
Cientos de personas se han concentrado este domingo en la plaza de Zestoa para mostrar su apoyo a las seis personas encausadas por «expresar solidaridad feminista» con una mujer de la localidad, para quienes se solicitan penas de entre cuatro y cinco años de prisión.
La convocatoria, convocada por el Movimiento Feminista de Zestoa bajo el lema ‘La solidaridad no es delito; estamos con vosotras’, ha contado con el respaldo de más de 30 colectivos y agentes sociales, tanto de la localidad como de Urola Kosta, así como con la participación de cientos de personas a título individual.
Al término de la concentración, las portavoces han subrayado que «lo que está ocurriendo es una gran injusticia, pero lo que está pasando hoy aquí es enorme. Han atacado al pueblo y el pueblo ha respondido».
Según ha refordado el Movimiento Feminista de Zestoa, un hombre de la localidad denunció en 2018 a su expareja y a otras cinco personas de su entorno que la apoyaron, imputándoles delitos contra la integridad moral y coacciones. Siete años después, el juicio que arrancará este martes en Donostia pone en el foco, de acuerdo con el colectivo, la «solidaridad feminista».
Para las personas acusadas se solicitan penas de entre cuatro y cinco años de prisión, además de una multa de 30.000 euros –a lo que se suma una fianza previa de 40.000 euros exigida por la Fiscalía– y órdenes de alejamiento.
Entre las personas que se sentarán en el banquillo figura la expareja de la denunciante; las otras cinco son personas que, según el Movimiento Feminista de Zestoa, la han acompañado «durante mucho tiempo, tanto en momentos puntuales como de manera continuada».
Complicidad entre hombres
El movimiento feminista ha puesto el acento en las redes de complicidad entre hombres y en la base heteropatriarcal del sistema judicial, y ha llamado a confrontar «todas las estructuras y mecanismos que sostienen la violencia machista». En ese sentido, han recordado que el pasado 25 de noviembre ya señalaron las redes de complicidad entre los hombres y han subrayado que este es una muestra clara de cómo operan estas «hermandades».
A su juicio, este «macrojuicio contra la solidaridad» evidencia, además, el carácter heteropatriarcal de la justicia. «Por eso estamos hoy aquí, porque es imprescindible enfrentarse a todas las estructuras que perpetúan la violencia machista y reforzar la solidaridad feminista con las seis personas de la localidad que van a ser juzgadas», han agregado.
Asimismo, han advertido de que muchas mujeres no denuncian a sus agresores «por miedo o por desconfianza en el sistema judicial, entre otras razones», y han señalado que esa realidad también está presente en el caso de Zestoa que ha llegado a los tribunales.
En este contexto, han denunciado la impunidad de los agresores y han lanzado una pregunta directa: «¿Cómo confiar en un sistema judicial que sienta en el banquillo a la víctima de violencia machista y no al agresor?». Mientras seis personas han tenido que atravesar «una situación insostenible» por ejercer la solidaridad, han lamentado, el agresor ha podido seguido viviendo en el pueblo «con normalidad y total impunidad» durante todos estos años.
De esta manera, el Movimiento Feminista de Zestoa ha insistido, en la necesidad de mantener la movilización y ha llamado a concentrarse ante la Audiencia de Donostia durante el juicio, los días 16, 17 y 18 de diciembre, a partir de las 9.00 horas.

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