Arnaitz Gorriti
Kirol-erredaktorea, saskibaloian espezializatua / redactor deportivo, especialista de Baloncesto

Dusko Ivanovic: «El ‘Carácter Baskonia’ es no rendirse, creer siempre y disfrutar sufriendo»

La paliza al Barça, la remontada ante Asvel Villeurbanne, sumando el MVP en ambas jornadas de Euroliga, más el triunfo ante Valencia Basket sin Markus Howard, cortando una racha de cuatro derrotas en la ACB, tiene la guinda de la confesión de Dusko Ivanovic, cuyo hermano Dragan moría hace dos años.

Dusko Ivanovic es exigente, sí, pero cada vez muestra más matices.
Dusko Ivanovic es exigente, sí, pero cada vez muestra más matices. (Raul BOGAJO | FOKU)

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón 

Fito Páez

Como es normal, Dusko Ivanovic, como cualquier otra persona, tiene su vida más allá de su profesión y tiene todo el derecho del mundo a guardar silencio al respecto, porque su vida privada le pertenece. Aparte de su pasión por el basket o su formación como abogado, es conocida su afición a la música clásica, la ópera y otras bellas artes, su afición por aprovechar los días libres en el trajín de viajes y partidos para visitar museos, ruinas, teatros y demás, y también, dicen quienes lo conocen más de cerca, es un gran experto en vinos.

Tampoco es un secreto que su relación con Gasteiz es mucho más estrecha que con cualquier otra ciudad, por más que ya tenía 43 años la primera vez que recaló en la capital alavesa, allá por el año 2000, y es por eso que tiene un valor incalculable la confesión del propio técnico baskonista en la rueda de prensa posterior la gran semana de victorias de Saski Baskonia, cerrada el domingo tras batir a Valencia Basket por 83-74, cortando una racha de cuatro derrotas ligueras seguidas.

«Si me permitís y acabo con esto. Hoy tenía una ayuda especial. Hace dos años murió mi hermano y yo sabía que iba a estar conmigo», dijo un Dusko Ivanovic que, pese a ocultarse tras la visera, dejaba traslucir una lógica y comprensible emoción. El Dusko Ivanovic fiero, el que podía llegar a mostrarse descontento pese a haber ganado de paliza... aquel que llevó a Saski Baskonia a su primer título liguero y a dos finales de la Euroliga, difícilmente hubiera realizado una confidencia así de sentida. Pero este Dusko Ivanovic, quizá el más paternal –no por ello menos exigente– y el más cálido, abrió su corazón durante unos instantes. Unos tímidos aplausos recorrieron la sala de prensa del Buesa Arena, entre la incredulidad y la emoción, al reconocer que el preparador montenegrino había caído no ya de pie, sino con todo, hasta con las venas abiertas.

El 15 de noviembre de 2021, los «idus de noviembre» terminaban con la tercera etapa de Dusko Ivanovic en Gasteiz. Solo cuatro días más tarde, a los 66 años, la covid-19 se llevaba a Dragan, el hermano mayor de Dusko Ivanovic. Leyenda del Buducnost de Podgorica –conocido como Titogrado entre los años 1945 y 1992, en honor al presidente yugoslavo Josip Broz «Tito»–, Dragan Ivanovic, fue el capitán del Buducnost durante 12 años, metiendo al equipo referente de Montenegro en la primera división de la Liga Yugoslava en 1980.

Durante varias temporadas, Dragan y Dusko Ivanovic coincidieron en la plantilla, siendo Dusko en aquellos primeros años 80 el máximo anotador de la competición doméstica yugoslava, antes de que en 1987 recalara en la Jugoplastika de Split, erigido como mentor de un equipo de leyenda que no necesita presentación al ganar tres Euroligas entre 1989 y 1991, con Toni Kukoc y Dino Radja como principales estrellas y Boza Maljkovic –bajo la tutela de la alargada sombra del «Profesor» Aza Nikolic– en el banquillo.

¿Quizá sintiera el propio Dusko la necesidad de «dar sentido al sufrimiento», en el recuerdo de su hermano mayor? ¿Pudo ser su alegría algo más que un alivio? Eso solo lo sabe él porque a él le pertenece, pero también hizo partícipes a los demás de un momento significativo para él, que estrecha todavía más los lazos entre Dusko Ivanovic y Saski Baskonia.

Calma y confianza

Esa confidencia fue el broche de oro a una semana de tres partidos que se antojaba difícil, pero que ha salido perfecta. Luego de la derrota en dos prórrogas ante Obradoiro –con Jordan Howard ganándole la partida a su hermano Markus–, los gasteiztarras recibían al Barça de Roger Grimau el miércoles en el Buesa Arena, y un espectacular Codi Miller-McIntyre reventaba el partido logrando además el MVP de la jornada de Euroliga.

