Arnaitz Gorriti
Kirol-erredaktorea, saskibaloian espezializatua / redactor deportivo, especialista de Baloncesto

Bilbao Basket se baja al barro para ganar por siete la ida de la final de la FIBA Europe Cup

Veremos si el 72-65 de Miribilla le vale a Surne Bilbao Basket para ganar la FIBA Europe Cup. Los bilbainos han arrancado fuerte y se han ido 24-12, pero los nervios y el PAOK han estrechado el margen. Con Pantzar y De Ridder de líderes, los de Ponsarnau aguantaron, pero mejor si ganan en Salónica.

Thijs De Ridder y Pantzar han llevadso a los hombres de negro a la victoria en la ida de la final de la FIBA Europe Cup.
Thijs De Ridder y Pantzar han llevadso a los hombres de negro a la victoria en la ida de la final de la FIBA Europe Cup. (Aritz LOIOLA | FOKU)

SURNE BILBAO BASKET 72 - PAOK SALÓNICA 65

Habrá que ver si el 72-65 es suficiente o no para que Surne Bilbao Basket pueda llevarse la finalísima de la FIBA Europe Cup. Será difícil en tierras helenas, pero lo cierto es que los pupilos de Jaume Ponsarnau han forjado su victoria bajando al barro ante un PAOK de Salónica garrapatero como pocos.

Melwin Pantzar, con 19 puntos y Thijs De Ridder, con 13 tantos y 10 rebotes, han llevado en volandas a la victoria un partido que se ha complicado sobremanera después de haberse escapado 24-12 de inicio, cuando los triples bilbainos han entrado a puñados. Pero entre la reacción helena, con Bartley, Henderson y Reynolds a la cabeza, un arbitraje desquiciante y una sobreexcitación que por poco les cuesta caro a los hombres de negro, la final queda en un puño.

No queda otra que ganar también en Salónica, porque si los de Ponsarnau salen a defender su resultado, se van a quedar con las ganas. Para ello deberán bajar al barro exactamente igual que en Miribilla, aunque en tierras griegas no tendrán a más de 9.500 almas desgañitándose a su favor.

Una final desde mucho antes

La final ha comenzado casi dos horas antes. Por un lado, los aficionados han salido a recibir a los hombres de negro a la entrada del parking de Miribilla, en una «quedada» entre aficionados en los aledaños del pabellón. A la misma hora, subiendo a Miribilla desde Alde Zaharra, los 500 aficionados del PAOK de Salónica se han dedicado a cantar sus vítores y cánticos –tantos años oyendo el «Horto Magiko» del PAO o el himno de Olympiacos, ha resultado extraño escuchar otras tonadas–, rodeados por un fuerte retén de la Ertzaintza, que los han escoltado hasta dentro del pabellón, aunque sin armar mayor alboroto que el de sus decibelios cantores; nada que no se pudiera soportar.

Ha sorprendido un poco también la «invasión» de la hinchada local con 40 minutos aún restantes para el salto inicial. No en vano la Peña Hirukoa había solicitado a los demás aficionados que «los jugadores sientan el calor de los hinchas desde el calentamiento» y en un contexto de lleno y notable optimismo en el ambiente, el Bilbao Arena ha ido llenándose poco a poco sin la habitual espera a tomarse «la espuela».

En cada localidad esperaba una camiseta negra para ponerse y unos aplaudidores para dibujar un mosaico, amén de tener la consigna de no sentarse hasta que llegase la primera canasta bilbaina. Aunque la FIBA Europe Cup sea el cuarto campeonato en importancia tras la Euroliga, la Eurocup y la FIBA BCL, una final es una final.

¡Y tanto que es una final! A los del PAOK ya les ha sobrado la camiseta a 20 minutos de comenzar, mientras que un Miribilla ya abarrotado se ha puesto de pie a la entrada de los jugadores a hacer su calentamiento, por no hablar del momento a oscuras con el «Oh Fortuna!» de Carmina Burana sonando a todo trapo en el momento de la presentación, ahogado por el «¡Bilbao Basket!» al unísono.

De la actualidad a los 90

Pero bueno, después de tanta parafernalia, por fin se ha lanzado el  balón al cielo, con Marvin Jones asumiendo el puesto de pívot titular en lugar de Amar Sylla, a diferencia del inolvidable duelo ante Dijon, junto con Frey, Dragic, Abdur-Rahkman y Gielo, siendo Kullamae el descartado. Por parte helena, Bartley, Reynolds, Upson, Henderson y Kreuser han formado el esperado quinteto heleno.

Tomas Gielo, con un Miribilla en pie, ha clavado el 3-0 en el primer ataque bilbaino. Los zurdos bilbainos, Frey, Gielo y Dragic –con Cazalon en el banquillo– han comenzado a todo vapor, anotando cuatro triples sin fallo e imponiendo el ritmo de juego a un PAOK a contrapié, aunque con las canastas de Henderson y Bartley ha intentado aguantar el primer golpe de su rival.

Pasada la primera oleada, Bilbao Basket ha seguido por delante, pero con el cuadro heleno pisándole los talones, con Henderson sumando puntos de calidad y un dominio bastante acusado de la pintura de sus hombres interiores. Además, Malcom Cazalon se ha retirado cojeando luego de una falta de tres tiros que ha recibido, en el que su defensor se le ha metido debajo, lastimándose el tobillo.

