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Aita Mari rescata a 105 personas en el Mediterráneo, entre ellas 2 menores

El buque Aita Mari ha rescatado a 105 personas esta madrugada en el mar Mediterráneo y se dispone a solicitar a las autoridades de Malta un lugar seguro para su desembarco. El barco Sea Watch3 lleva también a bordo 412 personas procedentes de seis rescates realizados en las últimas 48 horas.

Imagen del rescate realizado este martes por el buque Aita Mari (SMH)
Imagen del rescate realizado este martes por el buque Aita Mari (SMH)

Esta madrugada, el buque de rescate Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, a su paso por el sur de la isla de Lampedusa, ha escuchado el aviso por radio de un pesquero informando sobre la posición de un bote a la deriva y ha puesto rumbo a su posición llegando sobre las 06.00.

El bote de madera se encontraba en zona SAR de Malta. Se ha procedido a comunicar la situación a las autoridades maltesas pero no se ha recibido respuesta. Después de repartir chalecos a todas las personas, un total de 105, se ha procedido a transferirlas a bordo por su seguridad, explica la ONG en un comunicado.

Todas las personas a bordo son varones, entre ellos 2 menores. Según el primer triaje médico, algunas personas muestran signos de cansancio y contusiones. Se les está realizando un test médico más detallado y test covid-19.

Según han informado, se disponen a solicitar a las autoridades un lugar seguro para su desembarco.

Además, el barco Sea Watch3 de la ONG alemana que se encuentra en la misma zona, lleva también a bordo 412 personas procedentes de seis rescates consecutivos realizados en las últimas 48 horas.

«El Mediterráneo sigue siendo la peor frontera del mundo para las personas migrantes», denuncia la ONG. Y es que, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2021, 1.179 personas han muerto o desaparecido tratando de cruzarlo, 39.694 han sido devueltas «a puertos no seguros» por los guardacostas.

«En este sentido, es necesario recordar que los únicos puertos seguros y cercanos son los italianos y malteses. Según la propia Unión Europea, en palabras de su portavoz Mina Andreeva, Libia no es un lugar seguro». Por ello, han pedido a las autoridades europeas «que se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento en esta zona en lugar de financiar a Libia. Las devoluciones que realizan sus guardacostas deja en evidencia que no tienen la capacidad ni la voluntad de cumplir con los derechos humanos ni las leyes internacionales».

Además, han reiterado su apuesta por crear «pasarelas humanitarias» que permitan «una migración segura para las personas atrapadas en el infierno en el que se ha convertido Libia».