Pello Guerra

La última campaña en Irulegi muestra vascones con poder adquisitivo expulsados por la guerra

La campaña de excavaciones de tres meses realizada este verano en Irulegi ha puesto en evidencia una sociedad vascona con poder adquisitivo, en la que se aprecia una paulatina romanización y que terminó expulsada del poblado por el ataque sufrido en el siglo I antes de Cristo.

Algunos de los restos hallados en la última campaña situados ante la nueva zona excavada, donde se aprecian, a la izquierda, las escaleras de una vivienda.
Algunos de los restos hallados en la última campaña situados ante la nueva zona excavada, donde se aprecian, a la izquierda, las escaleras de una vivienda. (Iñigo URIZ/FOKU)

Unos vascones con notable poder adquisitivo, romanizados paulatinamente y que terminaron siendo expulsados del lugar por la guerra que arrasó su poblado son algunas de las conclusiones que ha puesto evidencia la última campaña realizada en el yacimiento de Irulegi.

Así se ha detallado en el balance ante la prensa de la decimoquinta campaña realizada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que ha desgranado a pie de excavaciones el director de los trabajos, Mattin Aiestaran.

En esta ocasión, los fondos conseguidos por EH Bildu a través de su acuerdo presupuestario con el Gobierno de Pedro Sánchez han permitido prolongar la campaña de excavaciones de este verano durante tres meses, frente al mes y medio habitual.

Unos trabajos que en esta ocasión tenían como principal objetivo la zona situada al este de la vía principal del poblado vascón. Para ello, en junio se realizaron nuevas prospecciones geofísicas y en base a esos planos, se decidió excavar «una de las viviendas más importantes» y que cuenta con una extensión de unos 70 metros cuadrados, similar a las de las ya excavadas y donde fue localizada la Mano de Irulegi.

Tras las correspondientes excavaciones arqueológicas, en las que han participado cerca de cien personas voluntarias, se han llegado a una serie de conclusiones que han puesto en evidencia el poder adquisitivo de los vascones del siglo I antes de Cristo y lo que sucedió en ese momento en su poblado.

Una escalera singular

Por un lado, se ha podido comprobar que la zona este del poblado «también fue atacada, incendiada», como había quedado en evidencia en la parte excavada al oeste de la vía principal. Y que, además, «fue abandonada y no se superó el hábitat más allá de la época de los años 70 de ese siglo, durante la guerras sertorianas». Por lo tanto, Ayestaran ha concluido que «Irulegi fue atacado en toda su área y abandonado después».

Esta circunstancia ha hecho de nuevo que los materiales arqueológicos localizados también han aparecido en «posición primaria, original, tanto en la vivienda como en los alrededores».

La vivienda en sí ya ha deparado sus sorpresas, ya que cuenta con «una característica muy singular que no se ha hallado en el entorno circumpirenaico», según ha explicado el director de las excavaciones. Se trata de una escalera que «da a la entrada del edificio y que conecta directamente la casa con la vía principal. Son siete peldaños perfectamente conservados que nos hablan de un urbanismo muy desarrollado, planificado, pero a la vez tiene su singularidad propia». Incluso se ha podido apreciar que ese urbanismo tiene «varias fases superpuestas, con una ampliación en la casa excavada que casi llega a doblar su área respecto a la fase anterior».

¿Y qué materiales se han encontrado? Básicamente, «elementos cotidianos y otros más singulares» consistentes en restos de cerámicas, óseos de animales, además de abalorios y guerreros como puntas de flecha y de lanza.

Esas piezas ponen en evidencia cómo era la economía de esos vascones, ya que se ha constatado que «cada vivienda tenía su propio molino para hacer harina, lo que nos habla del peso que tenía la familia en su socioeconomía»

Además, al tratarse de una sociedad agraria, también han aparecido restos de «recipientes cerámicos de gran dimensión, muy usuales en el valle del Ebro, pero también de elementos de cocina de la zona de montaña y Aquitania». Por lo tanto, se trata de un enclave que tiene influencias «que le vienen del norte y del sur».

Aceite del Adriático y vino de Etruria

Pero que incluso van más allá, ya que han sido localizados «varios elementos de importación, con tres ánforas que evidencian que se traía aceite del Adriático y vino desde Etruria, desde Italia, que, además, consumían en recipientes romanos».

El hecho de que productos de lugares lejanos se consumieran en pleno corazón del territorio vascón «nos habla de un mestizaje cultural importante que nos está desvelando una pieza del puzzle que desconocíamos hasta ahora y que es la romanización paulatina y compleja de los vascones, que ya están en contacto con Roma»

De hecho, los pobladores de Irulegi del siglo I antes de Cristo incluso «intentan imitar técnicas constructivas romanas, pero no lo hacen adecuadamente, porque les falta la metodología».

Por lo tanto, estos vascones «ya saben sobre los romanos, están en contacto con ellos, han visto el Mediterráneo y lo intentan traer aquí e intentan adaptarse, pero sin perder sus peculiaridades».

Unos romanos que van a terminar provocando el final del poblado, como evidencian las 75 puntas de flecha incendiaria localizadas en las excavaciones, «un número inusual y que nos habla del ataque que sufrió Irulegi».

Estas son algunas de las piezas localizadas en la campaña de este verano en Irulegi, que han sido guardadas en el Depósito Arqueológico del Gobierno de Nafarroa en Cordovilla, para «ser estudiadas en los próximos meses».

Un trabajo que, en su conjunto, se prolongará durante años, ya que, como ha recordado Ayestaran, por el momento se ha excavado en dos hectáreas de las 14 que integraban el poblado y ya se sabe, gracias a las prospecciones geofísicas, que la explanada situada frente al castillo «está llena de edificios». Así que «tan solo hemos comenzado a saber algo sobre el poblado de Irulegi».

Un yacimiento que sigue suscitando un gran interés que desde el Ayuntamiento del valle de Aranguren se intenta encauzar para que sea lo más respetuoso posible con el entorno y los habitantes de la zona. Así lo ha comentado su alcalde, Manolo Romero, quien ha destacado que se ha habilitado un nuevo parking para 150 vehículos para las visitas al yacimiento y que se ha conseguido que el Consistorio sea el propietario de los suelos donde se desarrollan los trabajos.

Romero ha recordado que a lo largo de este verano más de 2.000 personas han visitado Irulegi y que el Ayuntamiento está trabajando con el Gobierno de Nafarroa y los partidos políticos para presentarles el plan estratégico del valle de Aranguren, siempre «buscando poner en valor el monte, la Mano y las instalaciones».