@gara_ialtuna

‘Por nuestros medios’, para que todo se cuente y nada se impida

El modelo de los medios creados desde la prensa se agota, pero la necesidad de la información permanece más que intacta. Es hora de renovar el compromiso ‘por nuestros medios’, que pasa por el pago por su consumo más allá del papel prensa.

Dos jóvenes leen el especial difundido por GARA con motivo del Aske Gune de Donostia. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Dos jóvenes leen el especial difundido por GARA con motivo del Aske Gune de Donostia. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)

Las entradas de ‘visitantes únicos’ de GARAnet que contabiliza el sistema Google Analytics aumentaron en más de un millón entre 2010 y 2011, para situarse por encima de los cuatro. Fue el trepidante año del alto el fuego permanente, general y verificable, el de las elecciones municipales –con la legalización de Bildu– y, sobre todo, de Aiete y la histórica decisión de ETA de abandonar definitivamente la lucha armada.

En este 2013, la propuesta digital de GARA (los contenidos del papel en la red) y NAIZ (información actualizada y contenidos propios de Internet) va camino de volver a superar los cuatro millones de ‘visitantes únicos’, lo que demuestra que, además de los propios acontecimientos informativos, la mejora de la oferta de este grupo se ha dejado sentir en la respuesta de los usuarios.

Un segundo dato igualmente elocuente es que los contenidos más específicos de GARA, con sus artículos de mayor profundidad, se siguen consumiendo con intensidad. Por decirlo de forma gráfica, lo más leído de los domingos por la mañana siguen siendo los reportajes, entrevistas y análisis del papel, aunque, cada vez más, sin el papel. 

Todo ello demuestra que la bajada del consumo de prensa escrita –al menos, en el caso de este grupo– no se debe a una pérdida de influencia o de interés por parte del público. Son contenidos que se necesitan y se persiguen, en muchos casos, por la red. Un claro ejemplo de ello ha sido la reciente operación contra Herrira, que provocó el mayor número de entradas en NAIZ desde su nacimiento, por encima incluso de las últimas elecciones autonómicas de la CAV.

Sin embargo, el sector de los medios de comunicación se encuentra en una profunda crisis, de carácter propio, que se suma a la económica general. Una crisis del modelo de negocio, sin que, por ello, la importancia de la información haya disminuido. Lo saben en el mundo los magnates y entidades financieras que compran medios a pesar de conocer que son deficitarios, y se sabe en Euskal Herria, donde uno de los principales campos de batalla ha sido precisamente el de contar lo sucedido e interpretarlo.

La trascendencia de esta labor, en la que el grupo de GARA ha tenido un protagonismo incuestionable, está siendo puesta de manifiesto en estos días en la primera fase de la campaña ‘Por nuestros medios’, que ha arrancado con un texto del director del periódico, Iñaki Soto: «En nuestro país hay muchas cosas que, si atendiésemos a la versión oficial, sencillamente no habrían ocurrido. Pero ahí están, en la hemeroteca, al menos en la nuestra. Noticias malas, buenas, regulares. Hechos que han intentado ser ocultados, escenarios que han querido ser evitados».

Renovar un contrato no escrito

La importancia de la información también se proyectará hacia el futuro, con mayor relevancia, si cabe. Asoman escenarios nuevos y, en muchos casos, inciertos que igualmente deberán ser contados e interpretados para que nada se oculte y para que nada se impida. Algunas versiones, las más cercanas a los poderosos, se encuentran aseguradas de antemano debido a la incuestionable adscripción de los grandes medios y los recursos con los que cuentan.

Los medios que quieren que una nueva versión se difunda, en cambio, se han creado gracias al apoyo popular y a las situaciones especiales habidas en el país. Un ejemplo claro fue el del postfranquismo, donde surgió ‘Egin’, además de ‘Deia’. En una reciente entrevista, realizada desde prisión, el último director del diario clausurado, Jabier Salutregi, ponía de manifiesto la trascendencia que puede llegar a tener un medio: «El periodismo vasco, tras la muerte de Franco, siguió sin ser vasco de puro españolismo hasta que llegó ‘Egin’».

Durante estas décadas ha habido nuevas experiencias, algunas surgidas de situaciones realmente traumáticas, como los cierres de ‘Egin’, Egin-Irratia y ‘Euskaldunon Egunkaria’, entre otros. Los nuevos proyectos se han sujetado igualmente en el respaldo popular. GARA es nítido ejemplo.

Varias generaciones llevan soportando el modelo en el que el papel prensa resulta determinante, con la aportación inicial para constituir el medio y con la compra diaria para poder sostenerlo.

Tras estos años, la realidad ha cambiado enormemente y nos dirigimos a nuevos modelos, en los que la disminución de ingresos en las ventas del periódico deben compensarse de otras formas, como el cobro en Internet. Ya no es suficiente con las generaciones de ‘café y periódico’, por lo que ahora toca renovar ese contrato no escrito ‘por nuestros medios’.