Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

La caída del sistema eléctrico expone la vulnerabilidad de nuestra sociedad

Un apagón inédito, cuyas causas se investigan, dejó al desnudo la vulnerabilidad de nuestra sociedad pese a los avances tecnológicos. Euskal Herria, en mayor o menor medida, se vio sacudida por una caída del sistema eléctrico que afectó a toda la península ibérica. No se descarta ninguna hipótesis.

Viajeros abandonan un metro en Algorta después del apagón.
Viajeros abandonan un metro en Algorta después del apagón. (Mikel MARTINEZ DE TRESPUENTES | FOKU)

Un apagón general sacudió ayer a toda Euskal Herria, con mayor o menor virulencia, convirtiendo la jornada en la que la sociedad iba recuperando el pulso de la normalidad tras el periodo vacacional -a excepción de Araba, que festejaba a San Prudencio- en un día atípico, repleto de múltiples afecciones que tardarán en resolverse y desnudaron nuestra vulnerabilidad.

La interrupción del suministro eléctrico, cuyo origen aún no se ha aclarado, se produjo en torno a las 12.32, con las consiguientes afecciones informáticas, en transportes públicos electrificados (trenes o tranvías), equipos semafóricos, ascensores... Una hora tardó en volver el abastecimiento, a diferentes ritmos y fases. Primero lo hizo en Donostia en el caso de las capitales, a las que siguieron Bilbo, Gasteiz e Iruñea, aunque al cierre de esta edición había todavía lugares sin suministro.

A miles de alaveses les sorprendió en las campas de Armentia, donde txosnas y otros puestos funcionaron gracias a generadores.

En esos primeros compases, cuando los autobuses públicos trataban de absorber el flujo de viajeros que abandonaban las estaciones de metro, tren y tranvía en búsqueda de un transporte alternativo, agentes de las policías locales trataban de regular el tráfico mientras los bomberos rescataron a centenares de personas atrapadas en ascensores públicos y privados.

La actividad en los hospitales, al igual que residencias y centros de servicios sociales, pudo mantenerse gracias a generadores, al contrario que en centros educativos, donde se interrumpieron las clases. El consejero de Salud de Lakua, Alberto Martínez, apuntó que en algunos centros hospitalitarios «por prudencia» se aplazaron intervenciones «menores» no urgentes por la tarde.

En la CAV, muchas personas usuarias del servicio de teleasistencia Beti On pulsaron el botón de la medallita para saber lo qué estaba sucediendo, lo que supuso un esfuerzo para el personal que lo atiende.

Respecto al transporte, en torno a las 14.00 se restablecieron los servicios en las líneas del Topo, entre Amara y Hendaia, y el ramal Amara-Altza. Poco después, volvieron a funcionar los servicios hasta Lasarte y luego hasta Zumaia, aunque con incidencias durante la tarde, según fue informando la compañía.

En Bizkaia, en las líneas de EuskoTren se recuperó el tráfico habitual entre Gernika y Bermeo. También circularon los trenes en la línea 3. A la hora de cerrar esta edición quedaba por recuperar la normalidad en los tramos Deba-Eibar y Ermua-Ariz.

En Metro Bilbao, a partir de última hora de la tarde, hubo servicios entre Zazpikaleak, Plentzia y Kabiezes, aunque con menor frecuencia, a la espera de recuperar la conexión con Basauri.

En Gasteiz y Bilbo, por este orden, se restableció el servicio habitual del tranvía, al igual que en el funicular de Larreineta, en Trapagaran. El propio lehendakari de la CAV, Imanol Pradales, manifestó que el transporte ferroviario iba a tardar en recobrar la normalidad y que se producirán altibajos.

Respecto a los aeropuertos, no se vieron afectados, ya que disponen de grupos electrógenos, de forma que siguieron operando mientras carecían de suministro de la red.

La Variante Sur Metropolitana permaneció cerrada al tráfico desde las 12.30 a las 16.30 por el apagón para garantizar la seguridad en los túneles, según informaron fuentes de la Diputación vizcaina.

