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IDK Euskotren está obligada a plasmar también en la Liga Femenina su buen hacer europeo

En el lapso de tres días las donostiarras pasaban de una sonrojante derrota frente a Ensino a un meritorio pase a octavos de la Women Eurocup ante Charnay Basket. Los partidos ante el Joventut, Valencia y Gernika para despedir el año ubicarán el talante con el que las de Azu Muguruza afrontan 2025.

Delicia Washington es la principal referente en la anotación de IDK Euskotren, pese a su irregularidad. (Idoia ZABALETA | FOKU)

«Ganando o perdiendo, pero no podemos volver a tener esta actitud», declaraba una Azu Muguruza enojadísima después de llevarse un doloroso bofetón frente al Ensino de Lugo, un 46-75 adverso que hundía a IDK Euskotren hasta sumirlo en la última plaza clasificatoria de la Liga Femenina Endesa.

«Este equipo ha vuelto a demostrar que siempre pelea, que lucha por cada balón y que nunca le falta esa garra», se enorgullecía tres días después la capitana del equipo donostiarra, Lara González, después de superar al Charnay Basket y acceder a los octavos de final de la Women Eurocup, una eliminatoria que enfrentará a las guipuzcoanas con el Dinamo Sassari, jugándose el primer partido el día 8 de enero en Sardinia y la vuelta en el Josean Gasca el día 15.

¿Cómo puede variar tanto un equipo, sobre todo en lo que se refiere a la intensidad, en el lapso de 72 horas? Buena pregunta, porque este pecado de Ibaeta Basket afecta a no pocos equipos de toda clase de disciplinas, de igual manera entre hombres y mujeres. Pero el mal de muchos no puede consolar a Azu Muguruza ni a sus jugadoras, primero porque nada tiene de tonta la plantilla donostiarra, y segundo porque son perfectamente conscientes de que ese balance de 3-8 que luce en su casillero de la competición doméstica no es aceptable en ningún momento.

¿Quién es el intruso?

Ibaeta Basket debutaba en la élite de la Liga Femenina en la campaña 2023/14 y en su andadura ha alternado la zona noble del Top 8 y también temporadas más flojas en las que salvarse ha supuesto cumplir con lo mínimo exigible. Pero la configuración del plantel de IDK Euskotren de cara a esta campaña 2024/25, en la que por segunda vez en su historia el club donostiarra debe compaginar competición doméstica y continental, dista mucho de buscar la salvación sin más añadidos. «Buscábamos una plantilla de diez buenas jugadoras y no más amplia con jugadoras que tal vez bajen el nivel», dijo la propia Azu Muguruza en la presentación de la pretemporada, una afirmación confirmada con el fichaje de Laura Cornelius procedente de Perfumerías Avenida, aparte de las Rosó Buch, Halvarsson o la propia Delicia Washington, jugadoras con experiencia en otras ligas y otros campeonatos.

Pero los resultados ligueros contrastan el puño de hierro con el que hasta la fecha se ha paseado el cuadro donostiarra por Europa. El arranque de la temporada contra Jairis en Donostia y Gran Canaria –un equipo retornado a la élite tras comprar la plaza que el Barça CBS dejó vacante al final de la pasada campaña– bien ha podido marcar el devenir liguero de un Ibaeta Basket que aspiraba a meterse en la Copa y en los play-offs por el título, según palabras de la entrenadora Azu Muguruza, que cerraba el triángulo de objetivos para la temporada el superar la liguilla de primera fase de la Eurocup.

Pero se perdió frente a Jairis y Gran Canaria, y aunque las donostiarras sumaron rápidamente frente a Estudiantes su primer triunfo liguero, las alarmas empezaron a sonar ya en la cuarta jornada, al caer por 66-60 ante un Celta llamado a estar en la pelea por la salvación.

Si le diera a Azu Muguruza por hacer una dinámica algo macabra con sus jugadoras, pudiera jugar a encontrar al «intruso» entre Osés Construcción Ardoi, Kutxabank Araski, Ensino, Celta y el propio IDK Euskotren. Todos ellos tienen en común que suman tres victorias, las donostiarras con un partido menos, pero solo las guipuzcoanas compaginan la Liga con la competición europea, superada la etapa de viajar por el continente de Ensino, que a diferencia de las pasadas temporadas, este año ha completado una plantilla de inferior nivel.

