
El acuerdo político alcanzado de madrugada en Bruselas por el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea sobre las oportunidades de pesca para 2026 ha encendido las alarmas en la flota vasca, especialmente en el segmento especializado en el verdel. La reducción provisional de hasta un 73% en la cuota de esta especie para el primer semestre del próximo año ha llevado al Gobierno de Lakua a anunciar la convocatoria «inminente» de reuniones con el Ministerio, las cofradías y las organizaciones representativas del sector para estudiar medidas que permitan amortiguar las pérdidas.
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, que ha participado en el encuentro europeo como coordinadora de las comunidades autónomas, ha calificado el resultado como «especialmente duro» para el verdel, una pesquería de marcada estacionalidad y de gran peso económico para determinadas embarcaciones de bajura. A falta de un acuerdo definitivo entre los Estados ribereños del Atlántico nororiental, la UE ha fijado límites provisionales de captura para la primera mitad de 2026 conforme al asesoramiento científico, con una rebaja del 70% respecto a las cuotas actuales.
Desde Lakua advierten de que el impacto del acuerdo será desigual. Junto al severo recorte del verdel, se confirman reducciones en otras especies que afectan a la flota vasca: la merluza (-4,8%), el gallo (-20%), el abadejo (-13%), el lenguado (entre el -1% y el -6%, según zonas) y el rape (entre el -1,3% y el -3%). «La valoración global es negativa en lo que respecta al verdel, porque compromete la viabilidad de un segmento concreto del sector», ha subrayado Barredo.
La merluza se mantendrá con la misma cuota que este año (17.445 toneladas), lo que dará cierta estabilidad a los arrantzales. En cuanto al abadejo, el recorte ha sido menor del esperado. La rebaja en las capturas en esta especie (13%) será de menos de la mitad de lo propuesto, que era del 28%.
Ante este escenario, el Ejecutivo autonómico plantea un abanico de posibles medidas de acompañamiento, entre ellas paradas temporales, ajustes en determinados artes de pesca o flexibilizaciones en la gestión pesquera, siempre en coordinación con el Estado y el propio sector.
No obstante, el acuerdo europeo también deja algunos elementos que el Ejecutivo de Gasteiz califica de positivos. La cuota de anchoa alcanza las 33.000 toneladas, el máximo permitido por el plan de gestión, de las que el Estado español podrá capturar el 90% (29.700 toneladas), lo que supone un incremento cercano al 8%. Asimismo, la cuota de atún rojo aumenta un 17% y se mantiene la del bonito del Norte, consolidando, según Lakua, el papel de la flota vasca en estas pesquerías.
El pacto aprobado por la UE se enmarca en los objetivos de sostenibilidad de la Política Pesquera Común y se aplica, por ahora, hasta junio de 2026, a la espera de nuevas negociaciones con países costeros como Noruega, Islandia, Reino Unido o las Islas Feroe. Un horizonte incierto que obliga al sector pesquero vasco a prepararse para meses de ajustes y negociación, con el verdel como principal foco de preocupación. Estos cambios, que están lejos de ser definitivos, seguirán siendo objeto de discusión en los próximos meses.
Situación «muy grave»
La secretaria general de la Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa, Miren Garmendia, ha alertado de la, a su juicio, situación «muy grave» en la que se encuentra la biomasa de verdel, al tiempo que ha reclamado el cierre de este caladero junto a un «plan serio» de recuperación de la especie.
Garmendia ha dicho que no están satisfechos porque demandan la clausura total de esta pesquería, «a la vista de los informes científicos y de que la biomasa está por debajo del límite».
Según ha explicado, la prohibición de pescar verdel hubiera evitado «que los países del norte, que llevan ya unos años sobrepescando esta especie, siguieran haciéndolo», así como adoptar medidas para que esta especie «se pueda recuperar» y apoyar «a la flota que más está sufriendo este descenso» que es la flota de anzuelo.
«Pero el acuerdo que se adoptado no ha sido ese», se ha lamentado la portavoz de los arrantzales, quien ha aclarado que la «reducción drástica» que finalmente se ha decido se ha concretado «porque no puede ser de otra manera», pues desde hace unos años «el verdel no entra en el golfo de Bizkaia en los niveles de biomasa en los que solía hacerlo habitualmente».
Respecto al resto de especies, Garmendia ha aclarado que la situación de la anchoa y el bonito «es buena», mientras que el atún ha visto aumentada su cuota, algo que ha considerado «una buena noticia».
«En las especies que se están explotando de manera sostenible con un plan de gestión serio se están viendo los resultados positivos», ha concluido.

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