Imanol CARRILLO
IRUÑEA
ABERRI EGUNA

Reclaman la independencia para obtener democracia y justicia social

Alrededor de 11.000 personas respaldaron ayer por las calles de Iruñea la convocatoria de la Red Independentistak para conmemorar el Aberri Eguna. La fiesta se mezcló con la reivindicación de un estado vasco soberano «como herramienta para construir un futuro en democracia, justicia social, igualdad y libertad para todos los vascos y vascas».

A las 12.15, un cuarto de hora más tarde de lo previsto, arrancó la marea verde desde los Cines Golem, donde un letrero de una conocida librería mostraba el camino para ir todos unidos. Como si fuese una alfombra de un gran evento en el que los rayos de sol acapararon el papel de los focos, una ikurriña gigante –podría ser por su tamaño la que se desplegó en el chupinazo de los sanfermines en 2013– daba paso a una pancarta en la que se podía leer “Independentzia”. Y sobre estas deseadas letras también aparecía la palabra “Bai”, formando en su conjunto el lema del Aberri Eguna de este año: “Bai Independentzia”.

Detrás de este objetivo y deseo se manifestaron alrededor de 11.000 personas según el recuento de GARA. Para hacerse una idea de la magnitud de la manifestación, basta decir que en el momento en el que la cabeza llegó al Paseo Sarasate, lugar donde se celebró el acto principal, las últimas filas se encontraban al final de la Avenida Baiona. Es decir, la marea verde lanzada por la Red Independentistak en ese momento tenía unos 950 metros de longitud.

La manifestación contó con un diverso colorido de banderas. La ikurriña fue la más numerosa, pero otras también quisieron ser confidentes este día. Así, hubo también muchas enseñas de Nafarroa, así como senyeras y esteladas de Catalunya, igual que de Galiza o Andalucía y de otras naciones que aspiran a ser libres como el Sahara, Escocia y Palestina. También estuvo presente la bandera arcoíris.

Tras casi una hora de recorrido, y escoltada en todo momento por varias furgonetas de la Policía española, la manifestación llegó al Paseo Sarasate, justamente hasta delante del Monumento a los Fueros y la sede del Gobierno de Nafarroa, mientras sonaban los aplausos de centenares de personas que ya esperaban en ese preciso lugar.

«Descolonizar las cabezas»

Subido en un escenario, el portavoz de la Red Independentistak, Txutxi Ariznabarreta, señaló que el mensaje se basa este año en la palabra “bai”, porque «llega el momento de decidir, y diciendo sí vamos a decidir: sí a la democracia, a la justicia social, al futuro, al euskera, al estado vasco y a la independencia».

Sin embargo, «para liberar nuestro pueblo, antes debemos descolonizar nuestras cabezas» y «desconectar con Madrid y con París» porque dentro de ellos «no existe ningún tipo de oportunidad de soberanía». De este modo, animó a participar en un «movimiento social independentista importante, un sujeto nuevo que debe ir mucho más allá del abertzalismo y, desde la diversidad, estar compuesto por todas aquellas personas dispuestas a compartir un futuro basado en la democracia, la justicia social y la libertad».

Aprovechó su discurso para lanzar un guiño a Catalunya y a las personas que llegaron a Euskal Herria entre los años 50 y 70, sobre todo desde la península ibérica, pero también a las que «han llegado de tierras mucho más lejanas», como África, América, Asia o el Este de Europa: «Con todas y todos vosotros, con vuestras hijas e hijos, con vuestras nietas y nietos... vamos a construir, desde la diversidad, un futuro de democracia, justicia social, igualdad y libertad».

Por último, subrayó la importancia de tener en Iruñea «un alcalde independentista» como Asiron, y reclamó «un poco más de cariño y humor», porque «el humor es revolucionario».

Antes de la manifestación, en declaraciones a los periodistas, el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, mostró su satisfacción porque «cada vez son más los sectores populares que celebran este día del Aberri Eguna», y defendió «la independencia para este país, no solamente como el mayor nivel de libertad al que puede aspirar un pueblo, sino también como herramienta para conseguir una sociedad más igualitaria y con justicia social para todos los vascos y vascas».

En manos de la ciudadanía

Pello Urizar, secretario general de EA, animó a dar pasos desde Euskal Herria «no como ideal, sino como única posibilidad de avanzar como país ante un Estado que no tiene voluntad de acuerdo». El también parlamentario de EH Bildu expresó el derecho a decidir como «un instrumento de cambio político y social, una herramienta en manos de la ciudadanía para que sea ella la protagonista principal en la toma de decisiones sobre las cuestiones que le afectan y sobre el futuro de este país».

La representante del sindicato LAB, Bea Martxueta, respaldó el acto porque «la independencia es futuro». También señaló estar a favor porque «debemos convertirla en el instrumento más eficaz para discutirle el poder al capitalismo», situando como «eje principal de lucha el reparto de la riqueza y el trabajo, la calidad del empleo, la fortaleza del sistema de protección vasco y la defensa de los servicios públicos». Asimismo, mostró su compromiso para «conseguir un estado socialista vasco, feminista e independiente» en el que el sindicalismo vasco sea «sujeto protagonista».

 

Buen ambiente y un clima ideal en Iruñea, los ingredientes esenciales para el Aberri Eguna

El buen ambiente y un clima ideal fueron los ingredientes esenciales para la celebración del Aberri Eguna en Iruñea, que comenzó un cuarto de hora más tarde debido, en gran parte, a la acumulación de gente en las inmediaciones a los Cines Golem.

Las personas que acudieron a la llamada de la Red Independentistak llegaron bien temprano hasta «la capital histórica de Euskal Herria», como recordó el portavoz Txutxi Ariznabarreta en su discurso. De camino desde Alde Zaharra hasta el punto de encuentro se pudieron ver los desembarcos de personas que llegaron en autobuses y otros medios. Los rayos de sol animaban a vestirse las camisetas y “pañuelicos” verdes que vendían los organizadores. Los más osados hasta se atrevían con los puros a horas bien tempraneras.

La manifestación arrancó con irrintzis y gritos de “Independentzia”, “Euskal presoak, etxera” o canciones como “Hator, hator, etxera” o “Ikusi mendizaleak...”, todo ello con el sonido de trikitixas y txistus de fondo.

La marea verde contó con caras bien conocidas del ámbito político y social. Además de miembros de la organización, que se situaron a la cabeza de la marea sosteniendo la pancarta, se pudo ver a representantes de Sortu como Pernando Barrena o Rufi Etxeberria, electos de EH Bildu como Adolfo Araiz y Bakartxo Ruiz u Onintza Enbeita, miembros de EA como Pello Urizar y Maiorga Ramírez, de Aralar como Patxi Zabaleta, así como a representantes del sindicato LAB, como Bea Martxueta.

Alrededor de las 13.00 la cabeza de la manifestación llegó a la Plaza Sarasate bajo los aplausos de centenares de personas que no se perdieron el acto principal, cargada de emoción con la música en directo de Mikel Fernández, del grupo Omnia, con guitarra y piano; o con las rimas de un dúo de hip hop.

El acto finalizó dando las gracias a las peñas y bares de Iruñea, a donde se dirigieron todos en kalejira detrás de los joaldunak, para continuar la fiesta. El día se alargó con Irrien Lagunak o la Gazte Karpa, donde tal vez una joven que al inicio de la manifestación vestía una camiseta musical de Kortatu que decía «Aunque esté todo perdido, siempre queremos molestar», debió cambiársela por otra que rezase «si creemos, ganaremos».I. C.