
Reporteros Sin Fronteras revela en su último balance un «recrudecimiento alarmante» de los ataques contra periodistas, especialmente en las zonas de conflicto, donde se concentra la mitad de las muertes violentas de profesionales de la información registradas este año.
«Los periodistas no mueren, los matan; no están en la cárcel, los regímenes los han encerrado; no han desaparecido, los han secuestrado. Estos crímenes, a menudo orquestados por gobiernos o grupos armados, son un agravio al derecho internacional y, con demasiada frecuencia, quedan impunes. Debemos cambiar lo establecido y recordarnos a nosotros mismos, como ciudadanos, que es por nosotros, para informarnos, por lo que mueren los periodistas. Debemos seguir contando, denunciando, investigando y velando por que se haga justicia. La fatalidad nunca debe triunfar. Proteger a quienes nos informan es proteger la verdad», afirma Thibaut Bruttin, director general de RSF.
En relación con los 54 periodistas muertos, RSF ha detallado que 31 lo fueron en zonas de conflicto –Oriente Medio, Irak, Sudán, Birmania y Ucrania–, alcanzando su nivel más alto en cinco años (57,4%).
Gaza es la región más peligrosa del mundo para los periodistas, al concentrar un tercio de estos fallecimientos «a manos del Ejército israelí» cuando estaban «en el ejercicio de su profesión. Palestina es el país más peligroso para informar y registra el mayor número de asesinatos de reporteros en todo el mundo, en los últimos cinco años». RSF ha presentado cuatro denuncias ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra cometidos contra reporteros por Israel.
La difícil situación política y social en Pakistán ha desembocado en un aumento de los ataques a periodistas en ese país, que se convierte, con siete fallecidos, en el segundo donde más informadores han muerto de forma violenta en lo que va de año por ejercer su profesión.
En Bangladés, las cinco víctimas mortales estaban cubriendo unas manifestaciones en julio que fueron duramente reprimidas por las fuerzas del orden. Igual cifra marca México, con cinco periodistas muertos en 2024.
Encarcelados
RSF ha constatado asimismo un aumento del número de periodistas encarcelados en 2024 (+7,2%), que se debe, en particular, a las nuevas detenciones en Rusia (+8) e Israel (+17). Israel es el país que más periodistas ha encarcelado desde el comienzo de la guerra de Gaza, en octubre de 2023, convirtiéndose en la tercera mayor prisión del mundo para la prensa.
Las mayores cárceles del mundo son China (124 periodistas presos, 11 de ellos en Hong Kong), Birmania (61), Israel (41), Bielorrusia (40) y Rusia (38). En todo el mundo hay 550 periodistas encarcelados. Este año 72 periodistas han sido condenados a penas que suman más de 250 años.
Secuestrados y desaparecidos
Respecto a los 55 periodistas secuestrados, el 70% se encuentra en Siria. «La mayoría de ellos fueron secuestrados por el Estado Islámico durante la guerra, y diez años más tarde, sigue siendo extremadamente difícil, por no decir prácticamente imposible, obtener información sobre su paradero», ha manifestado RSF, que considera que la caída del régimen de Bachar al Asad «abre una ventana de esperanza para el periodismo».
Un total de 95 periodistas permanecen desaparecidos en 34 países del mundo, más del 25% ha desaparecido en los últimos diez años. «Estas desapariciones son a menudo atribuibles a gobiernos autoritarios o negligentes y subrayan la urgente necesidad de reforzar la protección de los periodistas y luchar contra la impunidad». México concentra más del 30% de los casos de periodistas desaparecidos.
Este año han desaparecido cuatro periodistas más: Fabiola Tercero en Nicaragua, Alain Traoré en Burkina Faso, Zhanna Kyselova en Rusia y Hanin Gebran en Siria.

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