Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Rodaje en Itxasperri

Donde vivo ya estamos acostumbrados a los rodajes de cine y de televisión, por lo que nadie se extraña si de repente asoma algún rostro conocido. Es casi una rutina a la que no se le da mayor importancia, ya que si tú has elegido un lugar para asentarte definitivamente, es lógico pensar que quienes buscan localizaciones para el audiovisual también se sientan atraídos por un escenario natural tan fotogénico. Pero esta vez la sorpresa ha sido para mí mayúscula, porque han ido a fijarse en mi txoko preferido, y es como si el cine y la vida se solapasen, incluso antes de que la película esté terminada y pueda ser admirada. Es posible que ahora se haga más conocido, y que haya que empezar a compartirlo con más gente, pero no creo que por eso vaya a perder su especial encanto.

Me estoy refiriendo, ya no importa revelarlo, a Santiago de Itxasperri. Tampoco descubro nada secreto si lo sitúo en el pueblo de Egiarreta (Arakil), a los pies de Aralar, con acceso por carretera desde Irurtzun. Es una ermita románica del siglo XIII, milagrosamente conservada, y con un entorno en el que se han instalado unos bancos corridos de merendero. Generalmente no suele haber nadie, y es el mejor paraje que conozco para la actitud contemplativa, para meditar o tomar decisiones importantes.

Espero que a la cineasta Carlota Pereda la ermita también le sea propicia, y que la paz que irradia no se vea alterada.