Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

La vida a cada rato

UNA BONITA MAÑANA
Estado francés-GB-Alemania. 2022. 112’. Tit. orig.: ‘Un beau matin’. ​Dtora. y guion: Mia Hansen-Love. Int.: Léa Seydoux, Pascal Gregory, Melvil Poupaud, Nicole García, Pierre Meunier. Fot.: Denis Lenoir.

Léa Seydoux cuida de Pascal Gregory en el rol de su padre enfermo.
Léa Seydoux cuida de Pascal Gregory en el rol de su padre enfermo. (NAIZ)

​Todo lo aprendido del gran maestro sueco del drama existencial parecía estar contenido en su obra cinéfila ‘La isla de Bergman’ (2021), pero ahora le toca a Mia Hansen-Love aplicar esas lecciones a su propia experiencia vital, reforzando aún más si cabe su cine de la cotidianidad, siempre con la pausa necesaria para retener el instante en la pantalla.

Y ‘Un beau matin’ (2022) no defrauda en ese sentido, porque está llena de esos momentos tan vívidos, unos luminosos y alegres, otros oscuros y tristes. El juego de contrastes no es buscado, sino que surge de forma natural, al igual que en el día a día, con puertas que se cierran y otras que, por fortuna, se abren.

La cineasta aplica esta vez su intuitivo método a un retrato muy personal de las relaciones paternofiliales, por lo mucho que marcan en sí mismas y también en el contacto con otras personas. Nos habla de cómo mira una mujer a los hombres y el grado en que busca ver en ellos el ejemplo inalcanzable del padre.

Léa Seydoux encarna a una mujer viuda con una hija de ocho años, la cual trabaja como traductora. Vive con su padre, un antiguo profesor de filosofía interpretado por Pascal Gregory y que sufre una enfermedad neurodegenerativa conocida como el síndrome de Benson.

A medida que la dependencia paterna aumenta se complica la situación, debido a la dificultad para encontrar el lugar adecuado donde pueda ser tratado. La hija inicia así un calvario que le lleva por residencias públicas y privadas, mientras el ingreso hospitalario ya no se puede alargar más.

En paralelo, un reencuentro casual con su viejo amigo Clément, al que da vida Melvil Poupaud, le devuelve la ilusión por emparejarse con alguien, si bien él atraviesa por una crisis matrimonial que no allana el camino. Hay todavía más familia de por medio, ya que está la exmujer del padre personificada por la veterana Nicole García. Pero toca ordenar los libros y recuerdos del enfermo, como si su vida se fuera diluyendo y pasando al olvido.