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La multidunaria marcha del MAS culmina con la promesa del liderazgo económico de Bolivia

Bolivia será de nuevo la  primera economía de la región, ha sentenciado este lunes el presidente boliviano, Luis Arce, ante miles de personas que han copado una céntrica plaza de La Paz, después de la llegada de la multitudinaria «marcha por la patria» tras un recorrido de siete días.

La masiva marcha a su paso por El Alto, hacia el centro de la La Paz. (Luis GANDARILLAS/AFP)
La masiva marcha a su paso por El Alto, hacia el centro de la La Paz. (Luis GANDARILLAS/AFP)

La masiva movilización convocada por el expresidente boliviano y líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales ha culminado este lunes en La Paz tras partir  hace siete días desde el municipio de Caracollo, en el departamento de Oruro, y ha recorrido 188 kilómetros hasta La Paz para defender y respaldar la democracia y la gestión del presidente, Luis Arce.

La masiva movilización supone además un reforzamiento del MAS y del Ejectuvio tras varios días de manifetaciones y paros de la oposición.

«Cuando el pueblo hace temblar la ruta en las calles es porque está exigiendo algo y hoy exige respeto a la democracia, al voto en las urnas», ha reiterado Arce, como ya lo había hecho el pasado día 23 en Caracollo.

En la emblemática Plaza San Francisco, en el centro paceño, se ha dispuesto dos tarimas en las que Arce, Morales y demás representantes de los sectores afines al MAS han ofrecido discursos en medio de grupos musicales, bailes, arengas y miles de personas con banderas whipalas, que representa a los pueblos indígenas de la región andina.

«Todavía hay riesgos»

«El pueblo boliviano ha hecho nuevamente historia (...) la cantidad de gente movilizada supera todo lo que hemos visto en esta plaza histórica», ha señalado el presidente, quien momentos antes no ha podido evitar las lágrimas al subir a la tarima y ver a los miles de bolivianos que llegaron para expresar su respaldo.

Arce también ha advertido de que «todavía hay riesgos» y ha instado al pueblo boliviano a «efender la patria».

Por su parte, Morales ha insistido en que cuando «la patria está en riesgo se rebela el pueblo» y ha subrayado que la marcha «es un calentamiento en defensa de la democracia» y del Gobierno de Arce.

«Si a mí me han hecho golpe, a Lucho no le van a hacer», ha advertido el líder boliviano, recordando el golpe de Estado de la derecha boliviana que lo expulsó del poder y la amenaza que persiste sobre el actual Ejecutivo.

Economía

Tanto Arce como Morales han destacado que el modelo político y económico del MAS ha traído progreso al país y lo sitúa como una de las economías con más crecimiento en la región.

«Desde que entramos con nuestro proceso de cambio, el bolsillo de los bolivianos creció, los hogares mejoraron su calidad de vida», ha afirmado Arce, quien fue ministro de Economía de Morales y artífice del impulso económico durante su mandato.

«La derecha se inquieta porque saben que no tienen cabida en el país (...) desde 2006 (cuando Morales llegó a la Presidencia por primera vez) estamos construyendo un nuevo país que refleja los intereses de los bolivianos», ha indicado el presidente boliviano.

«Al margen de defender la democracia nuestra marcha es también para defender la economía», ha insistido.

Asimismo, el presidente boliviano ha exigido al sistema judicial hacer justicia, en referencia a la crisis y el golpe de Estado de 2019.

De hecho uno de los puntos con mayor expectativa de la marcha ha sido Senkata, la zona alteña donde en 2019 murió una decena de civiles por disparos del Ejército en las protestas cotra el golpe.

«No nos provoquen»

La marcha fue convocada como una respuesta al paro de nueve días que encabezaron hace dos semanas sectores opositores en contra de una ley contra «las ganancias ilícitas, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo» que finalmente fue suprimida por decisión presidencial.

El oficialismo señaló que con ese paro se buscó consolidar un segundo golpe de Estado. «Cuidado nos provoquen, porque esta marcha se puede ir a trasladar a Santa Cruz, carajo (...) vamos a nacionalizar todas las industrias y todas las empresas en Santa Cruz, que nos provoquen, carajo», ha advertido en un encendido discurso el máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.

Santa Cruz, la mayor región del país y considerada el motor económico del país y feudo de las élites económicas, fue durante el paro  el principal foco de las protestas opositoras, asi como el del hostigamiento al Gobierno de Morales antes del golpe.