La película que se explica con una imagen

Como “La maldición 2” o “La señal 2” o “Halloween 2”, también “Smile 2” tiene un argumento. Ahora la maldición que te hace sonreír para suicidarte al rato perseguirá a una ídolo pop, la persona con más números de ser rodeada por gente que la mira de frente y sin pudor (ella es Naomi Scott, la Jasmine en el “Aladdin” de imagen real). De hecho, diría por el tráiler que la nueva película de Parker Finn apostará por explotar al máximo los roces y absurdidades de la condición de estrella, como ya hizo con reverencia exagerada M. Night Shyamalan en el clímax inacabable de “La trampa”. Esta secuela, de todas formas, pinta muy bien.
“Smile 2” quizás tenga trama, pero lo que ya tiene es una imagen: una sonrisa desafiante y excesiva sobre ojos muertos, una de aquellos gestos que no se te quitan de la cabeza. Tan efectivo resulta el fotograma, también empleado en el póster, que TriplePlay Studios, la compañía encargada del marketing de la primera película, la empleó como única baza para promocionar el estreno. No vendieron grandes nombres en el reparto, tampoco una carta de sustitos: solo una dosis de mal rollo, directa y universal. Una imagen para mil palabras.
Semanas antes del estreno estadounidense de “Smile”, TriplePlay adquirió entradas en las primeras filas y cercanas a puntos de acceso a los estadios donde se celebraban partidos importantes de la Liga de Béisbol y de Fútbol Americano. Allí sentó a unas pocas personas contratadas para sonreír de forma inquietante, en silencio, a todas las cámaras presentes en el estadio… Que no eran pocas. La única explicación que los espectadores y televidentes encontraban para aquellos extras, imposibles de obviar, era la camiseta amarilo-chillón que vestían, con un enorme “Smile” escrito en el pecho.
Los partidos se habían vuelto anuncios de cuatro horas sin pagar un céntimo en vallas publicitarias, solo por el poder de una sonrisa fuera de lugar. La acción acabó generando un total de 170 millones de búsquedas rastreables en redes sociales, alcanzando unos 100 millones de usuarios más por las noticias que aparecieron en todos los medios, primero deportivos y después generalistas, desde Sports Illustrated hasta CNN o los telediarios de la Fox. “Smile” naturalmente fue un éxito en taquilla, abriendo con una despampanante taquilla de 30 millones en EEUU y llegando a los 217 millones de dólares globales.
Que la secuela sepa aguantar la mirada a la polvareda mediática que su antecesora levantó será determinante para ver si esta sonrisa va a traspasar como icono muy por encima de las historias que cuente, o si bien se endurecerá en la historia del terror como prueba indeleble de una saga que supo estar a la altura. En cualquier caso, dichoso quien logre borrar esta sonrisa de su memoria.

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