Ingo NIEBEL
COLONIA

La cuestión migratoria amenaza la alianza de Merkel con la bávara CSU

La rebelión del ala más derechista del Gobierno alemán sobre la política migratoria ha puesto en jaque a Angela Merkel. Horst Seehofer (CSU) le exige que acepte su propuesta antes de la cumbre europea de final de mes. Merkel quiere una solución europea y Seehofer, una alemana. La crisis pone a prueba la confianza entre socios y en el Ejecutivo.

La amenaza de la escisión planea sobre alianza entre la CDU de Angela Merkel y su socia bávara, la CSU de Horst Seehofer, cuyas diferencias volvieron a estallar tras varios días de tensiones internas que han puesto en jaque a la canciller, que ayer recibió el respaldo de la Ejecutiva de su partido tras el ultimátum de su hermana bávara para que endurezca su política de asilo. Seehofer recibió también el apoyo del 100% de sus diputados en el pulso que mantienen.

El problema es el último de los 63 puntos que integran la propuesta con la que el ministro de Interior y líder de la CSU quiere limitar la entrada de inmigrantes a Alemania. Seehofer quiere rechazar en la frontera a aquellos que ya han sido registrados en otro país de la UE.

Merkel, que sí aceptaría los otros 62 puntos, no quiere asumir el último sin haberlo tratado con los demás socios de la UE en la cumbre de final de mes. La canciller aboga por una solución europea para evitar que se produzca otra crisis humanitaria como la de 2015 en los países fronterizos de la UE. Entonces Merkel abrió las puertas del país acogiendo a cerca de 1,5 millones de refugiados. Una decisión criticada por Seehofer.

Al parecer ha sido ese desacuerdo con Merkel el que llevó a Seehofer a cancelar la presentación oficial de su plan y no asistir a la cumbre alemana sobre integración. Pero sí cerró filas con el canciller austríaco, Sebastian Kurz y el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, que quieren situar la acogida fuera de las fronteras e la UE.

Desde el jueves, Seehofer, respaldado por la CSU, amenaza a Merkel con que si no acepta su plan antes de la cumbre de la UE, él tomará la decisión en calidad de ministro de Interior, aunque según la Ley Fundamental, es la canciller la que marca las pautas políticas. Merkel, que cuenta con el apoyo del su socio socialdemócrata SPD, podría, a su vez, pedir el voto de confianza en el Bundestag. En el caso de perder la votación, habría elecciones anticipadas.

Ayer se sucedieron las informaciones contradictorias sobre el respaldo con el que contaría la canciller en su partido. Primero se dijo que tiene la mayoría de sus diputados en su contra, después lo contrario. Parece que la Ejecutiva de la CDU está con ella, pero su mayor crítico interno, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, propuso que sea el grupo parlamentario conjunto de CDU y CSU el que vote y se asuma la decisión de la mayoría.

Por ahora no hay encuentros previstos entre Merkel y Seehofer ni entre los dos grupos parlamentarios. El de la CSU se reunirá el lunes para fijar su posición, clave en su política para quitar votos a la AfD en las elecciones regionales de octubre.

 

La mala mar obliga a cambiar de rumbo al «Aquarius»

El ‘Aquarius’ y los dos navíos italianos que lo acompañan, con 629 migrantes a bordo, tuvieron que cambiar ayer de rumbo debido al mal estado del mar y navegaban ahora cerca de Sardinia, indicó SOS Mediterráneo. El ‘Dattilo’, el barco de los guardacostas italianos que guía el convoy, decidió cambiar de itinerario y los tres barcos navegaban a lo largo de la costa este de Sardinia para evitar el mal tiempo y preservar a sus enfermos y agotados pasajeros. El nuevo itinerario alargaría la travesía hasta València, donde ahora se espera la llegada de los refugiados, que se producirá de forma escalonada, el domingo.

Por otro lado, el barco de la Marina estadounidense ‘Trenton’ se alejó el miércoles por la noche del área donde salvó a 41 refugiados y localizó 12 cadáveres –que no recogió– de un naufragio frente a las costas de Libia sin dar ninguna explicación de su rumbo o del destino de los rescatados, después de esperar durante 48 horas instrucciones de Roma, que no llegaron, para llevarlos a un puerto seguro.GARA

 

Macron pide disculpas y dice que no quiso ofender a Italia

A pesar de la tensión diplomática de los últimos días, el presidente francés, Emmanuel Macron, confirmó ayer la celebración del encuentro previsto para hoy con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, tras una conversación telefónica en la que subrayó que con sus comentarios no quiso ofender a Italia ni a los italianos.

En esa conversación con Conte, Macron, que calificó esta semana de «cínico e irresponsable» el rechazo de Roma a recibir el ‘Aquarius’, «recalcó que no hizo ningún comentario con la intención de ofender a Italia y al pueblo italiano», indicó la Presidencia francesa.

Ambos hablaron de la situación del barco gestionado por la ONG gala Sea Méditerraée con la colaboración de MSF y convinieron que «Francia e Italia (deben) profundizar la cooperación bilateral y europea para llevar a cabo una política migratoria eficaz con los países de origen y de tránsito» y que con vistas al próximo Consejo europeo, son «necesarias nuevas iniciativas que deben ser debatidas conjuntamente». GARA