En el seno de Surne Bilbao Basket ya estarán preparando el derbi del próximo sábado frente a Bitci Baskonia, un derbi vasco que tendrá lugar en el Buesa Arena el próximo sábado día 11 a partir de las 20.45. Pero entre tanto, en el club bilbaino todavía colea con fuerza el «no partido» del pasado domingo, cuando un fallo en un reloj de posesión de 24 segundos supuso que no se pudiera disputar el encuentro en el feudo bilbaino, con más de 7.000 espectadores ya presentes en las gradas –sin duda, una de las mejores entradas de lo que se lleva de temporada 2021/22–, incluyendo unos 500 seguidores del Breogán de Lugo, que fueron los más afectados por este inesperado desenlace.

Todo apunta a que Bilbao Basket pagará por este suceso, una sanción que lo más seguro será económica mientras que se decide una fecha alternativa, una fecha que deberá ser antes del 9 de enero, fecha en la que se disputan los últimos partidos de la primera vuelta, y por la cual se dirimen las plazas para disputar la Copa. Y no, no se rían, porque si bien Bilbao Basket no parece entre los candidatos a disputar el Torneo del KO de Granada, el cuadro lucense, que además debe recuperar su partido aplazado ante el Joventut el 30 de este mes –en este caso, aplazado a causa de la covid-19–, sí que tiene opciones reales de acabar la primera vuelta entre los ocho primeros clasificados.

Todo está en manos del Juez Único de la Federación Española de Baloncesto –FEB–, quien debe resolver si impone una multa económica al cuadro vizcaino o, asumiendo una decisión más drástica, da por perdido el partido a los hombres de negro.

«No sabemos qué va a pasar», reconocía el lunes la presidenta de Bilbao Basket Isabel Iturbe, que añadía que «hemos cumplido los protocolos, aunque hemos tenido el fallo de los elementos auxiliares».

Es decir, cada equipo de la Liga ACB ha de tener dispuesto un reloj de 24 segundos de reserva para poder cambiarlo por este en caso de que alguno de los dispuestos sufra una avería. La cuestión fue que, según reconocía la propia Isabel Iturbe, ese reloj de reserva tampoco funcionó el pasado domingo.

«Estamos haciendo auditoría de los materiales y es extraño que todo suceda en un mismo día», dijo, admitiendo su perplejidad. «Estamos revisando minuto a minuto cómo se fueron ejecutando las cosas», desveló.

Es más, la presidenta de Bilbao Basket recordaba que «esa misma semana tuvimos un partido amistoso a puerta cerrada en el que todo funcionaba. Diariamente, el equipo  trabaja con el marcador en funcionamiento y el propio equipo del Breogán también lo utilizó –el domingo– por la mañana para su sesión de entrenamiento. Otra cosa que nos avala es que el día 18 de noviembre hubo la revisión anual por parte de la Liga ACB».

Más despropósitos

En pleno desmán con los relojes, la propia Liga ACB dio la opción de que se disputara el partido empleando un reloj de posesión de suelo, a la antigua usanza, aunque al parecer los rectores del Breogán de Lugo se negaron a adoptar esta opción, al ver que ello impedía poder utilizar el «Instant Replay».

Bilbao Basket, por su parte también propuso ir a La Casilla y tomar uno de sus relojes de posesión para emplearlo en Miribilla, idea que tampoco prosperó, viendo lo rápido que se decidió postergar el partido a otro día.

De hecho, una vez decretado el aplazamiento del partido, los aficionados del Breogán se acercaron al autobús de su club, situado frente al Bilbao Arena, e increparon a su propia directiva por decidir negarse a jugar el partido en aquellas condiciones.

Desde tierras galaicas, la directiva niega la mayor. El portal ‘La Voz de Galicia’ informa que «en el club, la dirección no duda en expresar su malestar con la forma de actuar de la Liga. ‘Suspendieron el partido sin ni siquiera preguntarnos. Sus motivos tendrán, así que esperaremos a la decisión del Juez Único, a ver qué tiene que decir al respecto’, explicó Tito Díaz, director técnico del Breogán.

Según el citado directivo de la entidad lucense, el Breogán «quiso retomar el partido en todo momento», a pesar de los «rumores que se extendieron durante los momentos de confusión», que sugerían que los visitantes no querían disputar el encuentro.

La norma especifica que, si una cancha no cumple con las condiciones o elementos necesarios para disputa el encuentro, el Juez Único tiene la potestad de darle el partido por perdido al equipo local, siempre que se demuestre que fueron responsables del fallo técnico.