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Donostia

Muere el modisto francés Hubert de Givenchy, presidente honorífico del Museo Balenciaga

El legendario modisto francés Hubert de Givenchy murió el pasado sábado a los 91 años. La Diputación de Gipuzkoa ha destacado su «trascendental» contribución a la puesta en marcha del Museo Balenciaga, de quien fue su discípulo aventajado.

Hubert de Givenchy, segundo por la izquierda, en una visita al Museo Balenciaga. (Gipuzkoa Foru Aldundia)
Hubert de Givenchy, segundo por la izquierda, en una visita al Museo Balenciaga. (Gipuzkoa Foru Aldundia)

«Monsieur De Givenchy se apagó mientras dormía el sábado 10 de marzo de 2018. Sus sobrinos y sobrinas comparten su dolor. Las exequias se celebrarán en la más estricta intimidad», señala el comunicado de su familia, que añade que «en lugar de flores y coronas» el difunto «habría preferido una donación a Unicef en su memoria».

El creador en 1952 de la marca Givenchy nació en 1927 en Beauvais (oeste del Estado francés), de donde se fue a París a los 17 años para dedicarse a la que ya era entonces su pasión.

Un papel fundamental en su obra lo desempeñó su encuentro en 1953 con Audrey Hepburn, a la que prestó varios modelos para su película ‘Sabrina’. La actriz sería en 1957 la imagen del primer perfume del modisto francés, ‘L’interdit’. Otras clientas destacadas serían la también actriz Elizabeth Taylor, la primera dama Jaqueline Kennedy o la primero actriz y luego princesa de Mónaco Grace Kelly.

El presidente de la Fundación Cristóbal Balenciaga y diputado de Cultura de Gipuzkoa, Denis Itxaso,  ha lamentado el fallecimiento del presidente Honorífico del Museo dedicado al modista de Getaria. «Queremos agradecer su implicación en el proyecto del Museo, su generosa aportación a los fondos del mismo y su siempre incansable labor para la difusión del legado de Cristóbal Balenciaga, de quien es el gran discípulo. Fue un motor en la génesis de la Fundación debido a la amistad y respeto que siempre mostró por Cristóbal Balenciaga y un apoyo constante, un referente».

Givenchy dejó en custodia del Museo más de 170 donaciones de indumentaria y objetos relacionados con Balenciaga, y su colección personal de revistas de Moda. En 2014, y gracias a su intervención, se recibió el legado de Rachel Mellon, amiga de ambos, «un verdadero hito en la historia de las colecciones del museo, y él mismo nos dejó el recuerdo de su presencia, su genio, su elegancia y su exquisita cortesía en la exposición que comisarió con nosotros el año pasado».