La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este miércoles que propondrá una suspensión parcial del Acuerdo de Asociación comercial entre la Unión Europea e Israel, para lo que necesita del apoyo de los Veintisiete.

«Soy consciente de que será difícil obtener mayorías. Y sé que cualquier medida será excesiva para algunos y demasiado poco para algunos», ha apuntado en su comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Además, ha anunciado la suspensión del apoyo bilateral a Israel y la detención de todos los pagos en estas áreas, «sin que ello afecte a la labor con la sociedad civil israelí». También propondrá sanciones contra los ministros extremistas y los colonos violentos.

El anuncio de estas medidas, aunque tibias frente a la dramática situación en Gaza, ha cosechado aplausos entre las bancadas progresistas del hemiciclo y de una treintena de eurodiputados del grupo de la Izquierda.

La máxima responsable del Ejecutivo comunitario se ha referido a la catastrófica situación en Gaza y ha dicho que ante el «bloqueo» que existe en la UE para reaccionar, Bruselas propondrá estos pasos.

Ha matizado que la suspensión del acuerdo comercial se llevaría a cabo sin afectar a la colaboración de la UE con la sociedad civil israelí ni con Yad Vashem, y ha citado la creación de un grupo de donantes por Palestina, que incluirá un instrumento específico para la reconstrucción de Gaza.

Minuto de silencio

Al menos un centenar de eurodiputados de las bancadas más de izquierdas, así como la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, ha vestido simbólicamente de color rojo para protestar por la situación en Gaza en este debate.

Los eurodiputados, mayoritariamente en las bancadas socialdemócrata, verde y de la izquierda, han convocado también un minuto de silencio a la entrada del hemiciclo antes del inicio del discurso de Von der Leyen.

El Parlamento Europeo prevé votar mañana una nueva resolución no vinculante sobre la situación en Gaza para urgir al esfuerzo por una solución de dos Estados, la liberación de los rehenes y el alivio de la crisis humanitaria, si bien los negociadores de los grupos políticos están aún negociando un texto que pueda lograr una mayoría del pleno.