Joseba ITURRIA
CICLISMO - GIRO 2019

Carapaz va muy en serio

El ecuatoriano atacó a 28 de meta, ganó su segunda etapa y se vistió de rosa con el apoyo de Mikel Landa.

Richard Carapaz (Movistar) ganó ayer la decimocuarta etapa con final en Courmayeur y es el nuevo líder del Giro al atacar en la parte final del puerto más duro de la jornada, el Colle de San Carlo, a 28 de meta y llegar con 1:32 a Simon Yates y 1:54 al grupo del resto de los favoritos en el que entró Mikel Landa. El alavés defendió en todo momento a su compañero y ya es quinto en una clasificación general en la que Roglic queda segundo a siete segundos del ecuatoriano.

El esloveno ha pasado en dos días de ser el claro favorito a tener por delante a un corredor que ya fue cuarto el año pasado en la general del Giro y llegaba a Bolonia tras ganar una etapa y la general de la Vuelta a Asturias con la ayuda de Mikel Landa. Parecía que el alavés pagaba por anticipado el trabajo que esperaba recibir del ecuatoriano en las carreteras italianas, pero su liderato puede cambiar el rol de los dos y del equipo Movistar, que pasará a defender la maglia rosa tras dar un recital ofensivo en las tres últimas etapas.

Igual Roglic hasta prefiere la nueva situación porque la etapa de ayer dejó en evidencia la incapacidad de su equipo para defenderse. Bastaron dos ataques de Simon Yates en el kilómetro 13 en la primera subida de Verrayes al que respondieron el esloveno, Landa y Carapaz para dejar en evidencia al Jumbo, que no metió a ningún corredor entre la treintena que quedó en cabeza de carrera en el alto.

Escapada con Ion Izagirre

Luego hubo un reagrupamiento y el Jumbo trabajó en el pelotón para que no cogiera tiempo una fuga de ocho corredores con Amador (Movistar), Juul Jensen y Hamilton (Mitchelton), Cattaneo y Masnada (Androni), el rey de la montaña Ciccone (Trek), Hugh Carthy (Education First) y Sosa (Ineos), a los que luego se unieron Ion Izagirre (Astana), Caruso (Bahrain) y los Ag2r Dupont y Gallopin. El equipo de Primoz Roglic quiso evitar que sus rivales tuvieran compañeros por delante para ayudarles en los últimos kilómetros.

Así los doce comenzaron con apenas 1:40 el puerto más duro de la jornada, el Colle San Carlo (10,5 kms. al 9,8%). Bahrain endureció la parte inicial para preparar el ataque de Nibali, al que respondieron Roglic, Landa, Carapaz y Miguel Ángel López para formar un quinteto que encontró el apoyo de Caruso para atrapar al más fuerte de la fuga, Ciccone, a 29 de meta.

Un kilómetro después, a tres del alto, saltó Richard Carapaz y se formó un quinteto por detrás con Nibali, Landa, Roglic, Miguel Ángel López y Majka, que coronaron a más de medio minuto del ecuatoriano del Movistar.

El siciliano apretó en los últimos metros para lanzarse en el descenso con el alavés a su rueda y, aunque él y Roglic lograron acercarse a una quincena de segundos, dejaron de colaborar y de trabajar. Eso permitió a Carapaz ampliar su ventaja y que entrara por detrás y atacara Simon Yates, que fue segundo en meta por delante de Nibali, que dio tiempo a un grupo en el que Mikel Landa entró quinto.

«Ni yo mismo me lo puedo creer»

Richard Carapaz trasmitió tras su triunfo que «ni yo mismo me lo puedo creer. Es un sueño por el que he trabajado muchísimo y un esfuerzo enorme, de mucho tiempo, que ahora está dando resultados. Era una estrategia que teníamos muy bien planteada desde el equipo. Sabíamos que tanto Mikel como yo estábamos muy bien, que San Carlo también era una subida muy adecuada para mis condiciones y con dos bazas para jugar teníamos más oportunidades. He visto un momento bueno para atacar a tres kilómetros de coronar, he arrancado con todo y he podido insistir y tomar esos treinta segundos arriba que han sido suficientes para hacer sufrir al grupo, seguir aumentando diferencias y, a última hora, verme incluso con opciones de vestirme esta maglia. Estoy contentísimo. Ecuador está reventando por la emoción. Es la primera vez que un ecuatoriano lidera una grande», dijo un corredor dispuesto a defender el liderato. J.I.