
Israel reiteró ayer que la «campaña» militar contra Irán será «larga» -lleva varios días instando a sus ciudadanos a prepararse para ello- mientras su ministro de Exteriores, Gideon Saar, aseguró que la guerra con Irán «retrasó al menos dos o tres años» el desarrollo de una bomba atómica en la República Islámica.
El régimen sionista lanzó el 13 de junio una amplia campaña de ataques aéreos contra Irán con el pretexto de evitar que su archienemigo en la región produzca -como sí hace Israel- armas atómicas. Irán niega que quiera dotarse de una bomba atómica, defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear civil y rechaza reducir sus actividades nucleares a cero «bajo ninguna circunstancia».
Los bombardeos israelíes golpearon decenas de instalaciones militares y nucleares en la República Islámica, y se cobraron la vida de militares de alto rango y de científicos implicados en el programa nuclear, pero también están matando a decenas de civiles.
Ambos países volvieron a atacarse ayer y por la noche seguían escuchándose explosiones en el centro y norte de Teherán, y las alarmas en distintos puntos de Israel.
El Ejército israelí aseguró haber atacado lanzamisiles y radares en el suroeste de Irán, haber llevado a cabo un «ataque a gran escala» contra la central nuclear de Isfahan y haber matado dos comandantes de la Guardia Revolucionaria, a los que el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, identificó como Saeed Izadi, de la Fuerza al-Quds, y Aminpour Joudaki, responsable de una brigada de drones. También atacó la ciudad santa de Qom, al sur de Teherán, donde bombardeó un edificio residencial y mató a un científico nuclear y a su esposa.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmó el bombardeo de un taller de producción de centrifugadoras -utilizadas para enriquecer uranio- en la planta de Isfahán, sin consecuencias en «términos de radiación».
Un dron lanzado por Irán superó las defensas enemigas e impactó por primera vez en el norte, en un edificio residencial del valle de Beit Shean.
El Gobierno iraní actualizó ayer el balance de víctimas al cifrar en 430 los muertos por los ataques de Israel, entre ellos 54 mujeres y niños y cinco sanitarios.
Las autoridades israelíes mantienen desde hace días que en su territorio han muerto 25 personas por los ataques iraníes con misiles y drones como respuesta a su ofensiva.
Dispuesto a negociar, no a renunciar
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, aseguró ayer que su país está dispuesto a dialogar y negociar, pero no aceptará reducir las actividades nucleares a cero «bajo ninguna circunstancia», y así se lo transmitió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica, según informó el Gobierno iraní en X. Le dijo que Irán está dispuesto a «discutir y cooperar», pero que no va a acabar con su programa nuclear, y avisó de que la respuesta a Israel «será más aplastante y decisiva».
París ya había informado por la mañana de la llamada en la que, según el Elíseo, Pezeshkian aseguró que las conversaciones entre Irán y los países europeos se van a «acelerar» para buscar una salida negociada a la guerra iniciada por Israel. «Estoy convencido de que existe una vía para salir de la guerra y evitar peligros más graves. Para lograrlo, vamos a acelerar las negociaciones», escribió Macron en X, tras hablar con Pezeshkian. Pero recalcó que es «exigente» respecto al programa nuclear iraní: «Irán nunca debe tener armas nucleares y le corresponde dar todas las garantías de que sus intenciones son pacíficas», señaló haberle dicho.GARA

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