El sindicato señala en una nota que la derogación de esta ley «supone el fin de la lógica prohibicionista, pero ahora llega el momento de analizar la necesidad de una ley que garantice la autonomía municipal. Cada localidad navarra debe tener garantizado el derecho a utilizar los símbolos que sus vecinos decidan de modo democrático. En todo caso, el uso de la bandera de Navarra sigue garantizado en los mismos términos que con la ley derogada.»

Añade que «el espectáculo visto en el Parlamento no tiene ningún sentido, y aún menos las falsas informaciones difundidas por algunos medios de comunicación: derogar la Ley de Símbolos de 2003 no impone nada, sino todo lo contrario, es un paso a favor de la dmocracia. Ha quedado en evidencia quiénes son los verdaderos impulsores de las guerras de banderas, seguramente para ocultar los largos años de políticas antisociales. UPN, PP y PSN gobernaron durante 17 años en Navarra sin Ley de Símbolos en vigor (1986-2003), precisamente la misma situación en que quedamos a partir de ahora: ¿acaso entonces estaban ellos imponiendo la ikurriña?».