Soledad Galiana

Sinn Féin, la marea verde que anega el unionismo

Las elecciones en el norte de Irlanda han consolidado a Sinn Féin como el partido con mayores apoyos y récord de concejales. 

(Niall CARLSON | AFP)

Si las elecciones a la Asamblea de Belfast del pasado año auparon a Sinn Féin como partido más votado en las elecciones autonómicas norirlandesas, las elecciones municipales del jueves 18 de mayo lo han consolidado como el partido con mayores apoyos del electorado, con una subida de votos que algunos comentaristas políticos han descrito como el tsunami Sinn Féin.

Y una vez más, la formación republicana sacude los cimientos del statu quo político norirlandés, rompiendo el récord de número de concejales establecido por el DUP en 2014, cuando el partido unionista obtuvo 130 concejales. Con el recuento de votos finalizado, Sinn Féin ha obtenido 144 concejales, el 30,9% de las primeras preferencias en estas elecciones, un incremento del 7,7% sobre las locales del 2019.

Así mismo, el Partido de la Alianza se afianza con la tercera fuerza política en el panorama norirlandés, incrementando su voto en un 1,8%, lo que le ha valido alcanzar los 67 concejales, 14 más que en 2019.

Por su parte, el DUP ha conseguido limitar sus pérdidas, y si bien ha conseguido mantener su número de concejales en 122, su porcentaje de voto se ha visto rebajado en un 0,8%.

Lo que no ha cambiado ha sido el descenso del voto para los llamados partidos moderados del unionismo (UUP) y nacionalismo (SDLP), con una perdida en el porcentaje de voto de un 3%, lo que les ha valido una reducción de 21 y 20 concejales, respectivamente.

Son muchos los factores que pueden esgrimirse para justificar los resultados

Para Sinn Féin, rubrica el deseo de los ciudadanos del retorno de las instituciones norirlandesas, particularmente el Ejecutivo de Belfast, suspendidas desde enero de 2022 por la negativa del DUP a apoyar su formación.

Su veto supone un punto de presión para exigir la eliminación del protocolo para el norte de Irlanda del acuerdo de salida firmado por el Gobierno británico y la Unión Europea.

Estas elecciones indican que el mensaje unionista no ha captado la atención de nuevos votantes, y lo que los resultados de las elecciones a la Asamblea de 2022 y de estas locales le auguran al unionismo no es demasiado prometedor.

El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, ha llamado a la unidad unionista, basando la solución a la crisis del unionismo en una estrategia electoral más que política. Lo que Donaldson ha elegido ignorar es el hecho de que la composición demográfica del norte de Irlanda no le deja demasiado espacio a la esperanza a una estrategia electoral de colaboración entre los partidos unionistas, y que quizás la única posibilidad sería un replanteamiento ideológico del unionismo. Donaldson ha querido enmascarar unos resultados decepcionantes para las ambiciones de su partido, que esperaban atraer al electorado con su posicionamiento por un Brexit duro para el norte de Irlanda, con una bienvenida a la consolidación de su base electoral… Por ahora, la única estrategia del DUP en la de mantenerse a flote, a pesar de saber que el salvavidas pierde aire.

Y mientras el unionismo se enfrenta a una crisis existencial, Sinn Féin sigue ganando terreno. Si Donaldson quiere aprender lo que significa consolidación, debería estudiar atentamente la trayectoria de Sinn Féin, que se ha erigido como el partido hegemónico en zonas nacionalistas que tradicionalmente votaban al SDLP (en el distrito de Derry y Strabane, donde los 18 candidatos del partido han resultado elegidos), sino que ha comenzado a reclamar terreno en áreas de mayoría unionista, como en Antrim y Newtownabbey, donde el partido republicano ha conseguido un total de 9 concejales, cuatro más que en 2019; O en Armagh, Banbridge y Craigavon, donde Sinn Féin se ha hecho con la mayoría con 15 concejales; o en Lisburn, donde ha conseguido el primer concejal en la historia del partido.

El mensaje de la líder de Sinn Féin en el norte de Irlanda, Michelle O’Neill, que exige solucionar las necesidades básicas de una población desprotegida ante decisiones tomadas desde Londres a consecuencia de la decisión unionista de boicotear el Gobierno norirlandés, ha calado en la población. Como apuntaba la analista política Suzanne Breen en el “Belfast Telegraph”, «cuanto más dure el bloqueo a Michelle O’Neill en la toma de su posición como primera ministra, más votantes caerán en los brazos de su partido».