@zalduariz
Barcelona

Con Estado o no, Catalunya no será la misma

Convergència confirmó ayer lo que desde hacía semanas corría por los mentideros de la política catalana: que se dispone a escenificar un harakiri, enterrar las siglas CDC y fundar un «nuevo» partido. Mas lanzó el globo sonda durante el fin de semana y ayer Rull despegó con todo, confirmando el réquiem definitivo para unas siglas demasiado ligadas a Pujol y todo lo que significa: corrupción, autonomismo, ‘peix al cove’, Puta y Ramoneta. Son las siglas del Pujolismo y siempre lo serán. Mas quiere las suyas.

Rull anticipó ayer el que será el relato oficial del lifting: pasar de un partido autonomista a uno postindependencia. Sobra decir que la corrupción y una dinámica electoral nefasta (62 diputados en 2010, una treintena dentro de JxSí en la actualidad) ayudan a dar el paso de someterse a la cirugía estética. Confirmado el paso por el quirófano, queda por ver si el bisturí se queda en la piel o va más allá. Habrá que ver si el nuevo partido suelta de verás todo el lastre pujolista. Y habrá que ver si se confirma el tan cacareado giro socialdemócrata, que lo situaría en plena pugna con ERC. Dejaría la derecha a merced de Unió, PP y C’s, pero confirmaría el giro de los catalanes. Si algo ha demostrado CDC en 40 años es olfato para interpretar los cambios de humor del país. Pero todo eso está por ver en un lugar en el que, a día de hoy, lo único seguro es que, con independencia o no, nada volverá a ser igual.