Pello Guerra

Maya recula y se mantiene el actual protocolo contra las agresiones sexistas en sanfermines

La presión popular ha dado sus frutos y el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, se ha visto forzado a recular y mantener el actual protocolo contra las agresiones sexistas en sanfermines. En estos momentos se está acordando cómo será la campaña sobre esta materia, que NA+ también quería descafeinar.

Imagen de la comparecencia de la Plataforma de Mujeres contra la violencia para denunciar el cambio del protocolo contra las agresiones sexistas en sanfermines.
Imagen de la comparecencia de la Plataforma de Mujeres contra la violencia para denunciar el cambio del protocolo contra las agresiones sexistas en sanfermines. (NAIZ)

El alcalde de Iruñea, Enrique Maya, ha terminado reculando y el actual protocolo contra las agresiones sexistas en sanfermines se mantendrá, tal y como exigía la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista y como le pidió el pasado lunes el Consejo de la Mujer.

Así lo ha explicado la concejal de EH Bildu Eva Aranguren durante una rueda de prensa de la formación abertzale en relación a la gestión que está haciendo el equipo de Navarra Suma de las próximas fiestas.

Aranguren ha detallado que el Consejo de la Mujer celebró el pasado lunes una reunión extraordinaria a petición de la citada plataforma, que el miércoles día 18 había denunciado públicamente que Navarra Suma quería cambiar el protocolo para poder decidir «cómo se responde ante una agresión» que pueda suceder durante los sanfermines.

En esa reunión, el Consejo de la Mujer aprobó cuatro puntos y entre ellos, figuraba que «se mantuviera el protocolo tal y como se había negociado hasta ahora« tras su implantación en 2016.

También pedía que «se incidiera en la necesidad de la visibilización de todas las agresiones y  en la colaboración de las instituciones con el movimiento feminista, que es lo que convirtió a Iruñea en un referente a nivel del Estado», ha añadido la concejal de EH Bildu.

Ante esta petición del consejo y la presión ejercida por el movimiento feminista, «el protocolo sigue intacto, porque Maya se ha visto forzado a dar marcha atrás en su propuesta de cambiarlo», ha indicado Aranguren.

La concejal ha denunciado que con ese cambio en el protocolo «se ha intentado dar un paso atrás inaceptable en una actitud irresponsable por parte de Alcaldía al tratar de romper una estrategia y una herramienta absolutamente eficaz basada en el consenso y que ha demostrado claramente que funciona. Iruñea debe seguir siendo vanguardia en la lucha contra las agresiones sexistas. Y el derecho de las mujeres a disfrutar libremente de las fiestas está muy por encima de cualquier otra consideración».

Campaña por definir

Tras salvar el protocolo, ahora está pendiente determinar cómo va a quedar finalmente la campaña contra las agresiones sexistas en sanfermines. En este terreno, Navarra Suma también quiere introducir cambios tanto en la imagen como en el lema, eliminando el de ‘Pamplona libre de agresiones sexistas’ para volver a utilizar el ‘Libre que me quiero libre’. Incluso «no dispondrá de los soportes habituales que daban visibilidad y sentido a la campaña», como la rotulación en el transporte público, vídeo, imagen de los escenarios…, según denunció la plataforma.

Al respecto, Aranguren ha señalado que la concejala María García Barberena «reconoció que todavía no se había enviado el material y se estaba a tiempo de modificar la campaña». Por lo tanto,  todavía se está acordando y habrá que ver si en este caso, Navarra Suma también da marcha atrás y mantiene la campaña que se ha venido haciendo estos últimos años.

¿Mala imagen?

Sobre esta cuestión, el portavoz del grupo municipal de EH Bildu en Iruñea, Joseba Asiron, ha señalado que «estamos convencidas de que la prioridad del Ayuntamiento debe ser garantizar el carácter popular de las fiestas y la seguridad en las mismas y, muy especialmente, la de las mujeres. Por tanto, reventar los consensos alcanzados en torno al protocolo contra las agresiones sexistas es una auténtica irresponsabilidad».

Asiron ha recordado que el único argumento esgrimido por el alcalde para hacerlo es «algo tan subjetivo como que da mala imagen», a pesar de que el proceso que dio origen al protocolo «fue modélico y partiendo de un hecho trágico como el sucedido en 2016 [por la violación múltiple]. ¿Da eso mala imagen? Para nosotras está claro que no. Este protocolo implica un efecto disuasorio ante estas agresiones y, estamos convencidas, repercutirá a medio plazo en cambiar la imagen de las fiestas y, sobre todo, en que las mujeres se sientan más seguras y libres».