El temporal de nieve afectó sobre todo a Nafarroa y Araba, donde varios puertos quedaron cerrados o resultó necesario el uso de cadenas para poder circular, mientras que en Gipuzkoa, Bizkaia y Lapurdi los mayores problemas fueron causados por el desbordamiento de varios ríos y la formación de balsas de agua. A última hora de ayer también estaban en situación de prealerta diversas zonas afectadas por la subida del nivel de agua de los ríos Arga, Baztan y Ega, y se temía que a lo largo del día de hoy se produzcan inundaciones en diversas zonas debido al deshielo causado por las intensas lluvias.

En Gipuzkoa, localidades como Tolosa, Ordizia, Andoain y Zizurkil sufrieron la salida del río Oria de su cauce, y el Urumea también causó inundaciones a su paso por el campo de rugby de Landare, en Hernani.

En lo que respecta a Bizkaia, a media tarde quedó abierta la carretera BI-735, a la altura de Erandio, que había quedado cortada como consecuencia de balsas de agua producidas por el temporal de agua. En algunas localidades se registraron más de 105 litros de agua por metro cuadrado, lo que unido a rachas de viento superiores a los 100 km/h, provocó un ambiente totalmente invernal a lo largo de toda la jornada.

Dentro de la red principal de carreteras de Euskal Herria, el incidente más importante se produjo a media tarde en la autovía A-15, que quedó cerrada en sentido Iruñea debido a que varios vehículos quedaron cruzados cerca del paraje de Pagozelai a consecuencia de la nieve.

Problemas en muchos puertos

En Nafarroa estuvieron trabajando un total de 80 quitanieves, pero no pudieron evitar colapsos en algunas vías debido a las fuertes ventiscas y a la acumulación de nieve en cotas elevadas. Así, por la mañana se produjeron cortes intermitentes en la A-15, entre los kilómetros 113 y 138, y en el puerto de Belagua fue obligatorio usar cadenas desde el kilómetro 45, en Mata de Haya, y a partir del kilómetro 47 (Venta de Juanpito) quedó cerrado por la mañana debido a las fuertes ventiscas.

Conforme fue avanzando el día, fue empeorando la situación y se hizo necesario el uso de cadenas a partir de Izaba, al igual que en otros puertos de Nafarroa, como Urbasa, Meano y La Población.

El puerto de Larrau también quedó cerrado a todo tipo de vehículos, al igual que la carretera NA-2012 entre Cuatro Bordas e Irati, en el valle de Zaraitzu. Por la tarde-noche, un camión hizo la tijera a la salida del túnel de Belate, en dirección Iruñea, y causó problemas de circulación.

En Iruñerria estuvo nevando durante casi toda la tarde, y la nieve acumulada impidió que los vehículos de transporte público pudieran llegar hasta Gorraiz norte, Artika, el casco viejo de Beriain y el centro de Olloki, en el valle de Esteribar.

En Araba quedó cerrado el puerto de Opakua para todo tipo de vehículos, mientras que los de Aiurdin, Azazeta y Bernedo se cerraron a los camiones y vehículos articulados. En estos últimos era necesario el uso de cadenas en turismos, al igual que en los puertos de Herrera, Kurtxeta y Zaldiaran. En Urduña los camiones solo podían transitar con cadenas, y a los articulados se les impidió el paso para evitar colapsos en la circulación.

A las seis de la tarde también permanecía cerrado a todo tipo de vehículos el puerto de Gatzaga, en Gipuzkoa.

Las fuertes rachas de viento que hubo durante todo el día causaron problemas en numerosos lugares. Así, un árbol cayó en la variante de Donostia y obligó a cortar un carril durante varias horas; otro árbol cayó en la carretera GI-2632, donde hubo que regular el tráfico hasta que fue retirado; el tejado del ambulatorio de Ondarreta fue levantado por la violencia del vendaval; un velero quedó encallado en la playa de Bola, en Getxo, sin que se produjeran heridos, y hubo que suspender diversas actividades deportivas en el monte y en el mar.

Sigue la situación de alerta

Durante la jornada de hoy seguirá la situación de alerta en numerosos puntos de Euskal Herria debido a la persistencia del temporal. Si bien disminuirán las precipitaciones, continuarán las fuertes rachas de viento y las olas rondarán los cinco metros de altura.

Al riesgo del desbordamiento de ríos hay que añadir la posibilidad de aludes en el Pirineo debido a la superposición de capas de nieve.