo, la concentración convocada por la ANC para el próximo domingo (se debía celebrar el pasado fin de semana, pero se suspendió por los sucesos de París) corre el riesgo de convertirse en un acto de presión hacia la CUP en un momento en el que las negociaciones con Junts pel Sí siguen abiertas.

Así lo entiende la plataforma de castellanohablantes a favor de la independencia Súmate, que a través de un comunicado ha informado de su decisión de no asistir «oficialmente» a dicha concentración. La entidad, que da «total libertad a sus miembros para que participen si así lo desean», considera que la movilización «puede verse como una manifiesta presión hacia una fuerza política», algo contraproducente, como ya advirtieron también la semana pasada dirigentes de ERC, empezando por su presidente, Oriol Junqueras.

«En este momento debe crearse un clima de tranquilidad y no de manifestaciones que pueden interpretarse mal», añade la asociación de la que es miembro fundador el cabeza de lista de la CUP el 27S, Antonio Baños, y del que todavía es presidente el diputado de Junts pel Sí Eduardo Reyes. También es miembro destacado de la plataforma Gabriel Rufián, cabeza de lista de ERC para las elecciones españolas del 20D.

Finalmente, Súmate pide «calma ante este contexto de negociaciones». «No es momento de imponer fechas ni de reprobaciones públicas. El contexto nos pide respeto ante las posiciones de cada partido», concluye.

De esta manera se refiere a la Declaración hecha pública ayer por la ANC, en la que fija el 27 de noviembre como fecha límite para que JxSí y la CUP lleguen a un acuerdo, sin tener en cuenta que la CUP ya tenía convocada, previamente, una jornada de debate para el 29 del mismo mes. La Assemblea pidió además un acuerdo «sin exclusiones», es decir, sin vetos a la figura de Mas.