Beñat ZARRABEITIA

Denominación de origen: Africat

El gran inicio protagonizado por Senegal está siendo una de las sorpresas del Mundial. El técnico Aliou Cissé ha logrado armar un bloque sólido en el que llama la atención el escaso protagonismo del extremo catalán Keita Baldé, una de sus estrellas. Según la prensa local, la tensa relación del futbolista del Mónaco con el entrenador podría ser uno de los motivos de su suplencia.

El gran inicio protagonizado por Senegal está siendo una de las sorpresas del Mundial. El técnico Aliou Cissé ha logrado armar un bloque sólido en el que llama la atención el escaso protagonismo del extremo catalán Keita Baldé, una de sus estrellas. Según la prensa local, la tensa relación del futbolista del Mónaco con el entrenador podría ser uno de los motivos de su suplencia.

Baldé es el tercer gerundense en disputar una copa del mundo después de que José Parra y Martí Vergés hicieran lo propio con la selección española en 1950 y 1962, respectivamente. Nacido en Arbúcies, municipio de alrededor de 6.500 habitantes, de padres senegaleses que también residieron en Sant Celoni y Santa María de Palautordera, fue una de las grandes promesas de La Masia.

Sin embargo, un incidente durante un torneo de categoría cadete en Catar cortó su trayectoria. Una broma tan imprudente como adolescente, meter cubitos de hielo en la cama de su compañero de habitación, le sacó del conjunto blaugrana. Fue cedido al Cornellá, conjunto con el que se hinchó a marcar goles, algo que no le resultó suficiente para volverse a ganar la confianza de los rectores de la cantera azulgrana. Así las cosas, tras rumorearse el interés del Manchester United o el Real Madrid, acabó firmando por la Lazio italiana. Una escuadra en cuyo primer equipo debutó a los 18 años, de la mano del actual seleccionador suizo Vladimir Petkovic. A finales de 2015, también se estrenó con la cuatribarrada catalana frente a Euskal Herria en el Camp Nou.

En su aventura biancocelesti le acompañó Mamadou Tankara, natural de la costera Blanes, también en Girona, que salió de La Masia tras sufrir varias lesiones. Internacional sub 17 con España, en 2016 se declaró elegible por Senegal. No obstante, su trayectoria le ha impedido estar en la órbita de la selección, ya que primero fue cedido a la Salernitana y después al Crotone. De Italia a Albania, ya que actualmente juega, también a préstamo, en el Flamurtari.

Keita Baldé, en cambio, logró triunfar por completo en la Lazio, algo que llamó la atención del Mónaco, que necesitaba un sustituto para Kylian Mbappe. El conjunto del principado abonó 30 millones de euros por sus servicios y en la presente campaña ha anotado ocho tantos. En el equipo monegasco comparte vestuario con Jordi Mboula, un futbolista de Granollers que asombró al mundo con un golazo en la Youth League de la Champions. El tanto se convirtió en viral y puso en el escaparate a un futbolista que tiempo después decidió abandonar la cantera del Barcelona. De madre catalana y padre congoleño, ha sido internacional en categorías de la selección española.

Una decisión que también ha tomado, de momento, Adama Traoré. De origen maliense, sus padres llegaron a Catalunya en los ochenta, llegó a debutar en el primer equipo azulgrana, tanto en Liga como en Champions. En 2014 renovó su contrato por cuatro campañas, pero apenas cumplió una. A cambio de dos millones de euros firmó por el Aston Villa en un curso para olvidar. El descenso de los de Birmingham le llevó a fichar por el Middlesbrough, siendo uno de los futbolistas más peligrosos de la Premier, lo que llamó la atención del Chelsea el verano pasado. Pese a ello, continuó en el Boro y en marzo fue citado por la selección española sub 21 para jugar contra Irlanda del Norte. Su hermano Moha milita en el Cádiz y en 2015 fue llamado por el combinado de Mali para unos partidos ante Gabón y Ghana.

Habituales en la cantera

No son los únicos futbolistas catalanes con denominación de origen africana, ya que la selección de Guinea Ecuatorial también ha llamado a la puerta de varios de ellos durante los últimos años. Uno de ellos es Jacinto Ela, el que fuera elegido mejor jugador del mundo en categoría infantil. Nacido en Guinea Ecuatorial, llegó a Catalunya a los 9 años, educador social, creador de la línea de ropa Malabona e irónico tuitero, es también el autor del libro "Fútbol B". Una obra en el que retrata la cara menos amable del fútbol profesional, la que se aleja de los focos, se acerca al barro y, muchas veces, se olvida de la persona que hay detrás del futbolista.

Su carrera estuvo marcada por las expectativas. Tras ser una de las grandes promesas de la cantera del Espanyol, firmó por el Southampton inglés. De allí al Hércules y, posteriormente, al filial del Deportivo Alavés en la temporada 2004-2005. Internacional con Guinea Ecuatorial, contó con una larga carrera en el fútbol de bronce tras pasar por el Dundee United escocés, militando en el Gavá, AD Logroñés, Gramanet, Premiá, Levante las Planas y Cornellá.

Tanto en la cantera perica como en las instalaciones del Alavés en Ibaia, Ela coincidió con Juvenal Edjogo-Owono. Otro futbolista en el que los técnicos de la cantera del Espanyol depositaron grandes esperanzas. Natural de Sabadell, de madre andaluza y padre ecuatoguineano, tras pasar por el Racing o el Castellón, en 2005 consiguió el ascenso a Primera con el Alavés. Eran los tiempos de Piterman y Juvenal disputó 19 partidos con el conjunto babazorro. De Gasteiz al Recre y ahí comenzó un peregrinaje que le llevó al Tenerife, Cartagena, Sabadell, Cornellá y el Santa Coloma andorrano. Disputó un total de 37 partidos con la selección de Guinea Ecuatorial, intercambiando su camiseta con Andrés Iniesta en el amistoso que disputaron ante el combinado español en 2013. Un gesto con el que reverdecieron viejos laureles, de sus duelos en las canteras del Barcelona y el Espanyol. Se retiró en 2015.

El hermano de Juvenal, Alberto Edjogo-Owono es uno de los analistas televisivos más prestigiosos de La Liga, además de un gran experto del fútbol africano. Algo que conoce a fondo, entre otras cosas, porque también fue internacional con la selección de Guinea Ecuatorial. Delantero, debutó con la nzalang en 2003 contra la selección de Marruecos. Lo hizo en el inicio de una trayectoria que le ha llevado a ser un clásico del fútbol catalán jugando en el Sabadell, Granollers, Gramanet, Sant Andreu, Peralada, Vilafranca o el Horta.