Río Aragón y Yesa+No informaron ayer de que con sus alegaciones han obligado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a una nueva información pública, dejando, «una vez más», a este organismo «en evidencia». Las asociaciones denunciaron su forma de actuar en el proyecto de recrecimiento de Esa. «Lleva arrastrando una sucesión de chapuzas e improvisaciones desde hace más de 30 años», censuraron.

Según explicaron, el pasado sábado la CHE se vio obligada a repetir el plazo de una información pública del proyecto de recrecimiento de la presa de Esa, mediante su anuncio en el BOE. Después de afirmar en el boletín del 27 de noviembre que se publicaba una adenda, las asociaciones vieron que lo que estaba a disposición de la ciudadanía era únicamente la noticia de la expropiación pero no toda la documentación que lo justificaba. «Han sido las alegaciones presentadas por nuestras asociaciones las que han obligado a la confederación a repetir esta información pública», dijeron.

Remarcaron que es «inadmisible» que un procedimiento que conlleva la ampliación de la zona de seguridad hasta abarcar dos urbanizaciones completas y la expropiación de 102 viviendas «se pretendiera aprobar sin someter a conocimiento público la justificación de una decisión de tal envergadura». No se creen que, como dice el nuevo anuncio, esto se deba a un error. Más bien, están convencidos de que, «una vez más, la CHE ha pretendido deliberadamente, ocultar información que pueda ser relevante para cuestionar este proyecto».

Indicaron que ha pasado ya el mes de plazo que marca la ley para entregar documentación en materia ambiental desde que solicitaron formalmente los anejos no expuestos, así como otros expedientes relacionados con la obra, sin que hayan tenido respuesta alguna. «La ocultación de información ha sido una constante en el devenir de este proyecto», afirmaron, y añadieron que es «absolutamente inadmisible» que esto siga pasando cuando se han producido circunstancias tan graves como los deslizamientos, que originaron incluso movimientos de la actual presa, que obligaron a declarar el nivel 2 de emergencia, y tras más de dos años no se ha podido eliminar la alerta de emergencia (ahora en nivel 1).

Por todo ello, Yesa+No y Río Aragón exigieron que se depuren responsabilidades y que se ponga fin a este «bochornoso» proyecto que desde que empezó hace 30 años no ha sido sino «una continua sucesión de chapuzas y errores».