Algunas tropelías vascas del juez Velasco, ahora en entredicho por despreciar mayorías y leyes
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco está en entredicho por la filtración de una charla en la que arremete contra la legítima mayoría política en el Estado y contra la Ley del Solo Sí es Sí, con un desprecio evidente y clasista a Irene Montero. En Euskal Herria no ha extrañado tanto...
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La eurodiputada Irene Montero ha respondido en las redes sociales al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, tras difundirse parte de una conferencia que impartió en la que reprochaba a la exministra de Igualdad tratar de dar lecciones sobre consentimiento a juristas desde «su cajero del Mercadona».
Este es el juez Eloy Velasco. Está al frente del Juzgado Central nº 6 de la Audiencia Nacional y decide sobre los destinos de personas físicas y jurídicas.
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) November 25, 2024
Como se puede comprobar de sus palabras, hay una parte de la judicatura que es una auténtica amenaza para la democracia. pic.twitter.com/2E8ZOWfRBD
«De cajera a juez Velasco: cumpla la ley y póngase a estudiar», ha lanzado Montero a través de un mensaje en 'X' para agregar que esa formación específica para magistrados lo mandatan las leyes y lo dice la ONU: «Los estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen de forma defectuosa».
En un vídeo publicado por el diario ‘El País’ sobre un extracto de una conferencia del juez impartida el pasado 13 de noviembre, Velasco hace alusión a Podemos que, a su juicio, se creyeron que estaban «enseñándoles el mundo a cambiar» e intentar enseñar qué es «consentir a un jurista», cuando los jueces llevan «desde el derecho romano sabiendo lo que es el consentimiento, el expreso, el consentimiento tácito y las actuaciones consecuentes».
«Y mil cosas que nunca aprenderá Irene Montero desde su cajero de Mercadona y nos podrá dar clases a los demás», afirmó el juez para cerrar su intervención, claramente despreciativa frente al sistema democrático de mayorías y leyes, además de clasista.
Así, en su intervención carga contra Podemos al manifestar que en las elecciones estatales fue «el quinto partido político» y «tiene cuatro gatos», pero su apoyo fue necesitado por el segundo partido en número de votos, en referencia al PSOE, para pasar al PP.
Del discurso de Velasco se desprende que debía gobernar el PP, pese a no tener mayoría suficiente para ello
«Pero ya cuando eres el quinto y tienes que formar parte de una coalición de Gobierno y te tienen que dejar lo que llamábamos en el colegio las asignaturas 'marías' para ti, las importantes a mí, no sé si se han creído muy importantes pero es lo que es», ahonda.
Velasco deja filtrar la tesis de que era el PP quien debía gobernar, pese a no disponer de mayoría ni siquiera con los votos de Vox, en lo que supone un desconocimiento o una disconformidad con el sistema.
También ha aludido a estas opiniones del juez la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, para ponerlas de ejemplo de lo que significa «sectores reaccionarios atrincherados en el poder judicial a los que el PSOE ha permitido campar a sus anchas». «Más cajeras y menos jueces fachas», ha zanjado.
Precedentes
A la espera de si se adopta alguna medida contra Velasco, en Madrid la posición del juez ha sorprendido más que en Euskal Herria, donde su curriculum ya es suficientemente conocido y se atiene al estándar habitual de la Audiencia Nacional.
Por citar solo algunos casos, Velasco fue el instructor de la última redada que concluyó con una denuncia gravísima de torturas: la de Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño, capturados por la Guardia Civil en 2012, tras el fin de la acción de ETA. Refirieron golpes, vejaciones y amenazas de tortura sexual. El temor de los abogados a lo que pudiera pasar a los detenidos durante la incomunicación les hizo solicitar a Velasco la aplicación de un protocolo contra la tortura el mismo día de la detención, pero el juez instructor español se negó. La Diputación de Gipuzkoa también mostró su preocupación.
Velasco no tomó medidas ante el último gran caso de torturas, prohibió la manifestación nacional de enero por los presos y ha tenido en su punto de mira a abogados vascos
En 2015, abogados de presos vascos presentaron una querella por prevaricación contra el juez, acusándole de imputarles delitos totalmente inexistentes, como fraude fiscal o blanqueo, para intentar criminalizar su labor.
Un año antes, el mismo magistrado había enviado a prisión a ocho interlocutores de EPPK, entre ellos también algunos abogados. En su auto el juez insinuó además que el Ministerio del Interior (del Gobierno Rajoy) había frustrado parte de la operación al dar cuenta de los arrestos antes de que se produjeran.
Velasco se distinguió en esos años en la persecución a la asistencia a los presos vascos y la defensa de sus derechos. Así, prohibió la gran movilización nacional de enero en 2014, entonces convocada por la iniciativa Tantaz Tanta, un día antes de que se produjera. Ello dio pie a una respuesta absolutamente masiva, que llenó las calles con unas 130.000 personas, según el recuento de GARA, en la mayor movilización política de la última década en Euskal Herria. Unos meses antes, Eloy Velasco había suspendido las actividades de Herrira, en una operación que incluyó 18 detenciones.
En sus primeros años en la Audiencia Nacional (entró en 2008), Velasco protagonizó otras actuaciones muy cuestionables, como la citación al director de GARA, Iñaki Soto, por un artículo de opinión publicado en el diario por otra persona. Nada más entrar al despacho de la calle Génova se había enfrentado a un juez de Belfast que cuestionaba la entrega de Iñaki de Juana, al que llegó a reprochar que un juez extranjero no podía interpretar la expresión «Aurrera bolie».
Se da la circunstancia de que Velasco nació en Euskal Herria, en Bilbo, se graduó en la Universidad de Deusto y empezó su periplo judicial en Portugalete. No obstante, ha hecho carrera en el tribunal especial español, donde ya suma 16 años de ejercicio, ahora sometido a escrutinio entre la opinión pública estatal.