Con todo, la falta de acierto ha lastrado al conjunto griego y Bilbao basket ha vuelto a estirar su ventaja en los compases finales del cuarto, incluyendo una falta sobre Harald Frey de Bartley, protestada como antideportiva por los aficionados. Un triple de Melwin Pantzar ha dejado el marcador en un 22-12 más que esperanzador.

A partir del 15-12, el parcial bilbaino se ha estirado hasta el 24-12, hasta que Katsivelis ha roto la sequía anotadora visitante. El PAOK, empero, ha empezado a. imponer un ritmo más cansino y agónico, tapando los espacios habidos y por haber y por fin sus referentes han empezado a ver aro, siquiera con cuentagotas. Un triple del reserva Papadakis ha elevado un inquietante 28-24, luego de un parcial de 6-12, en un cuarto en el que los tiros libres han sido la principal fuente de alimentación vizcaina.

El juego, aunque con las diferencias lógicas, ha retrotraído al basket de los años 90: duro y sin concesiones, en el que el trío arbitral ha dejado pasar faltas imposibles de no ver, para luego señalas los toques más sutiles. Sea como fuere, al PAOK de Salónica, pese a dejarse varios tiros libres en el camino, ese negocio le ha venido bien, porque a la sobreexcitación del arranque le ha sobrevenido a Bilbao Basket un bajón en su juego en está tico que poco le ha gustado a Jaume Ponsarnau, sobre todo cuando Forrester ha puesto el 31-29. Por fortuna, una jugada de «dos más dos» de De Ridder –mate a la contra con falta, tiro libre errado y canasta tras rebote ofensivo del propio ala-pívot belga– ha vuelto a estirar a los hombres de negro, 35-29, de manera providencial entrando en la recta final de la primera mitad de este duelo al sol en Miribilla.

Sea como fuere, tres tiros libres de Pantzar –otra decisión bastante dudosa por los árbitros– ha dado un tremendo respiro a los hombres de negro en tiempo de descanso: 38-31, con el joven Iker Chacón dando un último relevo en estos instantes finales.

Sabiendo sufrir

El tercer acto ha arrancado con dos tiros libres anotados por Harald Frey, pero la réplica del PAOK ha metido el miedo en el cuerpo a los hombres de negro: parcial de 0-9 con siete puntos de Bartley, quien ha establecido el primer empate, a 40, obligando a Jaume Ponsarnau a parar el tiempo y llamar al orden a los suyos.

La única buena noticia en estos minutos el que el cuadro heleno ha entrado con rapidez en el bonus de faltas y que no ha logrado culminar su remontada, pero la incomodidad en el seno bilbaino ha sido manifiesta. Abdur-Rahkman Thijs De Ridder han hallado dos canastas de dos para romper la sequía, pero entre Forrester y Bartley, los de Massimo Cancellieri han logrado al fin adelantarse en la final: 44-46.

Ha reaccionado, por fortuna, Bilbao Basket. A golpe de tiro libre, los hombres de negro han encadenado un parcial de 8-0, aunque al final del tercer cuarto una falta regalada por Abdur-Rahkman ha permitido, también desde los 4,60 metros, arrimarse al cuadro heleno de manos de Henderson: 52-50.

El PAOK se ha vuelto a arrimar 54-53, cuando un parcial de 7-0 entre Harald Frey y Pantzar ha vuelto a estirar a los de Ponsarnau, con el base noruego anotando el primer triple bilbaino desde el primer cuarto.

La dureza se ha vuelto casi insoportable en este asalto final, con ataques trabados y decididos por calidad individual, como el triple de Dragic del 68-59, mientras que Bilbao Basket ha pagado con personales y tiros libres su esfuerzo defensivo ante un rival garrapatero como pocos.

Pero garrapatero o no, Bilbao Basket ha encontrado en Pantzar su líder hacia la victoria. Falta una semana para ver si la renta obtenida en el Bilbao Arena es suficiente o no. Pero que le quiten lo bailao al cuadro bilbaino, porque ha sabido meterse en el barro en un duelo que lo ha exigido así, y ha sabido salir airoso con la ayuda de sus 10.014 incondicionales.

FICHA TÉCNICA

BILBAO BASKET: Harald Frey (11), Abdur-Rahkman (7), Zoran Dragic (9), Tomasz Gielo (5) y Marvin Jones (2) –quinteto inicial–, Melwin Pantzar (19), Malcom Cazalon (2), Rubén Domínguez (2), Thijs De Ridder (13), Bassala Bagayoko (2), Amar Sylla e Iker Chacón.

PAOK: Bartley (14), Reynolds (15), Upson (), Henderson (11) y Kreuser (5) –quinteto inicial–, Katsivelis (9), Forrester (7), Papadakis (4), Grandison y Persidis.

Parciales: 22-12, 16-19, 14-19, 20-15.

Árbitros: Marques (Portugal), Aunkrogers (Letonia) y Proc (Polonia). Sin eliminados.

Incidencias: 10.014 espectadores, lleno absoluto en el Bilbao Arena de Miribilla, con unos 500 seguidores del cuadro heleno. Kristian Kullamae ha sido el jugador descartado por Jaume Ponsarnau. Malcom Cazalon se ha lastimado tobillo.