Las antorchas de Petronor

En Meatzaldea saltó la alarma por el humo negro que salía de las tres antorchas de la refinería de Petronor. La compañía explicó que la falta de suministro eléctrico activó las medidas de seguridad, entre las que se encuentran estas chimeneas «imprescindibles» en las instalaciones industriales para liberar presión.

Tienen la función de quemar los gases que se derivan de alguna eventualidad, evitando así su emisión a la atmósfera, y «están monitorizadas permanentemente, se miden sus caudales, temperatura y apariencia de llama, además de inspeccionarse todos sus elementos periódicamente», según la compañía.

«Las antorchas pueden resultar en ocasiones bastante aparatosas, con puntuales humaredas negras, pero lejos de ser motivo de preocupación, es precisamente prueba de que están funcionando correctamente y que realizan la función para la que se han instalado», aseguraron desde Petronor en un comunicado.

Volkswagen también se vio afectada por el apagón, lo que provocó que se constituyera una mesa de crisis para evaluar la situación, ya que se paró la producción.

La afección en otros grupos empresariales, como las cooperativas de Mondragon, fue menor, ya que en Debagoiena el suministro se recuperó con relativa rapidez. La festividad de San Prudencio, en Araba, ayudó a paliar los afectos en este herrialde.

Las operadoras de telefonía trabajaban para restablecer con la máxima celeridad el servicio de telefonía móvil e internet tras el apagón, que afecta a la electricidad que necesitan las torres para poder realizar las conexiones entre los usuarios.

A pesar de la paulatina vuelta a la normalidad, los Gobiernos de Nafarroa y Lakua se mantienen en alerta. En una comparecencia tras una reunión de cuatro horas del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), Pradales calificó la situación de «compleja y de incertidumbre» e hizo un llamamiento «a la calma», la «prudencia» y la «paciencia» de la ciudadanía, ya que la normalidad irá llegando «con altibajos», y seguirá habiendo «oscilaciones» de la red eléctrica durante horas.

Pidió también responsabilidad para evitar los desplazamientos que no sean estrictamente necesarios, que se use «con proporcionalidad» el teléfono de emergencias y que no se difundan bulos, en sintonía con los mensajes emitidos por otras autoridades.

Hoy, en Nafarroa, el Gabinete de crisis volverá a reunirse a primera hora, bajo la supervisión de la lehendakari María Chivite, al igual que ayer. Se acordó mantener e nivel 2 de emergencia al no haberse recuperado totalmente el suministro eléctrico.

La actividad escolar ordinaria, incluidos transporte y comedor y los centros de salud también estarán abiertos, pero se desprograman intervenciones quirúrgicas y pruebas de alta tecnología no urgentes.

«Fuerte oscilación del sistema eléctrico»

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, definió la incidencia que afectó a toda la península ibérica como «una fuerte oscilación en términos técnicos del sistema eléctrico» y pidió no especular sobre las causas, al no disponer de «información concluyente», en la comparecencia de la tarde. Y, sin descartar ninguna hipótesis, subrayó que lo prioriotario es centrarse en lo más importante, «devolver la electricidad».

Poco antes de las once de la noche volvió a comparecer para dar a conocer los pasos para recuperar el suministro y las herramientas puestas para las zonas en las que tardará más.

En otra comparecencia por la noche, Sánchez precisó que «15 gigavatios de generación se han perdido súbitamente del sistema, en apenas 5 segundos», algo que «no había ocurrido jamás». 15 gigavatios, según indicó, equivalen al 60% de la demanda eléctrica que se estaba consumiendo en ese momento en todo el Estado.

Sobre las causas que han provocado esa caída de gigavatios, Sánchez dijo que «los especialistas aún no lo han determinado, pero lo harán» e insistió en que se están analizando todas las causas potenciales, «sin descartar ninguna hipótesis ni posibilidad».