@gara_miantzi
Durango

El viernes amanece perezoso... pero no para los ‘Durangozales’

El viernes amanece a ritmo de domingo, perezoso, acurrucado bajo la niebla. Sin embargo, ya antes de que abran la Azoka a las 10.30, la gente se apila a las puertas de Landako, al refugio de la lluvia. Muchos son asiduos, otros nuevos, como una pareja hondureña que acaba de aterrizar. Charlamos con los visitantes.

Ambiente este viernes en Durango. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Ambiente este viernes en Durango. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)

Con el paraguas colgando en un brazo y el bolso con la primera compra en el otro, comenzamos a caminar por los pasillos del recinto ferial sin rumbo fijo, mientras nuestros ojos se van deteniendo en caras y escenas conocidas que tras tantos años se hacen familiares. En estos primeros minutos después de la apertura de las puertas todavía se puede caminar sin dificultades, sin tener que ir haciendo eses entre la gente.

Es un buen momento para ojear tranquilamente los libros, hablar pausadamente con editores y escritores, o para hacerse con el disco deseado firmado por los artistas. Es lo que estamos haciendo cuando de repente nos topamos con Cristian Adonis Flores y Marggie Baraona, hondureños que vienen acompañados de Juan Carlos Galarraga, «de Zumarraga-Urretxu», según se ha presentado él.

La pareja de hondureños está ojiplática, no se puede creer lo que es esta feria. ¿Qué hace aquí toda esta gente? ¿Ha venido a comprar libros? Galarraga les intenta explicar algo, pero tiene serias dificultades teniendo en cuenta que también es su primera visita. Solo conocía la Azoka desde la televisión y la prensa.

Charlando con una y con otra ‘azokazale’, la tranquilidad se esfuma enseguida y para cuando levantamos la mirada los stands están a rebosar. Mientras tanto, el rincón de Ahotsenea es un espacio más íntimo, con presentaciones de discos acompañados de vídeos y canciones o de libros ayudados de recitales con arpa.

Fuera del recinto, la carpa de Ahotsenea, que esté año está de celebración por su décimo cumpleaños, no cesa de ofrecer conciertos en directo. Ze Esatek!, por ejemplo, han tocado en un ambiente inmejorable, con esta especial plaza llena hasta los topes de personas venidas desde todos los puntos del país, desde Kanbo hasta Galdakao, y de todas las edades.