
Israel está aumentando sus ataques contra Irán en cantidad y en alcance, llegando a cometer claros crímenes de guerra tras comprobar que sus defensas no son tan fiables como esperaba y que Teherán sigue respondiendo.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó que la emisora estatal iraní, IRIB, estaba «a punto de desaparecer» poco antes de un ataque contra la cadena cuando emitía en directo.
Pudo verse cómo una de las presentadoras interrumpía la locución para salir apresuradamente del estudio mientras caían algunos restos del techo y se levantaba polvo. El canal de noticias pasó a emitir contenido pregrabado, pero ha retomado poco después la emisión en directo.
El Ejército israelí había ordenado a la población civil que evacuara el área alrededor de su sede en el noreste de Teherán anunciando un ataque a una «infraestructura militar», pero el objetivo resultó ser la televisión, como ya sospechaban algunos residentes que abandonaron la zona tras cargar sus coches con prisas y presas del pánico.
Esta zona del tercer distrito de Teherán es un barrio densamente poblado, donde además de la emisora se encuentra un importante edificio de policía, la residencia del personal de la embajada británica, las embajadas de Qatar, Omán y Kuwait, oficinas de la ONU, así como varios hospitales.
Israel lo justificó luego como un ataque a «la autoridad de difusión de propaganda e incitación del régimen iraní», lo que no deja de ser un ataque a una infraestructura civil y a un medio de comunicación.
Previamente, las bombas israelíes alcanzaron el hospital Farabi, en la provincia de Kermanshah, en el oeste del país, y el propio Katz amenazó a la población civil. «Los residentes de Teherán se verán obligados a pagar el precio de la dictadura», avisó.
Matar a Jamenei
Además de los ataques a la población civil, las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmaron que su objetivo va más allá de las capacidades nucleares o balísticas de Irán, apuntando a un cambio de régimen.
Así, aseguró que matar al líder supremo iraní, Ali Jameneí, no supondría «una intensificación del actual conflicto, sino que le pondría fin» y no quiso descartar que su Gobierno esté intentando matar al clérigo chií.
«Estamos acabando uno por uno» con los miembros del alto mando militar, añadió Netanyahu, a la vez que se jactaba de sus intervenciones militares con las que «hemos cambiado Oriente Medio».
Durante la noche del domingo, Israel afirmó haber atacado más de 80 objetivos. Entre los lugares alcanzados se encuentra un centro del ministerio de Defensa en Isfahan y una sede policial en Teherán.
Este ensañamiento llega después de que Israel haya comprobado que sus sistemas antimisiles Cúpula de Hierro, no son totalmente infalibles y los proyectiles iraníes han podido traspasarlos.
Al Cúpula de Hierro, Israel ha añadido otros sistemas como el Honda de David, Arrow-2 y Arrow-3, que interceptan diferentes tipos de misiles. Aunque efectivos cerca de un 90%, incluso Hizbulah, Hamas y Yemen logran superarlos en ocasiones.
Los ataques de Irán han provocado al menos 24 muertos y 592 heridos en Israel, incluso en personas que se habían refugiado en un búnker en Petah Tikva, donde murieron cuatro israelíes.
En Irán han muerto al menos 250 personas –entre ellas numerosos niños–, además de registrar más de un millar de heridos, según el Ministerio de Sanidad iraní.
Netanyahu cifró en 370 los misiles balísticos lanzados por Teherán, además de cientos de aparatos aéreos no tripulados.
Aun así sostuvo que la aviación israelí «controla el cielo de Teherán» y el Ejército anunció que destruyó con un dron dos cazas iraníes en el mismo aeropuerto de Teherán.
También asegura haber destruido «la principal instalación» del centro de enriquecimiento de uranio de Natanz, aunque la Agencia Internacional de la Energía Atómica señala que están destruidas las infraestructuras en la superficie, pero «nada indica un ataque contra la planta bajo tierra» que alberga la principal instalación. Aun así, el corte de electricidad podría haber dañado miles de centrifugadoras. No observó ningún daño en la planta de enriquecimiento de Fordo, y en la de Isfahan, las bombas alcanzaron cuatro edificios. La Agencia no ha detectado fugas radioactivas, si bien alertó de que pueden producirse, sobre todo en Natanz.
