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Las reacciones a la muerte de Galindo retratan el apoyo oculto al GAL en el Estado

La muerte por covid del general Galindo ha conmocionado a las redes. Numerosas son las cuentas que aprovechan que el general murió en la cama para recordar por qué fue condenados. Otros prefieren ensalzar su figura, incluidas asociaciones de guardias civiles.

Rodríguez Galindo, a la salida de un juicio celebrado en Donostia por un caso de narcotráfico. (Andoni CANELLADA / ARGAZKI PRESS)
Rodríguez Galindo, a la salida de un juicio celebrado en Donostia por un caso de narcotráfico. (Andoni CANELLADA / ARGAZKI PRESS)

El periodista José María Zuloaga ha reaccionado a la muerte de Galindo con un texto asombroso, que lo pinta como un héroe. En él, el cronista especializado en narrar la lucha contra ETA recuerda que Galindo «estaba en posesión de la Medalla de Oro de la Guardia Civil, máxima condecoración que se concede en el Cuerpo. Asimismo, tenía cinco Cruces rojas, entre otras distinciones». 

Zuloaga retrata a Galindo como un mando «apreciado por sus subordinados que veían en él un jefe en el que se podía confiar». En cuanto a los delitos por los que fue condenado, el autor del obituario solo menciona lo siguiente: «En 2000 fue condenado por, según decía la sentencia, haber ordenado el secuestro y asesinato de los etarras Lasa y Zabala. Él siempre defendió su inocencia y, como preguntó en el juicio: “¿Quién nos ha visto torturar, quién nos ha visto matar?».

La de este periodista –y por ende, el medio que lo ha publicado– no es la única voz de peso que ha salido a ensalzar al torturador. La Asociación Pro Guardia Civil lamenta el fallecimiento afirmando que Galindo: «Miró de frente a ETA, la combatió y derrotó salvando así la vida a multitud de ciudadanos, guardias civiles y sus familias».

Este tweet de dicha asociación ha sido retuitrado por miles de usuarios, no todos anónimos. Uno de los primeros a difundir ha sido un grupo de policías españoles que llevan la cuenta Zetas GAC Comunidad de Madrid. 

Más discretos han sido desde la Jucil, el equivalente a un sindicato dentro de la Guardia Civil, donde la actividad sindical está prohibida. Simplemente le han puesto un Descanse en Paz junto a una rosa roja. Y claro, el artículo que enlazan es el de Zuloaga.

Pronto se han unido a las loas al torturador algunas de las cuentas de Vox, como la de Macarena Olona. 

A todos estos mensajes de apoyo se suman otros miles de usuarios que, desde el semianonimato, han ensalzado la figura del dictador. En muchos de los perfiles se presume su pertenencia a las Fuerzas de Seguridad del Estado.