Maite UBIRIA

Detenido en un control en la muga el expreso Peio Alcantarilla

EH Bai y EH Bildu han dado a conocer por medio de un comunicado que el expreso Peio Alcantarilla ha sido detenido este mediodía cuando regresaba del trabajo a su domicilio en Urruña, en un control de la Policía francesa.

Imagen de archivo de un control en la muga. (Gorka RUBIO/FOKU)
Imagen de archivo de un control en la muga. (Gorka RUBIO/FOKU)

Euskal Herria Bai y Euskal Herria Bildu han difundido esta tarde un comunicado en el que muestran su preocupación por la situación del expreso Peio Alcantarilla, detenido este mediodía por agentes de la Policía francesa en la muga entre Irun y Hendaia.

Alcantarilla salió de prisión en 2012 y regresó a la casa que su familia tiene en Urruña desde hace dos décadas en Urruña. El expreso pasa a diario la muga, por razones de trabajo, sin que hasta la fecha haya tenido mayores problemas.

Hoy, sin embargo, tras comprobar que su nombre figura en el Fichero Judicial Nacional Automatizado de Autores de Infracciones Terroristas (Fijait) los agentes franceses han procedido a su detención en el puente de Santiago y a su posterior traslado a la comisaría de la Policía en Hendaia.

El fichero Fijait fue creado tras los atentados de 2015 en París, cuando la Asamblea Nacional francesa reforzó el arsenal policial y legislativo para hacer frente al «terrorismo yihadista».

El Fijait permite a la Policía prolongar el control sobre personas que han cumplido penas de prisión en relación a «causas terroristas».

Fichero creado para combatir el yihaidismo

Ese fichero entró en vigor el 1 de julio de 2016, y de manera inmediata se empezó a incluir en el mismo no ya a integrantes de grupos islamistas sino también a militantes de organizaciones armadas vascas o corsas.

De hecho, sólo tres meses después de que empezara a usarse ese registro, varios expresos vascos afectados por esa medida, que implica diversas obligaciones, desde acudir periódicamente a comisaría a comunicar cualquier cambio de domicilio, dieron a conocer por vez primera esa extensión del Fijait más allá de su objetivo original.

Lo hicieron en una rueda de prensa llevada cabo en Baiona en octubre de 2016.

Junto a la abogada Clara Rouget, comparecieron dos ex presos y también portavoces de la Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Comité de Defensa de los Derechos Humanos del País Vasco (CDDHPB).

Según dieron a conocer, nada más entrar en funcionamiento el nuevo fichero incorporó los nombres de 37 vascos recluidos en cárceles francesas y de 7 expresos.

Son decenas más los expresos que desde entonces han visto cómo se les incluía en ese fichero.

De acuerdo al comunicado conjunto hecho público esta tarde por EH Bildu y EH Bai, en el que exigen que se deje de aplicar esa «medida excepcional», en la actualidad los nombres de un centenar de vascos figuran en el Fijait.

Ambas formaciones remarcan además que con el reforzamiento de controles en la muga, que París justifica en el contexto sanitario y la amenaza islamista, la situación de expresos afectados por el Fijait, que se por sí tienen su libertad de movimiento limitada, «se hace todavía más difícil» ya que pueden ser retenidos en un control.

Ello se debe a que figurar en el Fijait implica aparecer en los ficheros policiales como «persona en busca y captura», lo que en caso de control puede acarrear la detención hasta que se verifica la situación de la persona.

Veinte años de inscripción

La inscripción en el registro Fijait tiene una vigencia de hasta 20 años, aunque las obligaciones ligadas a ese registro extinguen a los diez años.

Durante una década la persona fichada está obligada a justificar su domicilio cada tres meses, a dar a conocer de forma inmediata un cambio de domicilio, y a avisar de sus desplazamientos al extranjero con 15 días de antelación.

Los plazos empiezan a contar a partir del día en que se dictó condena para los expresos y para quienes están todavía en prisión a partir de su puesta en libertad.

Los inscritos en este registro, que además tiene carácter retroactivo, están sujetos a estrictas condiciones bajo amenaza de condena que puede llegar hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa.

De hecho el caso del expreso de Beskoitze Peio Irigoien llegó al juzgado.

Así, el Tribunal de Gran Instancia de Baiona le consideró en 2018 culpable de haber incumplido las medidas relativas al Fijait y le ordenó regularizar su situación antes de junio de 2019, aceptando ser fichado o bien recurriendo su inclusión en el Fijait. 

Condenado finalmente a 500 euros de multa por el Tribunal de Pau, la de Irigoien fue la primera sentencia en relación a esa inclusión sistemática de presos y expresos vascos en un registro policial creado para combatir al yihadismo.   

Tambien por el Fijait fue retenido durante unas horas Josu Urrutikoetxea el pasado mes de octubre, cuando la Policía se presentó en el domicilio en que vive en París y pese a estar en libertad bajo control telemático.