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Confirman la presencia de neandertales en Lezetxiki entre el Paleolítico medio y superior

Un nuevo estudio en la cueva de Lezetxiki –dañada por las obras del TAV– confirma la presencia de neandertales en el norte de la Península en el período de transición entre el Paleolítico medio y el superior, en el que fueron sustituidos por los humanos anatómicamente modernos.

Excavaciones en 2015 en la cueva de Lezetxiki, en Arrasate. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)
Excavaciones en 2015 en la cueva de Lezetxiki, en Arrasate. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

Las conclusiones publicadas en la revista ‘American Journal of Biological Anthropology’ confirman que los restos dentales analizados en la cueva de Arrasate son «los únicos pertenecientes a neandertales adultos de la región de los Pirineos occidentales».

En los últimos días, este lugar ha sido noticia al revelarse los daños provocados por las obras para la construcción del TAV.

La investigación ha sido coordinada por el investigador de la Universidad de Bordeaux, Diego López-Onaindia, en la que han participado Marina Lozano, investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV), Aida Gómez-Robles, investigadora de la Universidad College London, Natural History Museum London, Alvaro Arrizabalaga, UPV/EHU y María Eulalia Subirà, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y miembro del Grup de Recerca en Antropologia Biològica (GREAB).

En el nivel III del yacimiento de Lezetxiki están representadas herramientas de piedra correspondientes al período cultural conocido como Musteriense; es decir, del período cultural correspondiente a los neandertales.

Al mismo tiempo, en este mismo nivel se ha recuperado herramientas típicas del período Auriñaciense; es decir, el período cultural correspondiente al Homo sapiens. Este período de transición entre el Musteriense y el Auriñaciense es «uno de los aspectos más importantes que proporciona el yacimiento, por tratarse de un momento en el que los neandertales fueron sustituidos por los humanos anatómicamente modernos», según los investigadores.

Los conjuntos líticos recuperados en este nivel se habían considerado plenamente musterienses en un primer momento. Sin embargo, los últimos estudios los clasifican como auriñacienses. En este contexto de reasignación cronológica y tipológica del material de este nivel, se hacía necesario reestudiar los restos dentales, ya que todo ello ponía en duda su asignación taxonómica a los neandertales.

Los dientes estudiados, un diente molar superior y un premolar inferior, procedentes de las excavaciones sistemáticas llevadas a cabo en 1966, han sido objeto de un nuevo análisis paleoantropológico, con la aplicación de nuevas técnicas y métodos como el estudio de la morfología externa e interna a partir de escaneados por microtomografía computarizada y morfometría geométrica.

Los resultados obtenidos de estos análisis se han comparado con otros especímenes conocidos en el registro fósil del Pleistoceno medio, tanto neandertales como humanos modernos del paleolítico superior y humanos modernos del neolítico.

«Todos los indicadores obtenidos son consistentes con una clasificación neandertal de los restos», han añadido los investigadores.