No hay precedentes de una matanza de reporteros de guerra como la que se ha desatado en la Franja de Gaza. Se la compara con la guerra de Irak, donde murieron 230. Pero el ejemplo no le ajusta demasiado bien. Fueron 230 periodistas en siete años. En Gaza van 88 en tres meses. Irak tiene 43 millones de habitantes y Gaza solo dos. Irak se sumió en el caos y las distintas facciones iniciaron una violenta pelea por el poder en el nuevo régimen que sustituiría al de Sadam Hussein, sumiendo al país en una feroz oleada de atentados de uno y otro signo. Dentro de Gaza, todas las muertes tienen una única autoría. 

Quizá cuadre mejor la comparación con la guerra de Ucrania, donde, en el primer año, fallecieron un total de 8 periodistas. 

Siendo precisos, Mohamad Thalathini no es el 88º reportero muerto. Otros tres han muerto en Líbano, también por artillería del Estado sionista, y cuatro periodistas israelíes murieron el día del asalto de Hamas. Sería aventurado decir que a estos cuatro los mató la milicia islámica, sobre todo después de que el periódico más leído en Israel, ‘Yediot Ahronot’, informara esta semana de que las decenas de vehículos calcinados aquel día no habían sido destruidos por Hamas, sino por el Ejército israelí. Hubo orden de disparar contra todos los coches que iban rumbo a Gaza ese día. No querían más rehenes. 

Thalathini es un periodista de guerra poco convencional, pues no lo eligió. Trabajaba para el medio ‘Al Quds’, que tiene su web en árabe, pero que ahora también difunde la masacre a través de redes sociales con material propio y en inglés. 

Ni eligió ser periodista de guerra ni apenas tocó otros palos. Acababa de licenciarse. Solo cubrió, por tanto, el bloqueo de la Franja y la guerra genocida que Israel lanzó contra él y su gente. Fuera no había otra cosa. No conoció otra vida. Por eso no murió como se supone que mueren los periodistas de guerra, acudiendo valientemente al frente movido por un compromiso hacia su profesión. 

No, Thalathini falleció en su casa, junto a su familia. El frente de guerra le vino encima y a él le tocó contarlo. Aunque es bien discutible, por otra parte, que Gaza tenga frente alguno. No hay trincheras y gente apostada a un lado y al otro intercambiando balazos. Son bombas que caen y caen desde el aire. A razón de 700 toneladas de explosivo diario en las últimas jornadas.

La Federación Internacional de Periodistas cerró el recuento de 2023 en 94 periodistas muertos en todo el mundo. Un 72% fallecieron en Gaza. Thalathini es el sexto muerto en Gaza de 2024.