NAIZ

La UE podría perder hasta 3,7 millones de toneladas de exportaciones de acero a EEUU

Estados Unidos es el segundo destino más importante para las exportaciones de acero de la Unión Europea, con el 16% de las ventas. Los impuestos decretados por el presidente Trump podrían hacer caer las cifras hasta un total de 3,7 millones de toneladas, según la patronal europea del acero.

Fundición de acero en la localidad alemana de Mulheim an der Ruhr.
Fundición de acero en la localidad alemana de Mulheim an der Ruhr. (Christoph REICHWEIN | AFP)

La patronal de la industria del acero en la Unión Europea, Eurofer, advirtió ayer que el arancel estadounidense del 25% a todas las importaciones de ese producto supone «una escalada radical de la guerra comercial» que ya inició el presidente Donald Trump durante su primer mandato.

El presidente de Eurofer, el alemán Henrik Adam, apuntó que esta decisión «empeorará aún más la situación de la industria siderúrgica europea, exacerbando un entorno ya nefasto del mercado», y recordó que los productores europeos de acero gozaban de exenciones y que la Comisión Europea había negociado un contingente arancelario, a pesar de lo cual importaciones habían disminuido en más de 1 millón de toneladas al año.

«Si ahora se eliminan todas las exenciones y los contingentes arancelarios, la UE podría perder hasta 3,7 millones de toneladas de exportaciones de acero a EEUU», que es el segundo mayor mercado y representó en 2024 el 16% del total de las exportaciones de acero comunitarias.

«No hay vencedores»

Por su parte, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) tildó de «injustificados» los aranceles estadounidenses e invitó a las autoridades comunitarias a trabajar conjuntamente para «elaborar una respuesta que evite ejercer involuntariamente más presión sobre los puestos de trabajo y las empresas, o causar más inflación».

«En las guerras comerciales no hay vencedores (…). Los aranceles son, de hecho, un impuesto sobre las importaciones. Los pagarán en gran parte los consumidores estadounidenses y las numerosas empresas que dependen del acero y el aluminio como insumos», indicó el secretario general adjunto de la CES, Claes-Mikael Stahl.

Agregó que «aunque a corto plazo salvaguarden unos pocos puestos de trabajo en la siderurgia estadounidense, harán subir la inflación y provocarán la pérdida de empleo de muchos más trabajadores estadounidenses».