A pesar de las lesiones y la enfermedad –ausencia de Marinkovic por gripe hasta el domingo; Tadas Sedekerskis jugó el miércoles, pero el viernes no–, o de recuperar aún muy lejos de su mejor forma a Khalifa Diop o a Nico Mannion ante Asvel Villeurbanne, Saski Baskonia supo también darle la vuelta a un mal inicio de partido en la cancha de Asvel Villeurbanne, hasta imponerse por 81-88, en el último encuentro de Euroliga del Astroballe –el club que dirige Tony Parker estrenará una nueva cancha para los partidos continentales-, volteando un 39-23 adverso. No todos los días Markus Howard hará un 8 de 13 en triples, pero era Chima Moneke, uno de los principales valedores de Dusko Ivanovic en su Cuarta Venida, quien conquistaba el MVP de esta jornada encadenada de la Euroliga, con 19 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias.

«Dusko nos da confianza. Nos dice cada día que tengamos confianza en nosotros mismos, y es por eso por lo que el equipo va con todo con él», admitía el ala-pívot nigeriano, cuyos habituales aspavientos y gestos de cara al público no hay hecho ni enarcar una ceja a su entrenador, conocedor de los límites de la cancha y los momentos en los cuales Moneke debe estar a su labor, y en cuáles puede dar rienda suelta a su condición de showman.

«Chima ha jugado muy bien estos tres partidos. Creo en él, pero creo que lo puede hacer todavía mejor», le replicaba con 48 horas de diferencia Dusko Ivanovic, en la sala de prensa de Zurbano.

Por su parte, Markus Howard, pese a no ser el MVP ante el Barça ni ante Asvel Villeurbanne ni pese a sus 35 puntos, había sido una de las piedras angulares de estos buenos resultados, pero en el duelo de Liga ACB del domingo –en rigor, otro duelo de Euroliga, ya que los de Alex Mumbrú también la disputan y están justo por delante del Baskonia, igualados con un balance de 5-4– no iba a estar, a causa de unos dolores de espalda que obligaban al club gasteiztarra a ser precavidos.

«Esto es normal a lo largo de la temporada. Una lesión o una baja puede venir en cualquier momento, pero lo que importa es el rendimiento que den los que están en la cancha», recalcaba tras el partido del domingo Dusko Ivanovic.

Ciertamente, no hubo ninguna exhibición triplista –salvo el 3 de 3 de Sedekerskis–, aunque un 11 de 30 desde la larga distancia –un 37% de efectividad– es aceptable, sobre todo porque los gasteiztarras lanzaron 15 triples en cada una de las dos mitades, pero solo metieron 3 antes del descanso –uno de ellos obra de Maik Kotsar en una jugada difícilmente repetible– y firmaron un 8 de 15 tras el receso.

Por otro lado, los gasteiztarras firmaron un 19 de 29 en tiros de dos –un 65%– y un espectacular 12 de 13 en tiros libres –14 de 14 ante el Barça; 16 de 18 ante Asvel; un total de 42 de 45: por encima del 93% de efectividad desde la «línea de los suspiros»–, y aunque perdieron claramente el rebote –25 a 37–, repartieron más asistencias y pusieron más tapones, siendo Khalifa Diop y Nico Mannion los únicos que no anotaron y con cuatro jugadores sumando 10 puntos o más.

«Hemos conseguido el comienzo de cómo quiero que se juegue», resumió Dusko Ivanovic, cuya principal misión desde el banquillo está siendo repetir la consigna de guardar la calma y, aun entendiendo que la velocidad es cada vez más importante en el baloncesto, hay que saber leer el momento para elevar o pausar el ritmo. «No hay que jugar rápido a toda costa, en las transiciones sí, pero controlar el ritmo del partido es muy importante», recalcaba el de Bijelo Polje.

Y de paso, en estos últimos partidos Chris Chiozza y Dani Díez han empezado a aportar. El base, aunque parece relegado a ser el suplente de Codi Miller-McIntyre, empieza a ofrecer temple a la hora de dirigir a sus compañeros. El alero madrileño, ejerciendo de alero, empieza a ver aro con sus triples y a aportar en el rebote, ganándose un lugar en el quinteto titular.

Mis amados enemigos

Este lunes es día de descanso para el plantel de Saski Baskonia, algo que en el Saski Baskonia de los primeros años del Tercer Milenio casi no existía. Hasta el calentamiento rival debía llevar scouting durante aquellos días, según se cuenta en los mentideros gasteiztarras.

Pero que la figura de Dusko Ivanovic haya relajado el gesto no significa que haya relajado la exigencia. «Los jugadores han tenido un mérito increíble, pero tenemos que mejorar en todo. Por eso, el lunes descansamos y a partir del martes, a trabajar», sentenciaba el de Bijelo Polje, que en esta recién recuperada consistencia de su equipo encontraba, además, lo que en su su opinión y supone el lema –explotado hasta la náusea– del «Carácter Baskonia».

