Almeida reaviva la Vuelta en el Angliru y Asturias reaviva la presión sobre el equipo Israel

La Vuelta ha llegado al alto del Angliru con dos vertientes en su carrera: por un lado, la deportiva, con la victoria de Joao Almeida, que si bien no ha logrado soltar a Vingegaard, ha llevado al danés hasta el límite, al punto de superarlo en el mano a mano en la bajada a la meta y ganarle cuatro segundos de bonificación.

Por el otro está la vertiente política, con el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mostrándose partidario de que se expulse al equipo Israel Premier-Tech de la Vuelta, pero lavándose las manos al indicar que dicha decisión «no corresponde al Gobierno, sino a la Unión Ciclista Internacional».

Y a propósito de esta vertiente institucional, con la Vuelta entrando de lleno en Asturias, cuyo Gobierno autonómico anunciaba que ni el viernes ni el sábado, con la llegada a la Farrapona, asistirá a la salida ni llegada de las etapas asturianas, al tiempo que la vicepresidenta del Gobierno de Asturias, Gimena Llamedo, ha instado este viernes al equipo Israel Premier Tech a retirarse de La Vuelta, por ser «lo mejor para todos, incluida la propia competición».

L'Angliru ‍♀️‍♂️‍♀️ Puxa Asturies!!! pic.twitter.com/HslQlWb6WE

— ⓤⓜⓞⓡⓔⓐⓢⓚⓔⓐ (@umoreaskea) September 5, 2025

Así las cosas, la fuga del día –con Jungels (Ineos), Cepeda (Movistar) y Vinokourov (Astana) como supervivientes– ha tenido también su momento político, cuando unos espectadores han bloqueado el arranque de la subida al Angliru, siendo apartados por la Guardia Civil con muy malos modos, sin que la carrera se haya visto retenida más que unos pocos segundos, por más que el pelotón nunca les haya dejado demasiado cuartelillo a los aventureros. La Guardia Civil ha detenido a doce personas acusadas de desórdenes públicos.

Carrera

Cepeda ha sido el primero en ceder entre los escapados mientras que los compañeros de Joao Almeida han puesto un ritmo vivo en el gran grupo. Solo 13 corredores han conformado el reducido pelotón, mientras que Jungels se ha quedado solo a la espera de que el ritmo de los favoritos decidiera su suerte, un grupo en el que Pelizzari, Jorgenson y Ciccone han sido los primeros en perder pie.

Exhibición de Almeida

Tom Pidcock, que llegara a dejar de rueda a Vingegaard subiendo Pike Bidea, ha cedido al ritmo de Almeida, al que solo Kuss, Vingegaard y Hindley han logrado mantener la rueda. El luso, a su estilo, no ha cejado en el empeño, asegurando más su posición en el podio que poniendo en jaque al líder de la Vuelta, al punto que ha añadido un punto más de velocidad a su paso, dejando a Kuss y Hindley fuera de juego a falta de cuatro kilómetros.

Durante cierto tiempo ha parecido que Vingegaard ha ido madurando a Almeida, pero con el paso de los metros se ha visto que al propio ciclista danés no le ha sobrado nada. No se puede decir que en ningún momento haya estado a punto de quedarse, pero la verdad es que Vingegaard no ha podido exhibirse porque bastante ha tenido con mantener la rueda del luso. Lo cierto es que el UAE ha apretado de lo lindo ya en la subida al puerto del Cordal y el paso que ha llevado en ese puerto intermedio no solo ha imposibilitado que la fuga haya tenido un feliz desenlace, sino que ha ido diezmando al pelotón hasta dejarlo poco menos que en los huesos.

«Hemos trabajado para Joao porque se merece esta victoria. Hay un monolito arriba en el Angliru donde está escrito qué ciclistas han entrado en la gloria y hoy ha entrado Joao con todo merecimiento», ha indicado un Josean Fernández ‘Matxin’ más emocionado y locuaz que en días anteriores, y feliz cuando su equipo ha logrado la sexta victoria en esta Vuelta, con dos triunfos parciales de Jay Vine, dos de Ayuso, la crono por equipos y la gran victoria de su jefe de filas en el Angliru.

Por detrás, Tom Pidcock ha salvado la tercera plaza del podio aunque la longitud del Angliru lo ha hecho retorcerse más de la cuenta, al tiempo que Jay Hindley por fin ha hecho recordar a aquel que ganó el Giro de 2022, al punto de descolgar a Sepp Kuss en los últimos metros y acechar ese tercer puesto de cajón.

Una vez coronado semejante puerto, superando algunos pasos entre la gente donde no han faltado banderas palestinas, Almeida no le ha dejado ningún hueco a un Vingegaard que, por otro lado, ha dado la impresión de que tampoco se ha esmerado en meterle la rueda.

La Vuelta sigue viva, con 46 segundos entre Vingegaard y Almeida. Y mientras Israel siga en carrera, la otra vertiente también sigue viva. En ambas vertientes, la presión no ha terminado.