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El CNI espió a Aragonès alegando que dirigía a los CDR desde «la clandestinidad»

El CNI justificó ante el juez el espionaje al president Pere Aragonès aduciendo que era el máximo responsable de los CDR y quien coordinaba sus acciones desde «la clandestinidad».

El president catalán, Pere Aragonès, el 23 de enero.
El president catalán, Pere Aragonès, el 23 de enero. (David ZORRAKINO | EUROPA PRESS)

El CNI investigó al actual president de la Generalitat, Pere Aragonès, alegando que creía que era quien dirigía a los Comités de Defensa de la República (CDR) y coordinaba sus acciones en la clandestinidad y, por este motivo, instaló el software espía Pegasus en su móvil cuando era vicepresident de la Generalitat.

Así lo justificó el CNI al solicitar el aval del Tribunal Supremo para espiar a Aragonès, según figura en los autos sobre el espionaje al president que el Gobierno español desclasificó parcialmente a petición del juez, aunque no le entregó los documentos requeridos.

De acuerdo con Efe, se trata de tres autos, a cuyo contenido ha tenido acceso la citada agencia parcialmente: uno de julio de 2019 en el que el juez del Supremo autoriza el ataque con el software malicioso y otras dos prórrogas de tres meses de octubre de 2019 y de enero de 2020.

Según consta en las resoluciones judiciales, el CNI planteó espiar el móvil de Aragonès cuando era vicepresident de la Generalitat con Quim Torra, porque sospechaba que, en paralelo a su papel institucional y desde la «clandestinidad», ejercía funciones de coordinador de los CDR.

Así, el los documentos figura que los servicios secretos no pidieron usar Pegasus en el móvil de Aragonès por su condición de vicepresident, sino por su supuesto papel de «dirección y coordinación» de las actividades de los CDR, coincidiendo con las protestas contra la sentencia del procés y los meses posteriores.

«Partes eliminadas» páginas enteras tachadas

Fuentes consultadas por Europa Press y de la Presidencia de la Generalitat citadas por Vilaweb han asegurado que los documentos sobre el espionaje a Aragonès que el Ejecutivo de Sánchez desclasificó están «llenos de partes eliminadas», con páginas enteras tachadas, y que son «totalmente insuficientes».

El Gobierno españo ha remitido esta mañana al juzgado los tres autos del Supremo que avalaron el ataque con Pegasus, la única documentación secreta relacionada con el espionaje a Aragonès que el Consejo de Ministros ha acordado facilitar, la víspera de que la exdirectora del CNI Paz Esteban declare este viernes como investigada por la querella presentada por Aragonès por el espionaje al que fue sometido. Esteban conectará desde Madrid por videoconferencia con el Juzgado de Instrucción 29 de Barcelona, y el juez y las partes la escucharán desde una sala de la Ciutat de la Justicia.

En diciembre, Aragonès compareció ante el juez para ratificar la querella que inició esta causa y, en su declaración, atribuyó al CNI el espionaje telefónico que sufrió. Contó al juez que detectó el espionaje en julio de 2020 a raíz del informe de Citizen Lab que lo alertó de que había «varios indicadores de compromiso» en su teléfono.

A raíz de este aviso, encargó un informe pericial que detectó infecciones desde 2018 hasta marzo de 2020 y que habían llegado a su móvil a través de mensajes SMS que él no detectó en el momento, cuando era vicepresident de la Generalitat y conseller de Economía.