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Interior publica el protocolo de uso de las balas de foam por parte de los Mossos

El conseller de Interior de la Generalitat ha hecho público el protocolo de uso de los proyectiles de foam por parte de los Mossos, a diferencia del secretismo en el Departamento de Seguridad de Lakua. La CUP ha calificado el texto, condición del acuerdo de Govern con ERC, como «un insulto».

Comparecencia de Miquel Sàmper, este lunes en Barcelona. (GENERALITAT)
Comparecencia de Miquel Sàmper, este lunes en Barcelona. (GENERALITAT)

El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha hecho público este lunes el protocolo de uso de los proyectiles de foam que establece en qué situaciones se puede utilizar: «Cuando haya desórdenes públicos graves, para neutralizar conductas violentas o un riesgo para la integridad física».

En la inauguración de una nueva oficina conjunta de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona, ha concretado que el protocolo también incluye la definición de qué son las balas de foam –herramientas policiales para controlar la situación y hacer que se vuelva a la normalidad–, su trazabilidad y su normativa de uso.

Según el protocolo, solo se podrá usar esta herramienta si lo ordena la persona que ejerce el mando del equipo policial y en el documento se subraya que antes de disparar «se tienen que haber agotado las vías de diálogo y mediación previas–, que antes de utilizar esta herramienta se tendrá que avisar a las personas, y que solo se podrá disparar de abdomen hacia abajo, a no ser que el manifestante tenga objetos contundentes en sus extremidades, cuando se permitirá disparar a los brazos.

El documento también añade que excepcionalmente «en casos de extrema necesidad con peligro muy grave para las personas, para los agentes de policía o para los bienes, se podrá utilizar sin autorización de la persona que ejerce el mando superior inmediato».

El protocolo, «un insulto»

El diputado de la CUP en el Parlament Xavier Pellicer ha calificado de «insulto» el texto publicado por la Conselleria de Interior de la Generalitat sobre el uso de proyectiles de foam por parte de los Mossos d'Esquadra, y ha pedido que el departamento dé explicaciones.

«Creemos que esto no es un protocolo. Es un documento que podría haber escrito cualquier persona», ha sostenido en rueda de prensa este lunes, y ha pedido la prohibición de inmediata del uso de proyectiles de foam.

El diputado ha sostenido que «la trazabilidad y rastreo son inexistentes»,y ha reprochado que no se concrete qué formación reciben los agentes que utilizan estas herramientas, ni la normativa interna de los Mossos que menciona el texto.

Ha añadido que la publicación de este documento no levanta la moratoria del uso de balas de foam que habían pactado ERC y la CUP en su preacuerdo de Govern, y que tenía como condición la publicación de este protocolo.

El «tirar a dar», parte del procedimiento

La publicación del protocolo por parte de la Policía autonómica catalana, en cambio, no es extensible al resto de cuerpos policiales. En el caso de la Ertzaintza, el Departamento de Seguridad no ofrece detalles sobre el procedimiento usado, aunque el viceconsejero de Seguridad de Lakua, Josu Zubiaga, afirmó a principios de año que las instrucciones de «tirar a dar» en Donostia formaban parte del protocolo.

Una información remitida por el Departamento de Salud al Parlamento en su momento explicaba que antes de los lanzamientos de las balas de foam «se efectúa al menos un disparo de munición de salva (cartucho sin proyectil) que solamente produce sonido, con un objetivo exclusivamente intimidatorio y disuasorio, una forma de preaviso y advertencia».

Recientemente, este tipo de proyectiles han dejado dos casos de manifestantes con la mandíbula rota: la primera, en abril de 2019 durante un acto de Vox en Bilbo, y el segundo el pasado mes de enero en Donostia. Una actuación que el propio consejero consideró ajustada a los protocolos.