En la Asamblea más trabajada que se recuerda, el nuevo Consejo de Administración de Bilbao Basket, al que hay que reconocer que hizo sus deberes, reconoció una deuda por encima de los seis millones de euros: 6.074.400. A pesar de todo, en opinión del tesorero Juan Carlos Del Campo, que junto al letrado Enrique Olaran y el presidente Xabier Jon Davalillo llevó la voz cantante -fue chocante el total mutismo de Curro Guzmán o Iñaki Calvo- «la viabilidad de Bilbao Basket está garantizada».

Bajo el epígrafe «Un proyecto sostenible y para todos» y profusión de detalles, Del Campo, Olaran y Davalillo diseccionaron el pasado, presente y futuro recientes de Bilbao Basket. Por primera vez, se puso negro sobre blanco la cuantía de la deuda, amén de desglosarla, siendo el 60% lo que se les debe a jugadores presentes y pasados y también a los técnicos, y resultando chocante que el 15% de la deuda sea con Hacienda.

Los gestores justificaron el acudir a un preconcurso de acreedores, porque de esa forma han dado «un balón de oxígeno de tres meses» al club. De hecho, el haber acudido al preconcurso evitaba el concurso necesario, algo que uno de los acreedores sí que hizo al parecer, el día 29 de mayo y que, en palabras de Del Campo, «hubiera supuesto la liquidación de la entidad».

En el plan de viabilidad expuesto posteriormente, el responsable económico desvelaba que el club está «en puertas de cerrar una línea de crédito del orden de los tres millones de euros» para refinanciar esa deuda «sin que ahogue» a la entidad y reducirla a razón de 800.000 euros por año. Xabier Jon Davalillo, preguntado por la procedencia de la citada línea, no soltó prenda y dijo que los contactos con la diputación de Bizkaia en este respecto ahora mismo están paralizadas. Si viene de dinero público... bien; si viene por parte de fondos privados... mejor», resumió.

«Saneado en cinco años»

El tesorero de Bilbao Basket sorprendió por su calma al asegurar que «con un presupuesto equilibrado y contención del gasto, el club puede estar saneado en cinco años y sin hacer ninguna maravilla». Según sus cálculos más «conservadores», habrá una quita de 1,2 millones. El club plantea saldar sus deudas a los tres meses en caso de una quita del 50% del acreedor; a los dos años en caso de renunciar al 25% y en cinco años en caso de querer percibir el total de la deuda contraída.

Del Campo adelantaba también que el presupuesto para la próxima temporada sería de 4.297.500 euros, «el séptimo de la Liga ACB» tomando como referencia la última campaña.

«La regla de oro es no generar ni un euro de deuda. El presupuesto será equilibrado, acorde con la capacidad de ingresos, pero no estará en la cola de la ACB. Vamos a hacer un proyecto deportivo competitivo y capaz de conseguir logros como en el pasado», explicaba.

En ese sentido, Del Campo añadía que «renegociando» sus actuales contratos están tratando de cerrar «a la mayor brevedad posible» los preacuerdos alcanzados con Alex Mumbrú, Raúl López, Axel Hervelle y Dairis Bertans, para que sigan en el proyecto que dirigirá la próxima temporada Sito Alonso.

En el capítulo de ingresos, van a tratar de incrementar «en un millón de euros» los actuales 1,2 millones de euros los ingresos por patrocinadores, tanto con los ya existentes como con posibles nuevos. Asimismo, se primaba el potenciar muchos pequeños sponsors en lugar de uno grande. «Es preferible que haya cinco de 300.000 euros cada uno que uno de millón y medio», explicaba.

«Como novedad» en ese canal de ingresos, el Consejo espera recaudar el próximo curso 450.000 euros de la venta a pequeños accionistas de la mitad de los 16.000 títulos vendidos por Gorka Arrinda, en un intento de fomentar «una estructura accionarial más diversificada».