«Tuve la suerte de cumplir mi sueño y fui dibujante. Pero lo de ser editor ni siquiera lo había soñado. A lo largo de tantos años, en ‘El Jueves’ hubo momentos de todo: de ilusión, de cansancio, de renovación y de aburrimiento, de ganas de largarme o de subidones estratosféricos, pero esta revista ha sido mi vida –empecé con veintitrés años y la dejé con sesenta y dos– y todo lo que he conseguido en ella se lo debo a ‘El Jueves’. Si he publicado libros, producido teatro y televisión, o he sido invitado a maravillosos encuentros de pesca, pongamos por caso, ha sido porque yo era ‘el de El Jueves’ o ‘el del Dios’ que venía a ser lo mismo».

Así se expresa JL Martín cofundador de ‘El Jueves’ con Tom y Romeu en 1977 y coeditor con Gin y Óscar desde 1982, durante más de 30 años.

A través de Libros Cúpula, JL Martín ha publicado ‘DesMemorias de una revista satírica’, un libro que recoge la odisea de ‘El Jueves’.

Consumida cada semana y durante décadas, por entre 500.000 y 750.000 lectores, ‘El Jueves’ se convirtió en un referente de la sátira a nivel estatal.

Según explicó el autor, «en ‘El Jueves’ conocí grandísimos talentos, de los que he sido el primer fan, e hice buenas amistades que aún conservo. Y eso a pesar de lo que decía el gran Billy Wilder, que ser director consiste en que cuando llegas al estudio -a la redacción, en mi caso- has de interesarte por la salud del niño del cámara, los problemas de pareja del iluminador y de las inseguridades de los actores, pero que nunca nadie te pregunta a ti cómo te encuentras porque tú, al fin y al cabo, eres el director».

‘El Principito King Size’ y Aznar

Entre la gran cantidad de anécdotas vividas a lo largo de los años, JL Martín recordó la relacionada con el póster especial que dedicaron al entonces Príncipe Felipe.

«El poster –según el editor– llevaba por título ‘El Principito King Size’, desplegable, una parodia del tradicional póster que la revista ‘Playboy’ dedica a la playmate del mes. Se lo encargamos a Ventura, que hizo un dibujo fantástico. Y al cabo de cierto tiempo se recibió en redacción una carta con membrete de la Casa Real. La abrimos sospechando que nos pedirían Consejo de Guerra o algo parecido y la sorpresa fue cuando resultó ser una amable carta en la que un chambelán nos hacía saber que a ‘Su Alteza Real, el príncipe Felipe’, le haría ilusión colgar ‘reproducción’ de nuestro póster en sus aposentos privados».

En relación al personaje que mayor caudal inspirador ha despertado en la redacción de la revista, el que fuera uno de sus responsables no dudó en citar a José María Aznar.

«Aznar –dijo JL Martín– era todo lo que un humorista gráfico podía soñar: relamido, solemne y fatuo hasta lo indecible. Nadie estuvo nunca tan seguro de las bobadas que decía y nadie fue tan enfático a la hora de exponer obviedades. Don José María era capaz de informarnos de que el caballo blanco de Santiago era blanco y hacerlo creyendo que estaba descubriendo la teoría de la relatividad. Ah, y muy importante: era muy fácil de caricaturizar. Incluso los dibujantes más negados tuvieron ‘su’ caricatura de Aznar».

En su exposición, el editor y dibujante añadió que «semejante personaje, con su untuosa seguridad de poseer la verdad absoluta no tardó en rodearse de una auténtica pandilla basura, un chollo para nuestro oficio e ideal para una revista como la nuestra. Y desde la impunidad que le dio la mayoría absoluta en el año 2000, construir una red de corrupción que convirtió al PP y su entorno en lo más parecido que ha habido en el Estado español a la banda de Al Capone».

Finalmente y a la hora de explicar la fórmula de ‘El Jueves’, detalló que «los dos ingredientes básicos siempre han sido los personajes y la actualidad. Han convivido durante más de cuatro décadas y sin apenas mezclarse. Sí, ha habido alguna portada de actualidad protagonizada por algún personaje pero ocurrió en muy contadas ocasiones, yo diría que fueron las excepciones que confirman la regla. Dios fue portada cuando murió el papa, por ejemplo, y también el facha protagonizó portadas para denostar la Constitución o la ley del aborto».