¿Es el cansancio de los viajes y los partidos lo que lastra a las donostiarras? En palabras de Azu Muguruza, no. «La acumulación de partidos te afecta en un partido igualado en los minutos finales, no en el primer cuarto», explicaba la entrenadora donostiarra tras la debacle frente a Ensino. «Eso ha sido cosa de falta de actitud. Si en defensa no estás porque no te pones, luego eso te repercute en el ataque, pero lo que hace falta es ponerse atrás», sentenciaba.

Increíblemente, en Europa no ha tenido que recurrir al látigo la preparadora de Ibaeta Basket. Y no solo por los resultados. Excepto el empate a 68 en la ida de la eliminatoria contra Charnay Basket y los relativos apuros en el debut europeo ante Estrella Roja, las donostiarras se han topado con rivales de un nivel bajísimo. El Sepsi de Transilvania y el Proteas griego no han hecho ni cosquillas a las guipuzcoanas, en unas mismas fechas donde sus victorias, paliza frente a Ardoi a domicilio y de forma ajustada frente a Cadí La Seu, han llegado con cuentagotas y los petardazos ante Ferrol y Ensino en el Gasca no han endulzado los esperables tropiezos en Zaragoza o Girona.

Ocho puntos de diferencia

La manera en que IDK Euskotren se ha enseñoreado por Europa denota ante todo un bajón en el nivel continental en estas primeras fases. Haber huido de las limitaciones geográficas, solución que supuso para las de Azu Muguruza vérselas hace dos años con adversarios del nivel de Lyon y Montpellier, ha tenido como efecto secundario una calidad en el circo continental bastante dudoso, mejorado hasta cierto punto por el duelo frente a Charnay, aunque con unas serias limitaciones por parte de la escuadra gala con el lanzamiento triple.

Al mismo tiempo, las bajas por lesión que Washington y una Iris Mbulito que lleva la temporada cruzada se han notado más en la competición doméstica. Especialmente en el puesto de alero, IDK Euskotren echa en falta la versatilidad de la jugadora grancanaria, al tiempo que la irregularidad de Washington, que después de naufragar frente a Ensino –también era el día de su regreso a las pistas una vez superada una lesión en el tobillo– hizo 23 puntazos y 10 rebotes en el partido de vuelta de los dieciseisavos de la Women Eurocup.

Así las cosas, solo Rosó Buch llega a los diez puntos de media en la Liga Femenina, y por más que la anotación en el bando donostiarra se reparte de forma bastante equitativa, solo Pendande, Massey y Washington llegan a los ocho puntos de media en un equipo que no termina de llegar a los 64 puntos por partido –con menos del 45% en tiros de dos y menos del 30% en triples– y suma más pérdidas –casi 16 por partido– que asistencias –poco más de 11–. Con esos números –ocho puntos menos que en la Eurocup–, no es de extrañar que Azu Muguruza exija algo más en defensa, habida cuenta que sus jugadoras solo han superado los 75 tantos en dos ocasiones.

Y ahora toca afrontar el final de la primera vuelta. Una recta final donde las donostiarras deben visitar este sábado la cancha de un recién ascendido Joventut, que con un balance de 7-5 ocupa la sexta plaza clasificatoria. El día 27 volverán a irse de viaje, a recuperar ante un Valencia Basket hoy por hoy intratable el duelo que por la DANA no pudieron jugar el 1 de noviembre.

La última visita al Josean Gasca por 2024 será el lunes día 30: derbi frente a un Lointek Gernika Bizkaia muy irregular, pero que después de un mal arranque de competición y pese a perder a dos jugadoras en esta primera vuelta se aferra a su octava plaza con un balance de 6-6. Y 2025 también comenzará con derbi: en Mendizorrotza frente a Kutxabank Araski, un feudo en el que últimamente las donostiarras suelen llevarse los partidos, aunque ya no esté María España en el seno guipuzcoano, siendo la balear una jugadora especialmente afortunada en los derbis.

Excepto el tropiezo casi inevitable de Valencia, IDK Euskotren no puede cerrar esta primera vuelta con menos de cinco victorias. Por más que todo apunte que la igualdad en la parte baja clasificatoria perdurará hasta el final de la Fase Regular, la plantilla y el talante del cuadro donostiarra no se diseñó para esos sufrimientos y es bien sabido que quien se mete en el pozo sin querer, luego lo tiene muy difícil para salir, por más que quiera.