MIKEL INSAUSTI
CINE

«Mamá o papá»

Es uno de los títulos comerciales que podría salvar la cartelera navideña, porque se dijo que Santiago Segura levantaría la temporada del verano, y lo hizo. “Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra” (2020) costó cuatro millones de euros y lleva recaudados trece millones, una cifra muy ventajosa dentro de la rentabilidad del mercado interior en condiciones normales, pero que con la situación de la pandemia adquiere la categoría de récord histórico, máxime tratándose de una secuela. La película precedente y germen de lo que está llamado a ser un negocio de franquiciado había costado dos millones y medio de euros, para acabar haciendo una taquilla de catorce millones. A la vista de los resultados no cabe duda de que Atresmedia va a seguir insistiendo en la misma fórmula de éxito, la cual atesora un doble potencial en el combinado de la comedia familiar y del remake.

Si la saga familiar de Segura era una versión de la película argentina de Ariel Winograd “Mamá se fue de viaje” (2017), protagonizada por Diego Peretti, “Mamá o papá” (2020) es una traducción al castellano con el orden del enunciado invertido de la cinta francófona de Martin Bourbolon “Papa ou maman” (2015), estelarizada por Laurent Lafitte y Marina Foïs. Como es lógico le lleva la delantera, ya que para aprovechar el tirón hubo una continuación titulada simple y llanamente “Papa ou maman 2” (2016), con la misma pareja en los roles paterno y materno. Quiere esto decir, entre otras cosas, que el trío de guionistas formado por Eric Navarro, Marta Sánchez y Olatz Navarro ya conoce cómo poder continuar o prolongar el argumento inicial, y es que en el referente foráneo añadieron al conflicto de base los amoríos respectivos de los cónyuges, complicando aún más si cabe la relación paternofilial.

Pero no hay que engañarse, porque en el género de la comedia familiar todo está escrito y las nuevas realizaciones copian a las antiguas, siguiendo esquemas ya establecidos. Aunque el meollo resida, tal como anuncia el propio título, en la custodia de las dos hijas y el hijo, no deja de ser en definitiva un motivo para la disputa conyugal, según una dinámica de gags humorísticos que remite al clásico de Danny DeVito “La guerra de los Rose” (1989), donde Michael Douglas y Kathleen Turner se peleaban a muerte. No se trata, por suerte, de un plagio tan descarado como el perpetrado por Juana Macías con Jordi Sánchez y Silvia Abril en “Bajo el mismo techo” (2019), pero de cualquier forma el enfrentamiento entre Miren Ibarguren y Paco León constituye el eje central de “Mamá o papá” (2020), cuyo estreno está previsto para el día 4 de diciembre.

La rivalidad entre Flora y Víctor proviene de su estatus económico, debido a que ambos anteponen su ascenso laboral y carrera profesional a la vida privada, con lo que cuando ven la oportunidad de prosperar la atención a su prole se convierte en un obstáculo. No tienen mayor problema en ponerse de acuerdo para consumar el divorcio, salvo por el gran inconveniente de la custodia, que en ningún caso va a ser compartida. En medio del litigio, la resolución judicial pasará por la elección de las dos niñas y el niño entre el uno y la otra.

En la película original llamaba la atención su provocativa y descarada incorrección política en un tema tan tabú como el del interés incuestionable de los padres y madres por sus hijos e hijas, que era dinamitado por parte de una pareja dispuesta a eludir dicha responsabilidad a cualquier precio. Está por ver hasta qué punto es capaz de llevar el director catalán Dani de la Orden un planteamiento tan fuera de la normas morales.

Desde el punto de vista humorístico el juego para descolocar a la audiencia incide en el modo en que él y ella tratan de convencer a sus retoños, en grupo o por separado, de que serán mucho más felices si se quedan con la parte contraria, algo que deja estupefacta a la jueza, acostumbrada a otro tipo de comportamientos.