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El pintor Pedro Salaberri, Premio Príncipe de Viana

El pintor Pedro Salaberri ha sido el ganador del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2022, edición en la que el Premio a la Promoción del Talento Artístico ha recaído en la soprano Sofía Esparza Jaúregui.

Pedro Salaberri, inaugurando una exposición con sus paisajes urbanos en 2014.
Pedro Salaberri, inaugurando una exposición con sus paisajes urbanos en 2014. (FOKU)

El Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2022 ha recaído en el pintor iruindarra Pedro Salaberri, en una edición en la que el Premio a la Promoción del Talento Artístico ha recaído en la soprano navarra Sofía Esparza Jaúregui

Optaban al galardón del Premio Príncipe de Viana junto a Salaberri, el cantante y fundador del grupo de rock Barricada Enrique Villarreal ‘El Drogas’, el músico y compositor José Luis Lizarraga y el economista Josu Imanol Delgado.

Al anunciar el galardón, la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Nafarroa, Rebeca Esnaola, ha señalado que «Salaberri es uno de los autores navarros con un estilo más reconocible y definido. Sus pinturas, principalmente de paisajes, han sido admiradas por miles de personas en sus múltiples exposiciones y ha conseguido llegar y ser valorado por un público muy amplio y variado». Ha añadido que «también ha destacado por su cercanía a los artistas en Navarra, y por el apoyo e impulso a nuevos talentos».

‘Desde la Magdalena’. (Pedro Salaberri)

 

Pintor e intérprete de la naturaleza

A Pedro Salaberri Zunzarren, nacido en la calle Jarauta de Iruñea en 1947, se le puede considerar como pintor e intérprete de la naturaleza, algo que se observa en su extensa obra pictórica, lo mismo en la interpretación de la naturaleza, como en la expresión del paisaje o en el retrato de la naturaleza humana.

Inició estudios de dibujo y pintura en la Escuela de Artes y Oficios de Iruñea. Desde su participación en los Encuentros de Pamplona de 1972 y las primeras exposiciones locales, logró varios premios y exposiciones en la Sala Amadís y en la galería Seiquer de Madrid e inició un largo recorrido por salas, museos y galerías.

El pintor navarro aporta al arte y a la cultura de Nafarroa una mirada diferente. «Salaberri nos conduce a encontrar en lo natural la sencillez de la composición, la sucesión de planos de orografía y vegetación, los matices del color, las horas, el clima y la luz estacional», según han explicado los representantes del Consejo navarro de la Cultura que lo han propuesto.

‘Añézcar’. (Pedro Salaberri)


«Un conjunto de reflexiones sobre nuestra presencia en lo que nos rodea, de manera clara, limpia, analítica y sensitiva en el espacio común del paisaje», detallan sus mentores al premio, para añadir que el artista trasmite «una pedagogía de la mirada, un estilo de ver que nos detiene en una sensación permanente e intemporal».

Interesado y amante del teatro, ha realizado diversas escenografías y también carteles teatrales e ilustraciones de portadas y libros. Ha participado en 67 exposiciones individuales, así como en 17 exposiciones colectivas, en lugares como Iruñea, Bilbo, Nueva York o Madrid, por citar algunos casos.

Ha obtenido, además, el primer Premio Ciudad de Pamplona (1973), tercer Premio Gure Artea. Gobierno Vasco (1984), primer Premio Bienal de Gasteiz (1984), Premio 4D del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, reconocimiento a personas e instituciones en pro de una arquitectura de calidad (2006) y el ‘Gallico de Oro’ de la sociedad Napardi (2008). Además, ha contribuido con su obra a ilustrar la escenografía teatral de obras. 

‘Caballos’. (Pedro Salaberri)

«Me limito a intentar pintar bien»

Salaberri ha asegurado este viernes que desde hace años ya no sufre con el lienzo en blanco y ha destacado que ha llegado a un momento en su carrera artística en la que se limita a «intentar pintar bien».

En su estudio de la calle Pozoblanco de Iruñea, el artista navarro ha señalado a los medios de comunicación que es «una satisfacción muy grande» recibir el Premio Príncipe de Viana, que es «el máximo galardón que hay aquí» en materia cultural.

El pintor ha reflexionado sobre sus inquietudes artísticas a lo largo de su vida y ha subrayado: «Hay una cosa que yo siempre he creído y he querido hacer y es pintar aquello que veo, que conozco, que vivo, y para hablar de eso tienes que conocerlo, para amarlo tienes que conocerlo bien».

El galardonado ha reconocido que sus paseos por Nafarroa le han influido «del todo» en su forma de pintar, porque «es donde vivo, aunque he estado en otros sitios, pero de forma ocasional. Donde yo vivo de verdad es en esta ciudad y en Navarra. Influye totalmente, porque es lo que conozco bien, lo que amo y de lo que quiero hablar y para poder hablar yo necesito conocerlo, vivirlo».

Los colores y el contraste entre ellos son muy característicos en la obra de Salaberri, quien ha afirmado que siempre intenta «aportar» algo al paisaje: «Copiar lo que ves te parece que es lo mejor que hay que hacer cuando empiezas a pintar. Con el tiempo vas adquiriendo cierta libertad y luego ya no necesitas copiar, no necesitas ser cronista. Al final un cuadro es una realidad y el campo es otra. A lo mejor la ambición te lleva a querer aportar algo».

El pintor ha admitido al respecto que nunca ha visto los campos de girasoles después de conocer la obra de Van Gogh ni los paisajes de Baztan tras ver los cuadros de Ana Mari Marín. «Si eso pasara con los míos sería estupendo», ha señalado.

El artista ha apuntado que algunas personas, al ver un paisaje concreto, le han comentado que ahí había «un salaberri» y «eso es satisfactorio, porque parece que a algunas personas les he ayudado a detenerse, a pararse un momento y, allá donde estaban viendo algo, a verlo con más detalle, descubrir que lo tenían cerca, porque uno va muy aprisa por los sitios y a lo mejor no los ve».

«Eso nos pasa mucho, estamos llenos de preocupaciones, de historias, e igual viene bien que alguien te diga ‘párate un momento, para y mira’, y me parece que he hecho eso para algunas personas», ha asegurado.

Salaberri ha destacado que en este momento ya no tiene «preocupaciones» en relación al arte: «Ya he conseguido poner mis ambiciones, mis aspiraciones y mis realidades de acuerdo, de manera que yo ya me acepto, soy lo que soy, no soy más ni menos y ya está. Procuro pintar bien».

«Si lo consigo o no, eso ya queda para los demás. No tengo rompimientos con eso, no sufro con el lienzo en blanco desde hace mucho tiempo. Lo que hago es hacer lo que puedo y acepto lo que me sale. ¿Que no es una maravilla? Esto es lo que hay, yo me acepto», ha concluido.