Novak Djokovic ganó ayer su cuarto Masters 1.000 de Miami al derrotar por un doble 6-3 a un Rafael Nadal incapaz de contrarrestar la agresividad y acierto del número dos del mundo. A sus 26 años, volvió a realizar el mismo doblete que en 2011 -Indian Wells/Miami- emulando al mejor Federer, que lo hizo en 2005 y 2006.

El serbio superó al español en apenas una hora y 23 minutos gracias a la elevada presión a la que sometió al número uno, que apenas contó con una oportunidad de ruptura en todo el partido y ganó el 58% de los puntos con su primer servicio. Por el contrario, y a pesar del riesgo que corrió en su golpeo, el serbio ganó el 83% de sus puntos en sus primeros servicios y cometió dos errores no forzados menos que Nadal.

El mallorquín empezó intenso y apretó a su rival nada más comenzar con una bola de ruptura, que Djokovic logró salvar, pero hasta ahí llegó su amenaza, pues enfrente estaba el mejor jugador del momento en superficie dura. En el sexto juego, Djokovic rompió fácilmente el servicio de Nadal, que parecía que jugaba en casa gracias al apoyo del público local.

No fue suficiente en su cuadragésimo enfrentamiento, con un balance previo a favor de Nadal de 22-17, aunque en superficie rápida este era positivo para el serbio (7-13), entre ellas dos encuentros en Miami, pues el de Manacor se veía obligado a echarse atrás, a ceder distancia tras la línea de fondo. No se vio el tenis esperado, uno de esos choques eléctricos, de los que estos dos jugadores acostumbran a realizar en el duelo más frecuente en la era ATP. No había señales positivas para Nadal, incapaz de sacar su garra.

Djokovic lo tenía corriendo de un lado a otro y devolviendo las bolas, sin más objetivo que seguir en el punto. Así llegaron al 6-3 en el primer set, y así continuó en la reanudación, con una nueva rotura de servicio por parte del serbio, que impuso su intensidad para comenzar el parcial definitivo con ventaja.

Djokovic, que ya había ganado en Miami en tres ocasiones (2007, 2011 y 2012), superó a Sampras en número de títulos en Cayo Vizcaíno y se acerca a los seis de Agassi, estaba en control de la situación, tenía a Nadal acorralado, sin respuestas. Apenas unos golpes ganadores más salieron a partir de ese momento de la raqueta del jugador que más Masters 1.000 ha ganado (26). El manacorense al menos logró salvar una bola de ruptura 3-1, que hubiera hecho más dolorosa la derrota. Tuvo una opción, pequeña, con 0-30 mediado el segundo set, para igualar la manga, pero tampoco tuvo el acierto necesario para sobrepasar al serbio. Sigue sin ganar en Miami a pesar de haber llegado a cuatro finales. El cansancio físico no está detrás de este resultado, pues ninguno de los dos disputó sus respectivas semifinales debido a la retirada del checo Berdych y el japonés Nishikori, en un hecho inédito en la historia de la ATP.

«Tuve muy buen juego de principio a fin, siempre es difícil ganar contra Rafa. Estoy muy satisfecho con mis cuatro semanas en los Estados Unidos», admitió Djokovic, que afrontó la gira americana sin ganar el Abierto de Australia, en contraste con los tres años anteriores. «Esta es mi zona favorita, tengo grandes recuerdos en Miami, aquí es donde gané en 2007 mi primer gran título», concretó.

Tras el torneo de Cayo Vizcaíno, Nadal sigue al frente de la clasificación ATP, con 1.920 puntos de ventaja, 310 menos que en la última actualización.

Hingis gana el doble femenino

La suiza Martina Hingis logró su primer triunfo en un torneo WTA en siete años. La exnúmero uno del mundo, de 33 años, y la alemana Sabine Lisicki ganaron 4-6 y 6-4 (10-5) a la pareja formada por las rusas Ekaterina Makarova y Elena Vesnina.