Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Terror adolescente al estilo de los años ochenta

LA NIÑA DE LA COMUNION
Estado español. 2022. 120’ Dtor.: Víctor García. Guion: Víctor García, Guillem Clua y Alberto Marini. Prod.: Mercedes Gamero y Edmon Roch. Int.: Carla Campra, Aina Quiñones, Olimpia Roch, María Molins, Marc Soler. Fot.: José Luis Bernal. Mús.: Marc Timón.

Esta vez la muñeca maldita es una muñeca de primera comunión.
Esta vez la muñeca maldita es una muñeca de primera comunión. (NAIZ)

La carrera del barcelonés Víctor García –no confundir con Víctor García León– es bastante atípica, porque se ha formado profesionalmente en los Estados Unidos, rodando entregas de sagas terroríficas y subproductos del género como ‘Return to House on Haunted Hill’ (2007), ‘Reflejos 2’ (2010), ‘Hellraiser: Revelation’ (2011), ‘Gallows Hill’ (2013) o ‘An Affair to Die For’ (2019). Al regresar ha hecho una película que fusiona la influencia anglosajona adquirida, palpable en el modo de dirigir, con el localismo costumbrista a lo Paco Plaza. En cualquier caso, homenajea al cine de terror adolescente de los años 80, introduciendo elementos reconocibles como la muñeca maldita.

Lo mejor de lo observado a su paso por Sitges es que consigue que parezca una realización de aquella década, a lo que contribuye el ambiente rural. Todo sucede en un pequeño pueblo del Levante, al que regresa la joven protagonista con su familia. Sara se siente allí extraña y se apoya en una nueva amiga.

Juntas vivirán una experiencia paranormal, cuando de regreso de una noche de fiesta creen ver al fantasma de una niña vestida de comunión, al igual que la muñeca que lleva. Alrededor del mito que conlleva la aparición surgirán una serie de incidentes inexplicables.