«El 'Carácter Baskonia’ es no rendirse nunca, creer siempre y disfrutar sufriendo», dijo, en un corolario perfecto para una racha de victorias y el recuerdo de su hermano Dragan.

Pero las rachas son finitas; bien lo sabe el propio Dusko Ivanovic que, de haberle ido bien las cosas en el Estrella Roja de Belgrado, no estaría ahora en Gasteiz. Esta semana Saski Baskonia podrá aprovecharla para entrenar más y con más efectivos, toda vez que, excepto Nikos Rogkavopoulos, el resto de jugadores van a poder estar a lar órdenes del técnico montenegrino.

Después de haber ganado al Barça y Valencia Basket en casa y Asvel Villeurbanne fuera, AS Mónaco y Baxi Manresa, ambos rivales que deberán visitar el Buesa Arena esta semana, parecen perfectamente asequibles. Los monegascos asomarán por Zurbano el viernes a las 20.30, mientras que el la escuadra que dirige Pedro Martínez se dejará ver el domingo a las 17.00.

Por lo pronto, ambos rivales están cerca, pero por encima de Saski Baskonia en la tabla clasificatoria, por lo que no dejan de ser rivales directos. En especial un Mónaco que tiene en su seno a Mike James, ex del Baskonia entre 2014 y 2016, que con el tiempo se ha convertido en uno de los «amados enemigos» de la parroquia gasteiztarra –como bien pueden ser Alex Mumbrú, Rudy Fernández, Wade Baldwin, Txus Vidorreta, Ettore Messina y otros–.

AS Mónaco es un recién llegado a la Euroliga, al punto de que solo hay cuatro partidos entre monegascos y gasteiztarras, con un balance de 3-1 para la escuadra de Montecarlo. Casualidades de la vida, el técnico que entrenaba a lois gasteiztarras en la única victoria del Baskonia al AS Mónaco, el 22 de octubre de 2021, fue Dusko Ivanovic.

Y también fue el mejor partido de Mike James con esta su última camiseta frente a los gasteiztarras. El de Portland ya tiene 33 años y desde que saliera de Moscú a vestidos diversas camisetas y dejado muestras de su talento como rival del Baskonia, pero con el cuadro monegasco llegó a los 18 puntos en aquel duelo cerrado con 78-66 para los gasteiztarras. Junto con el ex de Bilbao Basket Danilo Andjusic, Mike James fue casi el único argumento esgrimido por los entonces entrenados por Zvezdan Mitrovic, técnico que saldría por la puerta de atrás, después del enésimo encontronazo de Mike James con un entrenador.

El base de Oregon estuvo en dos de los tres siguientes choques frente al Baskonia. La dolorosa derrota por 78-68, el 25 de marzo de 2022, dejó a los entrenados por Neven Spahija sin opciones de optar al Top 8 de la Euroliga, a pesar de que Mike James se quedó en 9 puntos, con un 3 de 11 en tiros de campo. No le fue mucho mejor el 18 de noviembre del año pasado, pese a ganar por 79-74, Mike James se quedó en 10 puntos, y pese a sus 7 asistencias, fue Elie Okobo el que certificó el triunfo de los de Sasa Obradovic.

Un Sasa Obradovic que apartaría a Mike James de cara al duelo del pasado mes de marzo en el que los monegascos volverían a hacerle la Pascua al Baskonia, imponiéndose por 93-102, con Okobo nuevamente clave en el tramo final, y un Chima Moneke que firmó 14 puntos y 13 rebotes. De hecho, una bronca sin motivo aparente de Mike James sobre Moneke en medio de un partido, a cuenta de la excesiva efusividad del ala-pívot nigeriano, hizo que Sasa Obradovic apartase temporalmente al base, pero luego de la vuelta del de Portland al seno de la plantilla, fue Moneke el que perdió todos los galones. Es por eso que el jugador nigeriano se las verá con dos personajes con quien no acabó del todo bien la pasada campaña, y por la que el número 95 del Baskonia mostraba su «rabia» y sus ganas de demostrar cosas en su presentación.

Otra cosa será el domingo con el Manresa. Pedro Martínez fue uno de los valedores de Chima Moneke en la Liga ACB, en aquel espectacular Manresa que alcanzó la final de la FIBA BCL el año 2021. Asimismo, el técnico barcelonés devolvió a los gasteiztarras a la final de la Liga ACB 2018, y aunque ha salido dos veces por la puerta de atrás, es uno de los entrenadores más apreciados por la parroquia baskonista, aunque ojo, que no deja de ser un rival directo para meterse en la Copa. Manresa no tiene el nombre de otros adversarios, pero con un entrenador tan bueno como Pedro Martínez y jugadores que creen en él, es capaz de ganar en Zurbano, si el Baskonia no pone su talento y su carácter sobre la pista.