El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, sobre el que pesa un posible juicio político, no tiene intención de «renunciar o hacerse a un lado», según ha confirmado este sábado su portavoz, Vincent Magwenya.

Ramaphosa está implicado por un informe parlamentario que afirma que podría haber cometido actos contrarios a la ley en un caso de robo en una de sus propiedades donde se encontraron importantes sumas de dinero en efectivo.

El presidente «ha decidido no dimitir por un informe equivocado, tampoco se va a apartar», según su portavoz.

«Está en el interés a largo plazo y la sostenibilidad de nuestra democracia constitucional, mucho más allá de la presidencia de Ramaphosa, que se cuestione un informe tan defectuoso, especialmente cuando se usa como punto de referencia para acusar a un jefe de Estado en ejercicio», ha añadido.

El informe de una comisión independiente entregado el miércoles al Parlamento denuncia que Ramaphosa trató de encubrir en febrero de 2020 el robo de 580.000 dólares en efectivo escondidos en un sofá, y no lo denunció a la policía ni a las autoridades fiscales. Determina que Ramaphosa había cometido cuatro violaciones graves de la ley anticorrupción y que existen pruebas prima facie en su contra.

El Congreso Nacional Africano (ANC), el partido de Ramaphosa en el poder desde la caída del apartheid, nombrará el 16 de diciembre a su candidato a presidente en 2024. El escándalo que se ha conocido como el ‘Farmgate’ había acercado al actual mandatario a la dimisión, pedida incluso por cargos del partido. Pero la formación frenó esta decisión ante el temor a la desestabilización del país.

Ramaphosa «se tomó en serio el mensaje inequívoco de las ramas del partido gobernante que lo nominaron para un segundo mandato al frente del ANC. Entiende que este mensaje significa que debe emprender reformas económicas», ha indicado Magwenya.

Así pues, se presentará dentro de dos semanas a un nuevo mandato tras recibir un «mensaje inequívoco» de respaldo al término de la reunión en la que el ANC abordó los últimos escándalos.

Este anuncio tiene lugar después del malestar causado por la ausencia del presidente en la sesión de emergencia celebrada el viernes por el partido, en el que otras voces presionan para que Ramaphosa se haga a un lado.