Teherán intensifica la caza de infiltrados del Mossad israelí
La Policía iraní anunció el domingo la detención de dos miembros de los servicios secretos israelíes, el Mossad, a las afueras de Teherán, con más de 200 kilos de explosivos, además de «23 drones, lanzadores, dispositivos de guía y controladores, junto con un automóvil Nissan». Horas antes, informó de la detención, en la ciudad de Savjbolagh, en la provincia de Alborz, de otros dos miembros de una «célula terrorista del Mossad» que trabajarían fabricando bombas, explosivos, bombas-trampa y material electrónico. Las autoridades han presentado hasta ahora 28 acusados ante la Fiscalía de Seguridad de Teherán en 15 casos distintos de supuesto espionaje. El jefe del poder judicial iraní, Gholamhossein Mohseni Ejei, urgió ayer a realizar juicios rápidos. «Si una persona es arrestada por tener vínculos con el régimen sionista y colaborar con él, su juicio y condena deben llevarse a cabo con gran celeridad, de conformidad con la ley y dadas las condiciones de la guerra».
El Gobierno iraní anunció la ejecución por ahorcamiento ayer mismo de Esmail Fikri, un hombre de nacionalidad iraní detenido en 2003 y condenado por espionaje en favor del Mossad, la tercera en las últimas semanas. Fue ahorcado tras la ratificación de la sentencia por el Tribunal Supremo.
Los europeos llevan al G-7 su apoyo total a Israel
El canciller alemán, Friedrich Merz, avanzó ayer que la postura europea en la cumbre del G7 sobre el conflicto entre Israel e Irán es que Teherán «no debe poseer bajo ningún concepto armas nucleares», mientras que Tel Aviv tiene derecho a atacar Irán.
Se esperaba un comunicado conjunto en el que se apuntaban «unas primeras ideas», según Merz, y a la que los miembros europeos aportarán esta posturas. Merz añadió que «personalmente» no ve posible un papel de mediación para el presidente ruso, Vladimir Putin. También aseguró que EEUU ha dejado claro su deseo de «no implicarse», pero que si se ve amenazadas las bases estadounidenses en la región o importantes vías comerciales es «muy probable» que intervenga.
La constatación de que la Cúpula de Hierro no es infalible y de que Irán resiste, hace que Benjamin Netanyahu siga apelando al apoyo de EEUU y del resto de sus aliados. Washington –con Jordania– ya colaboró en el derribo de misiles iraníes y el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que «desde hace mucho tiempo les hemos apoyado con mucha fuerza e Israel ahora mismo está haciéndolo muy bien». Además, emplazó a Teherán a «negociar antes de que sea demasiado tarde». Interrogado por si EEUU se implicará directamente en la guerra, Trump obvió la pregunta. «No quiero hablar de eso», dijo.
Israel espera llevar a Washington al conflicto de forma abierta, bien porque Irán ataque algún objetivo estadounidense, por el cierre del estrecho de Ormuz o incluso bajo un ataque de falsa bandera, según el exnegociador israelí Daniel Levy.
Algunas piezas ya se mueven. El portaaviones Nimitz, que se encontraba en el mar de China Meridional ha puesto rumbo a Medio Oriente y Gran Bretaña ya ha desplegado aviones adicionales.
Puede pararlo
El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, subrayó que si Donald Trump quisiera podría parar la guerra «con una sola llamada». «Con solo una llamada de Washington bastaría para poner el bozal a alguien como Netanyahu y abrir la vía de la vuelta a la diplomacia», afirmó.
Guardia revolucionaria
En los ataques contra la sede de la Guardia Revolucionaria en Teherán, Israel mató al jefe de la sección de Inteligencia de este cuerpo de élite, Mohamad Kazemi, y a su lugarteniente Hasan Mohaqeq Kazemi, así como a otro jefe militar, Mohsen Baqheri, y a otros tres soldados.
Censura israelí
El ministro israelí de Seguridad, Itamar Ben Gvir, acusó a la prensa internacional de «poner vidas en peligro» con sus coberturas y amenazó con detener a quienes graben en zonas afectadas por los ataques de Irán, en un intento por acabar con «expresiones de regocijo».
Cadena perpetua
Un tribunal alemán condenó a cadena perpetua a un médico sirio acusado de torturar a opositores a Bashar al-Assad, tras un juicio que duró más de tres años en Frankfurt. Alaa Moussa llegó a Alemania en 2015 y fue detenido en 2020 tras ser denunciado por otros refugiados.

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