
Euskaltel, que nació como una empresa pública, «quedó expuesta a la entrada de fondos internacionales y sin un compromiso de arraigo» y «se perdió el control efectivo de una empresa que había sido un proyecto de país y referente de desarrollo tecnológico en Euskadi».
Así lo ha reconocido este viernes el consejero de Hacienda y Finanzas de Lakua, Noël D'Anjou, en el Parlamento de Gasteiz, donde ha respondido a las preguntas formuladas por el parlamentario de EH Bildu Ander Goikoetxea sobre la compra de Euskaltel por parte de Orange.
Euskaltel pasó a formar parte de MásMovil en 2021 cuando esta empresa la adquirió por 2.000 millones de euros. En julio de 2022, MásMovil y Orange se fusionaron en MasOrange; y la semana pasada la multinacional francesa se hizo con la totalidad de MásOrange al comprar por 4.300 millones la otra mitad de la compañía que tenían los fondos KKR, Providence y Cinven, junto con un grupo de inversores vascos.
D'Anjou ha situado el origen de esta situación en la crisis financiera de 2008, cuando llegaron unas directrices del Banco Central Europeo, «de obligado cumplimiento», que establecieron que las entidades financieras debían centrarse en su negocio principal y reducir su participación empresarial o industrial.
Según ha explicado, la salida de Kutxabank dejó a Euskaltel expuesta a la entrada de capital extranjero. Una situación que, en palabras del consejero, el Ejecutivo no deseaba. Ha indicado que Lakua quiere que las empresas estratégicas «sigan ligadas a este país y que las que en su día pasaron a manos de los fondos puedan volver a arraigar aquí».
No obstante, el Gabinete de Imanol Pradales espera mantener en los próximos días un encuentro con responsables del grupo MasOrange para conocer «de primera mano cuál es su compromiso con Euskadi y su implicación con el territorio».

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